Emy, ¿Te encuentras bien?
¿Os referís a las estrellas fugaces de ayer? Yo también lo vi, ¡Fue precioso! ¿Habéis pedido algún deseo?
No sueles trae peces. Pero tampoco me importa. Me gustan más tus flores. Aunque a veces traes cosas que no huelen nada bien. Pero tampoco me importa, así aprendo cosas.
Voy a por algo de beber abuela, ¿Quieres tú un zumo o agua?
Emerald miró a su compañera con su pregunta, y negó con la cabeza ante tus palabras -Estar nerviosa... ser primera hada que yo ver mucho tiempo- dijo la hada verde con mirando al hada gris de Gaba, quien recibía con gusto los comentarios de su compañera francesa -Gracias Gaba- fueron las primeras que la fragante hada pronunció ante cámara, con una voz fina y agradable, entonces mirando a Emy -Hablas raro... pero pareces simpática. Hola Emy- terminó saludando a su igual de la pantalla.
Aline asintió a su nieta sobre el zumo, mientras que en el cibercafé le servían a Gaba el zumo. Por su lado, Rose sonrió a la suya con su pregunta -Si, son esas estrellas Amy... pero no sirven para eso- te terminó diciendo -A vosotras tambien os podría interesar... si queréis uniros- terminó diciendo.
La verdad es que nunca había visto ningún otro hada por el bosque, Emerald había sido la primera y la última, y nunca pregunté por qué. Quizás pensaba que las hadas serían muy tímidas, al igual que ella estaba en ese momento. - ¡La verdad es que estás muy adorable así! - Pensé con una sonrisa viendo por primera vez a mi amiguita tan nerviosa.
- ¡Claro que me interesa! - Fui a por una silla y la coloqué junto a Rose, para sentarme en ella con las piernas juntas y las manos sobre las rodillas, meciéndome impaciente como una niña a la que van a contar un cuento. - ¿Qué sucede con ellas? - ¿No se cumplirá entonces mi deseo? - La verdad es que no sabía que abu supiese mucho sobre astronomía... o astrología. Nunca sabía diferenciar entre esas dos.
Corrí ansiosa a por los zumos. Quería apartarme un poco de la conversación para que no la acaparasemos nosotras. Pero tampoco me quería perder la explicación de las estrellas. Volví tan rápido como pude pero en silencio. Estaba nerviosa y notaba el mismo nerviosismo en Oeillet.
Una vez las nietas estaban junto con sus abuelas, estas empezaron a hablar -Veréis pequeñas, esas estrellas son Ragoh y Keito... son estrellas gemelas, y siempre van juntas... como tu y Amy por ejemplo- explicó la señora Karson haciendo una analogía con su nieta querida -Ambas siempre se ven cruzando el firmamento cada quinientos años exactamente... y son una señal muy importante en el mundo espiritual- fue diciendo la mujer con calma y tranquilidad.
Pero lo que queríamos hablar entre nosotras... es que pese a que ambas tenemos muchas décadas por delante, jamás imaginábamos que íbamos a vivir lo suficiente para ver esas estrellas dos veces- tomó el relevo la señora Chamala de su amiga para continuar explicando -Esas estrellas ya habían pasado por el cielo hará cosa de unos dieciséis años... y eso nos extrañó mucho, por lo que queríamos hablar entre nosotras para intentar sacar una explicación entre las dos.
Escuché a las abuelas contar la historia con ilusión, como si de un cuento se tratase. Un cuento un poco corto... pero bastante bonito. Dos hermanas que viajan juntas por el espacio, y además nos comparaba con ellas. - ¡Como un buen cuento! - La parte que me dejó confundida fue lo de los 500 años.
- Pero... si la han visto dos veces... ¡¿Abu tiene más de 500 años?! - Por suerte mi otra abu estaba ahí para explicar las cosas. - Ah, ahora tiene más sentido. - Me había quedado callada para escuchar la historia de las estrellas, pero ahora que había acabado no iba a quedarme callada. Eso no sería propio de mi.
- ¡Quizás hayan venido a vernos a nosotras! Una visita, como pasó con vosotras dos, abuelitas. - Ahora era el momento de que Gaba y yo las viésemos y por eso habían aparecido, para mi tenía su lógica.
Las preguntas se agolpan en mi mente según van hablando. Y a cada palabra más. Siempre me gusta escuchar a Abu contando historia y aunque me surgieran dudas esperaba hasta el final para no romper la magia. Cuando terminaron de hablar, Amy se me adelantó. Era casi lo que yo quería decir. Me revolví en mi silla y busqué inquieta a Oeillet.
- Quieres decir que pueden elegir cuando aparecer? Y qué significa?
La señora Karson rió con lo que dijo su nieta, pero negó con la cabeza -Por desgracia las estrellas no funcionan así Amy... es por eso que nos preocupa un poco su aparición- le dijo esta a la chica vestida de verde mientras sonreía. Entonces miró al monitor de la pantalla para responder a su nieta francesa -No Gaba, no pueden aparecer porque quieran. De hecho, su aparición suele significar que...
Entonces, cuando iba a explicarle eso, la pantalla del ordenador empezó a fallar y distorsionarse, perdiendo la conexión entre ambas mujeres ancianas y sus nietas -Condenado cacharro...- dijeron ambas abuelas cada una en su país golpeando de la misma forma la pantalla para ver si funcionaban, pese a que no se veían mutuamente.
Las pantallas se encendieron de golpe, los contenidos de las pantallas tuvieron interferencias,... y poco a poco en la borrosa y glicheada imagen que se estaba retransmitiendo ahora se iba tornando en la imagen de lo que parecía ser un hombre joven enmascarado, vestido de negro y con lo que parecía ser una extraña máscara, que después de uno o dos minutos en silencio, comenzó a hablar con una voz fría y carente de emociones.
¡Shamanes y shamanas del mundo!- empezó diciendo el sujeto -Todos habéis visto mi señal en el cielo, todos sabéis que significa… y aquellos que no lo sepáis yo mismo os lo mostraré ahora- dijo con una seriedad casi robotizada mientras se echaba para detrás y dejaba ver lo que se encontraba al fondo. Lo que veíamos, era a lo que parecía un joven, vestido con kimono rojo y de largos pelos castaños… y un aspecto deplorable, apresado por cientos de cadenas que lo tenían inmovilizados contra una pared de piedra. Tenía toda la cara ensangrentada, los brazos y piernas cubiertos de moretones, y se notaba que a duras penas podía mantener la conciencia mientras trataba de mirar a la cámara desorientado.
Después de aquella dantesca imagen, el enmascarado volvió al plano -¡Yo, Darkmoon, he derrotado a nuestro ahora ex-Shaman King, Hao Asakura! ¡Lo que significa que ahora yo tengo el poder que antes le pertenecía!- sentenció con voz firme y amenazante -Y ese poder… será usado para purgar este mundo de los débiles…- dijo alzando la mano, como si fuera a chasquear los dedos sin llegar a hacerlo -Decidiré quienes serán dignos de sobrevivir con un torneo, respetando la tradición de los shamanes… por lo que espero tener a los shamanes más fuertes contra mi. Quienes luego quieran ir contra en mi presencia… se atendrán a las consecuencias llegado el momento…- terminó de explicar -Mis enviados irán a buscaros... y decidirán si sois dignos. Pero de momento… decid adiós a aquellos sin potencial que no harían más que perder mi tiempo- y chasqueó.
Las pantallas se apagaron de golpe, las conexiones volvieron y los canales recuperaron la emisión… nada sucedió... hasta al cabo de unos segundos. Todos notasteis como una fuerte sacudida os pasaba de largo a gran velocidad, casi al punto de tiraros al suelo.
Entonces, la conexión volvió, y ambas primas pudieron verse de nuevo... para presenciar cada una algo increíble y preocupante.
Por el lado de Gaba, ella pudo ver de primera mano como la poca gente que se encontraba en el cibercafé se desmayaba, ya fuera frente al teclado sentada o en medio de una caminata para salir, incluso el hombre del mostrador. Solo quedaron ellas dos conscientes y en el sitio.
Por otro lado... Amy escuchó algo que pudo preocuparle más. Escuchó un ruido parecido al que hicieron las personas tras la pantalla al caerse, solo que en su caso, era en su propia casa y además... en ella solo había alguien más aparte de las Karson.
Perdí de vista a mi familia francesa unos segundos en los cuales el ordenador empezó a fallar. No se me daba muy bien la tecnología, pero abu se encargó de solucionarlo a base de golpes. Cuando la imagen volvió, en lugar de mi abuela y mi prima, había un hombre en la pantalla. - ¿Primo? - Al principio pensé que se trataba de un nuevo familiar que había aparecido a saludar, pero cuando comenzó a hablar y vi la persona tras él miré a mi abu preocupada.
- Abu Rose, ¿Sabes quién es ese? - No estaba entendiendo nada sobre el Shaman King o quién era aquel pobre chico que estaba herido. Me hubiese gustado pensar que se trataba de un vídeo de broma o un virus del ordenador, pero Abu estaba tan preocupada que comprendí que aquello era algo grave.
La emisión se cortó tras una tétrica frase, "decid adiós a aquellos sin potencial" y un golpe sordo se escuchó en la habitación de al lado.
- ¡Mark! - Con la piel pálida por la preocupación de lo que podía haber pasado, salí del cuarto corriendo en busca de mi amigo.
Cuando la imagen comenzó a fallar intenté cenar Abu para que no le diese golpes al ordenador. Al principio pensé en interferencias con otro ordenador, pero lo que contaba estaba claramente dirigido a nosotras. La imagen les chico ensangrentado me hizo levantarme y llevarme las manos a la boca. Algo había oído del Shaman King. Me lo había tomado como uno cuento y nunca presté suficiente atención.
Todo el vídeo era una clara amenaza. Le faltó decir uníos a mi o morid. Y sólo quería a los fuertes. Abracé a mi abu por detrás. No era miedo por mi. Sólo quería protegerla. Me aseguré de que Oeillet estuviera a mi lado. Cuando vi que todos cayeron aumenté la fuerza del abrazo.