Partida Rol por web

El sonido era cada vez más pronunciado hasta que finalmente apareció la criatura que estaba intentando perturbar tus percepciones desde las sombras

Se trataba de un Acklay recubierto de runas por todo su cuerpo, se agitaba con mucha violencia y no dudó en perseguirte. Por desgracia, parecía que aquella criatura era bastante rápida.

No tenía que haber esperado, tenía que haberse fiado de sus instintos.

En cuanto vio aparecer a la criatura en las penumbras de la luz que proyectaba la barra, se dio cuenta de que tenía que haber estado corriendo ya.

Aquel ser era realmente peligroso, y el no tenia más armas que sus propias manos y garras.

Empezó a correr, como un descosido, ahora no merecía la pena correr mirando atrás, el monstruo que lo seguía podía fácilmente rebanarla la cabeza del sitio con un sola de sus extremidades, y tenía más de una.

Sin embargo, sabía que iría perdiendo terreno. Intento recordar si aquellos seres veían en la oscuridad total, porque podía ser que su única alternativa fuera quedarse a oscuras y correr en la mayor oscuridad.

Algo que a cualquiera se le antojaría como un suicidio. Pero que dadas las circunstancias podía ser una alternativa.

Además, quien quería ver al animal matarte cuando podía sencillamente morir en la oscuridad.

Pero le costaba pensar, puesto que la carrera ya ocupaba en si todas sus energías.

El Acklay en el momento que logró alcanzar ventaja no dudó en atacarte con gran violencia, extendió una de sus patas afiladas como aguijones e intentó atravesarte, sin embargo la persecución provocó que su precisión no fuese óptima y te dio unos instantes de ventaja para poder actuar en consecuencia.

El joven Cathar había visto su vida desaparecer y aparecer de nuevo ante sus ojos, el formidable animal que tenia persiguiéndolo había fallado, eso sí, por lo más ajustado del universo, un pelo de cría.

El felino no se lo pensó, siguió corriendo, mientras intentaba calmar a la bestia.

Tranquila, no he venido a hacerte daño, y seguro que no tienes tanta hambre, en serio. Yo soy un plato horrible para come e e eerrrr.

Decía el felino mientras, casi literalmente sus pies le daban golpes en la nuca. Estaba literalmente a punto de convertirse en comida para insectos. Y eso era algo que no le apetecía lo mas mínimo.

Tras dar una gran carrera fuiste capaz de llegar hasta la entrada de la cueva, parecía que habías sido capaz de cogerle ventaja al Acklay, de hecho es posible que tuviese complicaciones para acceder a las cámaras superiores de la cueva. Puede que ahora estuvieras a salvo, pero no sabías por cuanto tiempo.

El felino tenia mas suerte de la que podia llegar a contar en tres vidas. Sabia, o de alguna manera habia sabido, que tras el falso muro de rocas caidas habia un ser, una ser vivo. 

Y tonto el que no habia pensado que dicho animal no seria, ni grande, ni peligroso, ni que estaria interesado en comerselo en cuanto lo tuviera a mano. 

Ahora tenia un poco de ventaja, no mucha, y con eso, solo unas decimas de segundo para pensar, a donde ir. 

Penso que seria mas facil llevarlo al pasillo de roca, y hacerlo caer, pero sencillamente, era peligroso. Por contra, el pasillo de rocas que estaba derruido, le daba una oportunidad de saltar y ponerse fuera del alcance del animal. Claro que eso representaba dos problemas. 

Si ese bicho era capaz de saltar, y si no. Como iba a salir con una fiera hambrienta en la puerta de la cueva. Sus opciones eran pobres, pero tenia que intentar algo. 

Corrio hacia el tunel en cual en su final habia un tunel estrecho de roca, con el altar de piedra sin la ya recogida joya. Ojala no hubiera echo saltar las flechas de la trampa, habrian sido de ayuda. 

Mientras intento que el animal lo siguiera y no se perdiera, porque luego no se atreveria a andar por las cuevas el solo sin saber donde estaba aquella bestia. 

Bichito bueno, por aqui, ven. No pasa nada, nos vamos a hacer amigos, ya veras que bien nos lo pasamos si no me comes. 

Lock era muchas cosas, y hoy ademas un temerario, que jugaba a un juego que facilmente podia dejarlo sin vida, en menos de lo que se tardaba en decir, rata wompa.

Tu idea era clara, intentar conseguir una posición que te diera ventaja a ti, que tenías un cuerpo más grácil y propenso a superar obstáculos que a aquella montaña de cartílagos y dientes babeantes. Sin embargo una chispa de inteligencia se iluminó en los dientes de la criatura, no sabías por qué exactamente, si era por ti o por el entorno, pero el Acklay no decidió avanzar mucho más allá de la pasarela derruida, incluso pudiste notar que atrasó su paso, como si quisiera volver a su refugio ignorando así tu presencia ¿había algo que temía?¿las alturas?¿el exterior?¿o el alejarse de su cámara?

Parecía que aquella bestia había decidido no atacar. Eso era algo bueno, pero también era algo extraño.

O era mucho más lista de lo que aparentaba, y sabia que solo tenía que esperar a que yo saliera, o había algo en el interior de aquella sala con lo que yo aun no contaba.

Y eso era un sentimiento mucho mas incomodo de lo que podría parecer en un principio.

Retome poco a poco la respiración y el pulso, mientras mis ojos discurrían por paredes y techo. Fuera lo que fuera, aquella bestia tenía miedo a entrar, y según mi concepto de cadena alimenticia, eso era un grave problema para mí.

En cuanto conseguí reducir las pulsaciones y mi propia respiración, intente de alguna manera razonar con aquella criatura. Aun a sabiendas de que no iba a ser una buena idea.

Bueno, ves, ya podemos hablar, como dos… bueno, podemos hablar. No pasa nada. Estoy seguro de que los Cathar no somos parte de tu dieta, y que seguramente no querrás tener una indigestión.

Porque no te quitas de la puerta, y me dejas explorar tranquilo, eh. Sal a dar una vuelta, mira. Hay un pueblo lleno de gente bondadosa justo a la salida de la cueva.

Lock miraba los ojos asesinos de la criatura intentando convencerla de que no se convirtiera en su cena, mientras sentía una escalofrió que recorría su espalda, como si de repente, fuera mucho más urgente salir de aquella sección de la cueva, que ser comido por aquel formidable animal.