Intento poner cara triste para que mami no me riña por lo que ha hecho Crispy, y con eso parece marcharse de mi cabeza la preocupación principal. No me gusta nada esa habitación, y a Crispy tampoco. Y ahora parece que tampoco a la tía Ele. Mejor, dormir todas juntas es lo que más me gusta de vivir con mamá y la tía. Así que, con toda mi inocencia, digo:
- ¡La mochi ya está! Ahora a dormir. ¡¡¡ Me pido en medio!!! - Digo tras pegar un brinco hasta la cama y meterme bajo las sábanas tapándome hasta arriba. - ¡¡La última me cuenta un cuento!!
Siento el retraso. Estoy sin ordenador y acabo de robar un portátil de un amigo para ello ^^ xDDD
No sé cuándo me lo devolverán (está en el informático, ya sabéis cómo es eso...) Así que mientras tanto dependo de la benevolencia de los demás ^^
Un besoteeer
Tras meterse Sofía de un salto en la cama y esconderse bajo las mantas su tía se dirige al baño, donde Amanda la espera al tiempo que se afana en bañar al empapado perrito que se resiste agitando las patitas desesperadamente y salpicando por todas partes. Cuando las dos mujeres se encuentran, Elena cierra lentamente la puerta con una expresión nerviosa en el rostro. Una expresión que su hermana no ha visto nunca antes en su decidida hermana. Miedo. Crispy deja de luchar en ese momento y le dedica una triste mirada llena de comprensión. Elena le acaricia la cabecita y en ese momento Amanda cae en la cuenta de que las manos de su hermana tiemblan visiblemente.
-Mira, ele...- saco al perrillo de la bañera y la miro con cierto reparo, mientras me muerdo el labio. La verdad es que no sé qué decirle- Hermana, he tenido un día demasiado duro como para andarme con rodeos absurdos. Por favor, ¿qué os pasa a los tres? No os entiendo, de verdad. No sé si es que me he vuelto demasiado estúpida como para comprenderos, porque la verdad es que hoy desde que puse un pie en la ccalle por la mañana me sentí un cero a la izquierda. Por favor, necesito saber de una vez qué es lo que os pasa, y que yo no entiendo.
Mi voz tiembla un poco mientras hablo. Crispy está siendo sometido a un horrible refriego por mi parte con la toalla, para tratar de quitarle la mayor cantidad de humedad posible.
-Cuando acabes de contarme lo que sea, ve con Sofi a la cama. Me temo que voy a tener que hacer ruido con el secador para que Crispy no coja una pulmonía y no nos cale las mantas. Pero no te preocupes, que me iré hasta la terraza, para que lo oigáis lo menos posible.
- Mira... me da igual si piensas que me he vuelto loca.... Me da igual todo, pero ya has visto al perro. En esa habitación he visto algo... Y no me hace gracia ni siquiera quedarnos en la casa ahora Amanda.
Camino nerviosamente hasta la cocina donde empiezo a preparar una infusión. La dejo al fuego mientras vuelvo con Amanda.
- No puedo ni explicártelo... Crispy desapareció dentro del cuarto, estaba persiguiendo a....- un escalofrio me recorre entera- No sé qué era. Nunca he creido en espíritus ni nada por el estilo pero te juro que ahí dentro- señalo hacia la habitación- ocurre algo, y no es nada bueno. Nos vamos a la cama todas a la vez. Dejo abierta la puerta de nuestra habitación para poder oir y ver a Sofi. Te espero en la cocina. Y Amanda, no abras esa puerta, por Dios.
Con el rostro aún descompuesto, y dándome cuenta de que mi hermana no me va a creer voy a la cocina a servirme la infusión.
¿Y quién demonios va a creerse lo que he visto? Hay que irse de aquí... eso no puede ser ninguna buena señal.
La verdad es que me deja tan sorprendida que no soy capaz a replicar. Tal y como le dije, me voy a la terraza, secador en mano derecha, Crispy en la izquierda, y cierro la puerta de comunicación, para que no oigan el ruido que hago.
"genial... Absolutamente genial. ¿No tenían otra forma de decirme que no les gusta esta casa? Como si a mí me gustase... La verdad, en boca de Sofi todavía me habría resultado una excusa hasta simpática, pero en boca de Ele... ¡Caray! ¡Que ya somos mayorcitas! En fin..."
Conecto el secador y comienzo a secar al perrillo.
Cierro los ojos, escuchando el secador, pero rapidamente vuelvo a abrirlos y me voy a hacer guardia a la puerta de Sofia.