Donde Andrew de Pelor habla por los codos.
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Lerelerele leileré.
Encuentras al clérigo sentado en la misma mesa. Dirías que parece inquieto, aunque mantiene su fachada de serenidad y autocontrol. Supones que es lo usual en los hombres religiosos: la lucha interna, la fe contra la razón y un largo etcétera teológico que no te apetece repasar*. Te acercas a la mesa, asegurándote de que ninguno de los extraños se encuentra al acecho. La figura encapuchada en la ventana te ha sobrecogido, aunque te obligas a opinar que hay un humano bajo ella. Quizás un humano muy feo o terriblemente desfigurado.
Tirada oculta
Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Averiguar Intenciones
Resultado: 16(+1)=17
*Entre otras cosas, porque lo tendría que escribir yo. Y paso.
Entro en la posada, buscando a Andrew, una vez lo he hallado, me acerco hacia la mesa.
Que tal os fue con el posadero?
Le pregunto sentándome a su lado.
Nosotros, sinceramente mucha información no conseguimos sacar... Parece ser que Shewfie Buentrato estuvo saliendo con el hijo de la señora Buentrato, y adoptó su apellido. Nos sugirió que fueramos a ver a su hijo, está a una semana de aquí. La verdad, no se si fue buena idea empezar nuestra búsqueda por aquí...
Le digo con una expresión de cansancio en el rostro. Hablo sin alzar la voz.
muy bien, he logrado tranquilizarlo. creo que somos un grupo demasiado brusco. el posadero me ha contado que el grupo con el que hemos sufrido un encontronazo son validos o algo así. agentes de un corregidor, como nosotros.
Quizás si los volvemos a ver por el comedor deberíamos intentar entablar conversación con ellos, y disculparnos... Aunque la verdad, no lo se. Ese hombre encapuchado tiene algo que me pone la piel de gallina, viniendo hacia aquí lo descubrí observ'andome desde su ventana...
Al recordar la escena siento otro escalofrío.
creo que no confian en nosotros, sera cuestion de evitarlos, de momento lo mas que han hecho ha sido curiosear. yo no me preocuparia por ellos. ¿donde estan los demas?
Como invocados por la pregunta del clérigo, el resto de compañeros de fatigas entran en la posada. Viéndolos a cierta distancia, no os extraña que los desconocidos os mirasen con tanta atención. Lo que os extraña es que no os mire mucha más gente.
Ya que estáis reunidos otra vez, volvemos a 1. Agua Hirviendo