El súbito ataque de ira justiciera de Fusa Daergel pone fin a la reunión. Los guardias la bajan de la mesa y la echan a empujones, mientras ella sigue vociferando lo desagradecido que es el mundo en general y lo bien que le viene al mundo vivir una catástrofe. No resulta un alegato muy original: cualquier anciano, en vista de las nuevas generaciones, es susceptible de una pataleta similar. "Una guerra es lo que os haría falta para espabilar, niñatos."
La reunión concluye con el tintineo de las piezas de oro, acuñadas en Alto Gevad, en piezas de a diez. Cuatro para el caballero enano, diez para los demás. El corregidor O'Malley se despide de vosotros, especialmente de Iris y Xet, y os colma de buenos deseos.
Por el bien del mundo.
Os quedáis solos en la fría y abandonada taberna. La dosis de surrealismo y leyenda se os hace un tanto indigesta, pero os habéis comprometido a comeros hasta la última cucharada y rebañar el plato después. Habéis aceptado un pago por ello. Claro que siempre os queda la posibilidad de desertar con el dinero en vuestro bolsillo. Es un riesgo asumible...
Bienvenidos a SOPA DE ELEGIDOS.
Sois todos 100 piezas de oro más ricos, excepto el caballero enano, que se embolsa 40.
Continuamos en el Primer Capítulo, donde podréis ver con quién os apetece llevaros mejor, con quién peor, de quién os fiáis, de quién no... por dónde empezáis a buscar... tenéis total libertad.