El regreso del SG-4 había sido reconfortante para el personal de la base. Al fallar uno de sus contactos, el general Hammond había ordenado llamar al 362. La perspectiva del mal tiempo obligó a desestimar una operación de rescate, por el momento, pero no se temió por el mayor Whiteface y su equipo inicialmente.
Con Alan, Aldo, Fern y Vanessa a salvo ya en la base, apenas tuvieron tiempo para relajarse y preparar su informe preliminar antes de reunirse con Hammond. El tejano, como comandante de la base y oficial superior, entró en la sala de juntas puntual, se dirigió a su puesto habitual en la mesa y, tras tomar asiento, permitió a sus subordinados acomodarse.
- Parece que el 362 tenía reservada una sorpresa. - El general ya había leído el informe en su despacho. Aun así, había abierto la carpeta y repasado por encima unos papeles antes de comenzar a hablar. - Ahora que conocemos su peculiaridad meteorológica, tendremos que retrasar su misión de recogida de muestras y planificarla de acuerdo a la estación seca del planeta. En cambio, tenemos información inesperada que puede resultarnos de alguna utilidad para los objetivos de este programa. Ya he leído sus primeras impresiones sobre los tartessanos. - Hammond ojeó algunas hojas más. - Ahora me gustaría escuchar sus opiniones y valoraciones de forma más desarrollada. ¿Qué les parecen? - El oficial miró a cada miembro del SG-4, sin seguir ningún orden en concreto pero, a resultas de la jerarquía militar, posiblemente esperase que el comandante del equipo fuera el primero.
El familiar sonido de la alarma de apertura del Stargate me envolvió como una manta en un día de frío invierno, nada más atravesar el disco y entrar en la base. Ante mí estaba la rampa por la que parecíamos haber atravesado hacía una eternidad, cansados pero felices de haber vuelto.
Sin tiempo para hacer mucho más que informar, brevemente al menos, antes de retirarnos a descansar, nos dirigimos hacia la sala de juntas y tomé asiento en silencio.
Sorpresa era poco. Aquel planeta representaba un problema para cuantos fuesen allí; si bien podía no prohibirse su visita, sí limitarla. Ahora bien, habíamos sacado algo más positivo de aquella visita, porque los tartessanos se habían convertido en nuestro recurso más preciado, recogido de aquel viaje.
Permanecí en silencio, con las manos apoyadas delante, a la espera de que el mayor iniciase su informe con mayor extensión.
Estaban ya a salvo en la seguridad de la base, el equipo con el que llegaron en algunas partes se podía considerar escaso, en otros casos era un hallazgo importante, sentimientos encontrados como muchas veces, pero el contacto con gente más avanzada y no hostil era un soplo de aire fresco en un día en el desierto.
Los informes con el general siempre eran agradables, era un hombre que se hacía querer y si castigaba en algo era bien sabido que era más que merecido.
- El planeta en cuestión era interesante pese a su clima, con algo de suerte una nave tartessa estrellada que si no la recogen pronto se le podría echar un vistazo. También había una sustancia que segregaban las hormigas gigantes que sería interesante, muchas utilidades como pegamento o similares, Evans pudo recoger una muestra que ya se ha enviado a analizar.
Cuando nos rescataron nos trataron con amabilidad, pienso que los Goa´uld les dan cierto respeto pero verían con buenos ojos un acercamiento a nosotros y si podemos darles duro a los señores del planeta no les desagradaría siempre que no pueda salpicarles. Los Tartessos son unos aliados potenciales muy importantes.
Alan se había cuadrado para saludar marcialmente al General Hammond. Dado que éste no había especificado ningún orden, ni dirigido su pregunta a nadie en concreto, no le preocupó ni le molestó que Fern se adelantara, visiblemente emocionado por todo lo encontrado y vivido durante su aventura en P8X-362.
Cuando el científico hubo acabado, Alan tomó la palabra.
- Lo primero a recalcar en esta misión, Señor, es que de P8X-362 no solo las muestras de minerales pueden ser útiles... La sustancia que segregaban esos bichos gigantes podría utilizarse como polímero... quizá sintetizarla, y tendría muchas aplicaciones, mundanas y militares. - Admitió.
Tragó un poco de saliva, notaba la boca algo seca tras toda la misión.
- Respecto a los tartessanos... Mi opinión está dividida. - Comentó. - Por un lado son un pueblo que ha sufrido al menos un duro golpe a manos de los goa'uld. Les temen... No osarán hacerles frente directamente. No de momento. - Reconoció. - Tal y como ha dicho Andrews, si cualquier conato de alianza con nosotros pudiera salpicarles ante los Señores del Sistema, no se arriesgarán. -
- Pese a los avances tecnológicos de los tartessanos... temen la flota y poderío militar goa'uld. Si se les demuestra que se les puede hacer frente... a varios de los Señores del Sistema en conjunto... quizá sí se atrevan a dar el paso y a unirse a una alianza. - Alan dudaba. - Serían un gran y valioso aliado, en mi opinión. Lo difícil será hacerles tomar partido. -
Negó con la cabeza. - Aún es pronto para decir nada, va a requerir un importante trabajo diplomático, señor. -
Aldo se relajó, no iba a tener que intervenir, sus compañeros habían entendido a la perfección lo que implicaba relacionarse con los tartessanos. Pero creyó conveniente hablar.
- Que los tartessanos no ofrecen un acuerdo de alianza que les exponga contra los goa'uld, no significa que no podamos tener relaciones con ellos y ahora mismo no tenemos forma de contactar directamente con ellos, estamos casi a la espera de que su gobierno se decida a dar el primer paso, nosotros no podemos más que esperar, pero debo recomendar que, si se vienen a bien de pasar a tener conversaciones diplomáticas con la Tierra no deberíamos ignorarlos - explicó.
Asintió con la cabeza, pero con gesto serio, cuando escuchó la valoración que hizo el mayor Whiteface. Relajó un poco la expresión con la intervención del lingüista.
- Entonces, profesor Evans, ¿cree posible que los tartessanos compartan tecnología, o conocimientos tecnológicos, que puedan sernos de utilidad?¿Hay alguna oportunidad de que accedan a un intercambio científico además de comercial?
- Queda en sus manos realizar un acercamiento, pero si logramos encontrar un punto en el que puedan colaborar con nosotros sin ser visibles por los goa'uld, podríamos ahondar en la relación y, quizá, encontremos a alguien entre los tartessanos dispuesto a ser disruptivo con la opinión de muchos de ellos y decida que va siendo hora de plantarles cara si se ven fortalecidos con aliados capaces, aunque eso puede que nos lleve cierto tiempo, pero si se sienten protegidos, estoy seguro de que estarán más que encantados de colaborar con nosotros, aunque todo depende de sus diplomáticos. Hemos tratado solo con exploradores, militares y algún que otro científico y, con el debido respeto, los militares suelen ser de ideas bastante claras y poco dados a desviarse de su línea de pensamiento con respecto a las relaciones diplomáticas, confío en que el gobierno tartessano no esté del todo militarizado -expliqué.
Así era. Tal y como Evans decía... Alan no dijo nada para contradecir al científico, y asintió levemente en silencio.
Cruzado de brazos, el mayor parecía un hombre serio y adusto... incapaz de divertirse. Quizá fuera de ahí, cuando no estuviera trabajando, no sería tan seco. Ahora al menos parecía que podrían descansar un poco y desconectar antes de la siguiente misión.
Por si acaso, Alan esperó para escuchar las siguientes indicaciones del General, y esperó pacientemente a que les diera permiso para retirarse. Cuando lo hiciera él seguramente permanecería medio minuto más pues tenía un par de cuestiones que quería preguntarle. Pero luego saldría en busca de su equipo. Habían hecho un buen trabajo y quería reconocérselo cuando estuvieran luego a solas. Quizá hasta tuvieran tiempo y ganas de celebrarlo tomando una cerveza en el bar de siempre.
Hammond tomó algunas notas en la documentación de su carpeta al término de la exposición de Aldo.
- Llegado el momento, su equipo trabajará estrechamente con el SG-9, mayor Whiteface, para establecer la mejor estrategia negociadora posible con los tartessanos. - El tejano levantó la vista de los documentos. - Con este asunto zanjado por ahora, me gustaría discutir algunos puntos más con respecto a su otro descubrimiento en 362. Ese polímero orgánico, o resina. Por lo que cuentan en el informe preliminar, esas criaturas parecen territoriales y agresivas. ¿Observaron algún tipo de vulnerabilidad o debilidad que pudieramos explotar para facilitar la recolección de esa sustancia sin comprometer a ningún operativo ni poner en peligro la vida de esos insectos?
- La primera vez que nos topamos con esos seres no iniciaron hostilidad alguna... Parecían estar trabajando en crear unas paredes con esa resina... Solo se pusieron en guardia y permanecieron atentos a dónde nos acercábamos. Es como si fuesen algo parecido a hormigas... con soldados, obreros, y quizá algún rey o reina. - Explicó.
- Su exoesqueleto quitinoso es duro, pero pese a ello son vulnerables a nuestras armas de fuego. - Continuó. - Eso sí... aguantan más de un par de disparos... y cuanto más heridos estaban, más agresivos eran. - Acabó por explicar. Luego negó con la cabeza. - No recuerdo ninguna vulnerabilidad en especial... lo siento, General. - Se suponía que él era el táctico y el militar... pero aun así no había detectado nada. O no al menos que su cerebro recordara en ese instante. Quizá alguno de los científicos se había percatado de algo más.
- Ah... su ataque comenzó cuando Fern atravesó la resina con su cuchillo. Hasta que no dañamos la estructura de resina que estaban construyendo... no se volvieron agresivos del todo. - Añadió tras recordar aquello.
Aquellas criaturas eran el mayor peligro al que habíamos tenido que enfrentarnos, dejando de lado las condiciones atmosféricas, que habían estado a punto de terminar conmigo.
La resina que producían, podía tener utilidades interesantes, por supuesto, aunque no me correspondía a mí investigarla y desarrollar aplicaciones.
-Señor -empecé a decirle al General -, si comparamos a esas criaturas con insectos terrestres como las hormigas, su resistencia debe ser considerable. El exoesqueleto podría servirnos para formar armaduras y la resina, quizás tuviese aplicaciones en ingeniería, pero supongo que eso es algo que los científicos tendrán que investigar. Por otro lado, las condiciones atmosféricas son muy negativas, por lo que sugeriría que cualquier equipo que quisiera viajar al planeta, debería ir pertrechado para permanecer varios días incomunicado.
No había mucho más que pudiese añadir a lo que había dicho. Después de todo, era soldado, no ingeniera o bióloga.
El comandante de la base repasó rápidamente algunas notas más en su carpeta de informes.
- Por el momento, asignaré al SG-7 para estudiar y analizar estas criaturas y las propiedades de esa resina. Sin embargo, consideradas las peculiaridades meteorológicas de 362, pospondré su misión hasta que empiece la estación seca en el planeta. - Hammond hojeó su informe como si quisiera confirmar algo. - Parece que su equipo tendrá que visitar el 362 de nuevo en unos meses, mayor, para completar su misión original y custodiar al SG-7. Si no quieren añadir nada más, pueden retirarse. Espero con interés sus informes finales, SG-4.
Alan se cuadró y saludó militarmente al general Hammond.
- Nada más por mi parte, Señor. - Asintió luego y se dispuso a salir, aunque esperó y dio tiempo a que sus compañeros añadieran algo si quisieran. Además, prefería dejarles pasar y salir él el último. Manías militares podría decirse.
Sí, tendrían que volver a 362... pero esta vez lo harían acompañados y serían ellos la escolta. Conocían el planeta y su clima, que iba a ser el mayor problema. Si iban con buen tiempo solo tenían que no acercarse a la estructura que habitaban los artrópodos. Dentro de lo que cabe no tenía por qué ser una misión complicada.
Su mente ya estaba dando vueltas al informe final de la misión que tendría que acabar de escribir luego en su casa... Pero aparte de ello sopesaba la idea de decirle a los chicos si querían tomarse una cerveza o dos antes del merecido descanso. Se lo habían ganado.