No lo creí cuando mama paró el partido. Era dificil, pero conseguimos ganar por un punto. - BIEEEEEEEEEN - Dije mientras me dirigía hacia Haki para chocar las manos con ella - Bien jugado Haki. Realmente tienes potencial cuando quieres ¿Eh? Me gustaría divertirnos más de esta forma. - Intentaba alagarla de alguna manera. Aunque Haki y yo nunca tuvimos mucho en común, hice todo lo posible para que no se sintiera excluida conmigo... pero era muy dificil. Al menos ahora me sentía feliz de que estuviera tan alegre... aunque solo hayamos hecho un partido por conveniencia para ella. - Bien jugado Meiko-chan, aunque creo que tenía ventaja por las ganas que tenía Haki con ese libro - dije ofreciendo mi mano sonriente - Y primo, deberías de practicar un poco más. - Me llevé las manos a la nuca sonriendo de forma traviesa.
No pude sino vitorear cuando mama dijo que había galletas y zumo - Siiiiiiiiiii, galletas - Dulces era la mejor recompensa que podían dar cualquiera de mis padres, al menos para mi. Entré con los demás en casa y fue entonces cuando todo lo extraño empezó a suceder. La televisión no se encendía sola nunca, era la primera vez y aunque era cierto que estaba muy antigua, me dió algo de miedo o... una mala sensación. Ojalá me hubiera equivocado...
Aquella imagen que se mostraba junto aquel mensaje me hicieron sentir otro escalofrio, y si ya había acertado con la primera, la segunda iba a ser peor. - ¡MEIKO! - dije al comprobar que era ella la que se desvanecía contra el suelo. No fui lo suficientemente rápida, pues Haki se adelantó y la cogió en primer lugar. Yo me acerqué y la miraba de cerca - MEIKO ¡MEIKO! ¡Despierta Meiko-chan! - gritaba desesperada - Por favor que no sea nada - Mama - la miré casi empezando a llorar. Y en ese momento empecé a pensar en otras personas.
Agarré solo la mano de Meiko mientras cogía mi movil llamando a mi hermano - Vamos Tatsuya, cogelo... - dije mientras comunicaba mirando a los demás sin entender que ocurría, como esperando que alguno tuviera la respuesta.
Al ver a su padre y los amigos de este de pequeño, Mitsurugi comprendió por qué Hikaru tenía ese aspecto tan femenino a pesar de ser un chico tan fuerte. Su madre de niña era prácticamente un chico, si estuviese ella sola en la foto no hubiera pensado que se trataba de ella. Tatsuya siguió mirando la foto, fijándose en la expresión de su padre. No se parecía tanto a como era de adulto. - Con una tele, si consigo traer algunas consolas y juegos venir de vacaciones será más entretenido. Solo faltaría que hubiese alguna chica guapa en el pueblo. -
Antes de que se pudiese acercar a la televisión, esta se encendió sola emitiendo imágenes de un extraño personaje. - ¿Un videojuego? No, demasiado bien definido, tampoco parece una serie de televisión... - Nadie tenía el mando para haberla encendido, aquello no parecía parte de la sorpresa de Ryôga.
Aquella figura misteriosa empezó a hablar dirigiéndose a los "shamanes", mostrando a una persona a la que había maltratado y capturado. Se trataba de una reivindicación, había derrocado al líder de aquellos a quienes hablaba y ahora decía ocupar su puesto. - ¿Señal en el cielo? ¿Se refiere a lo que vimos Ai y yo? - Hablaba como un dictador, buscando la supremacía sobre los que llamaba débiles y avisando de que se encargaría de castigar a quienes se opusieran a él. Un nuevo régimen totalitarista.
La emisión se cortó y Tatsuya se giró para ver como el resto estaban tan confundidos como él, pero en ese momento, Ryôga perdió la consciencia. - ¡Papá! - Soltó la foto dejando que esta se precipitase y junto a Hikaru logró evitar que su padre cayese al suelo. El cuerpo de su padre era pesado y no hacía intento alguno de ponerse en pie, intentó mantener la calma como pudo, pero en su rostro se reflejaba lo preocupado que estaba. Como no podían sujetarlo bien lo dejaron lentamente en el suelo y Tatsuya se arrodilló junto a él.
- ¡Despierta! - Gritó, zarandeandole para intentar lograr algún tipo de reacción de él. - ¿Qué le ha pasado? ¿Quién era ese hombre? - Si Hikaru y Seiji no estuvieran, podría haber llamado a Rei para preguntarle, pero delante de ellos no era una opción. Tampoco podía dejar a su padre abandonado y salir corriendo. - ¿Por qué solo se ha desmayado él? -
La foto del padre no puedo verla >-<
He supuesto que Tatsuya no sabe mucho del tema de los Shamanes.
PD Director: Tranqui, que es que no he puesto ninguna foto, solo la he descrito lo que verías XD
Y si, supones bien, no sabe demasiado de los shamanes.
Tu padre por desgracia no respondía a los zarandeos ni a tus preguntas angustiadas. Podías notar que respiraba levemente, y notar lentos latidos en su pecho... pero por desgracia aunque no muerto parecía profundamente inconsciente.
Senji ahora mismo estaba demasiado confuso y asustado para responder a nada de lo que estabas diciendo... estaba procesando la información de que un tipo raro por la tele había hablado de purgar a los débiles, que ahora de un chasquido el padre de su amigo parecía en coma, y que por algún motivo el no lo estaba.
Por su parte Hikaru, aunque igual de preocupado que tu, aún tenía algo de temple para responderte -Se ha desmayado, ¿no lo ves? ¿Y como quieres que sepa quien es ese?- te respondió el chico, con cierta ironía... era un chico de extremos: o estaba muy feliz, o muy alegre, o muy enfadado, o muy asustado, o muy preocupado... pero nunca estaba en un termino medio -Deberíamos tumbarlo en el suelo, con cuidado de los cristales- indicó mientras los apartaba con la mano... ahora parecía más preocupado por tu padre que por cortarse -Joe Tatz, ¿no podrías hacer alguna pregunta que te sepamos contestar?- te dijo el chico, aunque intentó tomar aire y calmarse -Perdón, ha estado fuera de lugar... pero joe, esto ha sido muy raro y repentino- te terminó diciendo, disculpándose.
Entonces, tu teléfono empezó a sonar en la cesta de mimbre donde tu padre había guardado vuestras cosas antes de que os metíerais en el agua. Al ver quien era la que te llamaba, viste que era tu hermana.
Puedes marcar a Ai para hablar con ella.
Toda la celebración post-partido se vio interrumpida por la preocupación de todos vosotros hacia la rubia que estaba inconsciente. Por mucho que la zarandearas y le gritases que despertase, tu amiga seguía totalmente noqueada. Seguía viva al menos, pues notabas como su respiración movía levemente su pecho de arriba a abajo... pero ahora mismo tampoco era mucho consuelo.
Al verte en ese estado casi de romper a llorar, Chiyo como buena madre se dirigió corriendo junto contigo para abrazarte -Tranquila hija... tranquila. Buscaremos la forma de solucionar esto cariño... no llores mi pequeña...- te fue diciendo tratando de consolarte, aunque en su voz se notaba una gran angustia... pues ella bien se hacía una idea de todo el dolor que estarías sintiendo ahora mismo viendo a tu mejor amiga desmayada y sin poder ahora mismo hacer nada; y que ese dolor lo experimentase su hija y ojito derecho era algo que por dentro la destrozaba. Ella no pudo tener a tu abuela para consolarla... así que te abrazó con fuerza para que supieras que tu si.
El teléfono seguía tratando de comunicarse con tu hermano, mientras que esperabas que no hubiera ocurrido nada con sus planes y mirabas a tus primos... que estaban igual de confusos que tu en este momento, pues nada ni nadie está preparado para que algo así suceda.
- Tsk. - Tatsuya chasqueó la lengua al recibir aquellas respuestas tan cortantes por parte de Hikaru. No se extrañó, pues conocía el carácter extremista del chico, pero aún así aquella situación tan tensa y repentina no lo permitía relajarse y afrontarlo todo con la cabeza fría. - Da igual. - respondió simplemente a la disculpa de Hikaru, y apretó los dientes mientras intentaba calmarse y razonar un poco. Vale, a ver... lo más probable es que haya sido... casualidad, ¿no? Era raro, pero posible. La tele se ha activado porque... porque es un trasto viejo y puede que haya tenido alguna interferencia con nuestros teléfonos móviles, y da la casualidad de que estaban echando por la tele una serie tokusatsu un poco pasada de vueltas. Y lo de papá... - Cuidado, no te vayas a cortar. - Tatsuya interrumpió sus pensamientos involutariamente al ver que Hikaru apartaba los cristales con las manos desnudas, y él mismo lo ayudó a hacerlo. Lo de papá... una subida de tensión. O una bajada de tensión. Y lo de esa... onda expansiva... ¿un terremoto pequeño, tal vez...? Agh, tantas casualidades juntas son difíciles de creer...
En ese momento, y causando un respingo en Tatsuya, la melodía de un teléfono comenzó a sonar. El chico miró a lado y lado y localizó la procedencia del sonido: ¡la cesta donde habían dejado sus cosas antes de meterse en el agua! ¡Cobertura en este pueblucho! ¡Milagro!, pensó Tatsuya, quien prácticamente se abalanzó sobre la ropa y rebuscó hasta encontrar su teléfono. Vio que era su hermana, y descolgó rápidamente.
- ¡Ai! - dijo Tatsuya nada más descolgar el teléfono, importándole poco lo que su hermana tuviera que decirle en aquel momento. - Escucha, no te asustes, pero papá está inconsciente. Creo que ha sido una subida de tensión o algo. Necesito que le digas a mamá que venga a buscarnos.
-Y como lo solucionaremos - Intenté tranquilizarme, preguntando de una manera un tanto apagada, pues era muy extraño lo que había ocurrido.
Por suerte mi hermano me respondió pronto al movil y le escuché lo que le había pasado a él. La poca tranquilidad que me había transmitido mama, se desvaneció al saber lo que había ocurrido - M-mama... P-papa... Papa está igual... - las lagrimas comenzaron a brotar y se podía notar en mi voz. - T-Tatsuya, a Meiko le ha pasado lo mismo. - Luego miré de nuevo a mama, aunque mi hermano no lo sabría - D-dice que necesita que vayamos a buscarlos