Cargando a Hans-Herbert al hombro echo a correr a toda velocidad en cuanto el fuego de cobertura nos da un respiro.
¡Si has venido a matar sith dispara y no falles maldito loco, pero hazlo mientras te saco!
La imagen del soldado herido al que acabo de remendar me persigue como un fantasma. No quiero dejar a nadie atrás. Y si tenemos que abandonar la posición me llevaré conmigo al menos a uno.
Corro con el herido a cuestas.
Viendo comotodos se replegaban, Sarah se levantó de su posición y saliócorriendo colina abajo para acercarse a donde sus compañeros se encontraban.
Vuelvo a disparar otro misil, sólo me quedaba el que acababa de salir hacia los sith y otro más...uno solo, espero que sirviera para ahuyentarlos un poco. !!!VAMOS NO OS DETENGÁIS¡¡¡- Les grito a mis compañeros entre el furor de la batalla.
En el momento en que los tres rezagados salen de su escondrijo, una lluvia de disparos los recibe. Todo parece indicar que no lo van a lograr, cuando el cohete de Rusty impacta casi por sorpresa contra un deslizador pesado que intentaba realizar una maniobre de intercepcion a los fugitivos. La consiguiente explosion, terriblemente potente (el deslizador debia ir bien cargado de municion) crea una gran onda expansiva, y propaga un gran fuego que se interpone entre las tropas sith y vosotros.
- Vamos, ahora o nunca!!!!- Grita McFadden mientras corre con sus hombres
Bien haced unos ultimos comentarios si quereis, y pasamos a la siguiente escena. Se que la situacion es un poco Deux ex Machina, pero quiero cerrar esta escena ya para empezar algo 100 % mio, y dejar la herencia del anterior master.
Siento el calor provocado por la alocada carrera, saltando piedras, arbustos y agujeros. Siento el calor producido por los disparos a nuestro alrededor. Siento el calor que transmite el cuerpo de Hans. Pero por encima de todo siento el calor provocado por la angustia de dejar atrás a alguno de esos hombres que estuvimos remendando. No puedo quitarme de la cabeza al soldado al que apenas cinco minutos atrás le pedía que no se dejara ir, que le sacaríamos de ahí.
Pero esto es la guerra y no es la primera vez que alguien queda atrás irremediablemente así que solo resta correr, luchar y disparar. Con suerte viviremos un día más y volveremos a enfrentarnos al enemigo.
En algún momento de la carrera que hace que sude copiosamente bajo la armadura noto como el cuerpo de Hans cuelga casi fláccido, seguramente por la herida puesto que no he sentido más impactos.
¡Vamos Hans! Aún contaremos esta batallita a nuestros nietos. Venga pequeño loco, aguanta.
Vamos chicos, es nuestra oportunidad, no dejamos a nadie atras.
Una orden era una orden, pero había que saber a quién obedecer. McFadden no tenía autoridad sobre nuestro escuadrón, al menos no mientras nuestros sargentos siguiesen en pie... pero entonces llegó la orden de Dakon, y en ese momento eché a correr, vigilando siempre las espaldas y realizando disparos de advertencia.
Ya con los suyos al lado, la soldado corrió como uno más parsalir de ese agujero demuerte que dejaban atrás con los sith a la cabeza.
Sin más que hacer corrió como le habían ordenado, luego, cuando decidieran, se parapetaría y haría hablar a su "ligero"... pero eso tendría que esperar por el momento.