Partida Rol por web

Entráis en la herrería, con los ánimos renovados por la posibilidad de arrojar algo de luz sobre vuestra misión. Se refuerza el sentimiento de que habéis hecho bien dejando atrás a Ezhelmer, Gotilgún y Oréganon, no han demostrado ser muy buenos oradores, pese a que el primero es un bardo y se le supone una cierta desenvoltura.

Conforme entráis, una voz os informa que el establecimiento está cerrado y os solicita que volváis mañana. Es el joven Louie, desde algún punto en el asfixiante cubículo desde el que os atendió*.

no venimos a comprar, muchacho. si no a pedirte que nos cuentes algo mas sobre el Ejercito Radiante al que pertenecio tu padre. todo lo que puedas contarnos, nos seria de gran ayuda.

Estamos interesados en encontrar a los antiguos compañeros de tu padre. Se avecinan tiempos difíciles, y necesitamos heroes que esten capacitados y dispuestos a enfrentarse al horror que se acerca. Hemos hecho un largo viaje siguiendo la pista de aquellos heroes. Puedes ayudarnos?

Le digo con una mirada triste...

El muchacho asoma detrás del mostrador y os mira con una mezcla de curiosidad y desconfianza.

Así que de pronto alguien se ha acordado de ellos, ¿no? Cuando las cosas se ponen feas. Es gracioso cómo funciona la memoria, ¿verdad? Bueno, quizás si la gente se acostumbrase a usar tan a menudo el "gracias" como el "por favor", os estuvierais ahorrando un tiempo precioso y leguas de viaje.

Sonrío, para dejar claro que mi acritud no es hacia los visitantes.

Mirad, podéis buscarlos si queréis. ¿Pero de verdad esperáis que acepten jugarse el pellejo otra vez por quienes los olvidaron en cuanto no fueron necesarios? Vamos, si el continente está lleno de estatuas a gente que lo merecía menos. ¿Qué hizo Melf, eh? Inventar una estúpida flecha ácida. Una flecha que hiere. Que mata. Mi padre sacrificó su vida por salvar miles... ¿quién sabe? puede que el mundo entero, y nadie se acuerda de él.

Asiento, con los ojos húmedos y las mejillas enrojecidas.

Ahora merecen disfrutar del premio que se les concedió por su servicio: el olvido.

te comprendo. como siervo de un dios, presencio esa hipocresía casi a diario. todos los que unicamente acuden a su dios en momentos de necesidad, para pedir o suplicar, nunca para agradecer. la ingratitud es una enfermedad incurable. aprieto las mandibulas y murmuro para mi. ingratitud...

Aunque como tú decir, mucha gente no saber agradecer y olvidar pronto lo que uno hacer por ellos en su voz hay un mínimo atisbo de melancolía ser deber de gran guerrero el acudir en su ayuda cuando ser necesario por eso ser gran héroe y no simple cobarde. Además no todo el mundo olvidar ellos y esos que aún recordar agradecer por siempre el esfuerzo que ellos hacer continúa con su voz grave y seria habitual

En lo mas hondo del corazón se que tienes razón. Pero todavía hay gente que los recuerda... Por favor, si sabes el paradero de alguno y pudieras decirnoslo. La situación es desesperada, deben ser conscientes de lo que está ocurriendo. Si no hacemos algo todo lo que conocemos desaparecerá, entonces ya no habrán canciones recordando a antiguos héroes, ni volveremos a escuchar els sonido de la risa de un niño...

Unas lágrimas van recorriendo mis mejillas, me doy cuenta de que me estoy poniendo bastante melodramática, pero me siento tan cansada... Lo veo todo tan negro, y la gente tan poco concienciada de lo que se nos viene encima. Que siento un agujero negro dentro de mi...

Escucho a los extraños con atención y respeto. Las lágrimas de la mujer me hacen apartar la mirada.

Mirad, no he pretendido ser desagradable, sólo quería decir que es posible que, aunque deis con ellos, no os sirva de nada. Después me he ido calentando, lo lamento muchísimo.

Dejo sobre el mostrador un trozo de trapo limpio.

Tomad, señora, limpiaos esas lágrimas, por favor. Mirad, salvo lo que os dije fuera, y reconozco que fue porque creía que buscabais a Sawffie para ajustarle las cuentas... algo que, seguro, se merece... no tengo más ideas para encontrar a los demás. Sólo sé que era un bebé cuando mi padre murió, y que una mujer me dejó aquí, sin más pertenencias que algo de ropa, una cesta para dormir y el diario de mi padre. En él, habla sobre sus compañeros del Ejército Radiante, pero no encontraréis nada más que os resulte útil, ya que os interesa información posterior a la muerte de mi padre. Ni siquiera es bueno como documento histórico, mi padre podría tener muchas virtudes, pero la redacción no se encontraba entre ellas.

Me rasco la cabeza, pensativo.

¿Por qué no buscáis a Fusa Daergel? Ella fue la cronista y debería saber qué pasó tras la batalla y orientaros un poco mejor. Si no, siempre podéis visitar a Thom. Según el diario, no pasaba un día sin que jurase que, al terminar todo, volvería a su comunidad para preparar el relevo de su padre. Eso ya sería un principio, y como os he dicho antes, tendrá al menos alguna idea sobre dónde empezar siguiendo los pasos de Sawffie. Aunque no esperéis que esta última se una a vosotros sin tener una buena oferta que hacerle, y menos si Thom camina a vuestro lado.

Gracias

Le digo a Louie mientras cojo el pañuelo que me ofrece y me enjugo las lágrimas.

Si, ya estuvimos hablando con Fusa, pero... Qué ocurrió entre Sewffie y Thom para que no quiera ir con este? Disculpa si te atosigamos a preguntas, pero estamos tan perdidos...

Le digo con una sonrisa avergonzada, poco a poco empiezo a sentirme mejor.

No, si me gusta hablar sobre el tema Es de lo único que sé a fondo y nunca puedo comentarlo con nadie, porque no les interesa. Lo que pasaba entre Thom y Sawffie era, simplemente, que uno era un clérigo de Moradin y la otra una forajida sin escrúpulos.

Claro, entiendo a que te refieres.

Digo lanzando una significativa mirada a Andrew. Mucha paciencia debe tener el pobre para aguantar a gente como Gotilgún

comprendo a lo que te refieres. es normal que a los clerigos nos tomen por simples curanderos y no tengan en cuenta nuestro criterio.

habiamos pensado ir a la cordillera proverbial, donde se supone, esta la comunidad de Thom. ¿sabrias decirnos donde se encuentra mas exactamente? ya sabemos que es grande y peligrosa, no nos gustaria vagar por ahi.

Pienso un rato. Observo a los tres visitantes y parece que tomo una decisión.

Es posible que, siguiendo algunas anotaciones de mi padre, pueda acotar unos puntos. Pero para eso necesito un mapa, y como sabéis, no es fácil... ni por tanto barato... encontrar uno. Así que lo más que puedo ofreceros es un esbozo, pero tendréis que venir mañana por la mañana a recogerlo. Ahora tengo que preparar la cena de los maestros.

Bien, nosotros volver mañana dice mientras asiente por cierto, mañana tus maestros poder poner herraduras nuevas a mi?

Veré lo que puedo hacer, pero os dije que, por favor, me lo dijerais antes. Les gusta llevar un plan de trabajo ordenado. Se lo comentaré cenando, pero no os puedo prometer nada.

Doy unas palmaditas al mostrador.

Ahora, si me disculpáis...

Si no poder no haber problema... yo olvidar de avisar antes, asi que no poder quejar... dice antes de dar media vuelta y salir para comprobar que todo sigue tranquilo fuera

Gracias por todo.

Me despido con una sonrisa y salgo junto a mis compañeros fuera de la herrería. Siento un escalofrío al sentir el fresco después del calor agobiante de dentro.

Bueno, vamos junto a nuestros compañeros a ver que habrán armado esta vez. Espero que se hayan mantenido quietecitos.

salgo de la herreria el ultimo y cierro la puerta lentamente, mirando al interior. hay que ver lo que se consigue siendo educado.

Abandonáis El Yunque de la Gloria con la satisfacción que el éxito de vuestra entrevista conlleva. En el terreno de acampada, observáis a vuestros tres compañeros, sentados junto a una hoguera, revolviendo un par de hatillos. Confiáis en que no se les haya ocurrido usurpar una hoguera y robar el equipaje a alguien...