Ya que Darius ha sido quien ha visto y oído la conversación del cereano, espero a que me lo haga saber y luego entablo conversación...o que lo haga él, quizás lo conozca, son igual de guapos jijijijiji... es broma, socio ;)
Darius degustó el licor suavemente, se permitió unos segundos y luego lo apuró de un trago rápido y nada ceremonioso. Una copa era un estorbo para desenfundar.
Sin embargo las twi'leks lo abdujeron con sus movimientos sensuales.
-... Angeles de perdición.- Fantaseó ensimismado.
¡Joder! ¡Destrocé a esas bestias disparando el turboláser aún sin despegar! ¡Esos malnacidos pensaban que iba de farol! Ja ja ja.
El cereano captó su atención. O solo parte, porque sus ojos seguían clavados en las bellezas del otro extremo de la sala. Lanzó un rápido vistazo al tipo: feo, gruñón y de la peor calaña...el tipo que esperaban encontrar cerca de Jabba.
-Socio.- Señaló con un rápido gesto de cabeza al pirata de cráneo abombado -Ocúpate tu. Yo vigilaré- Murmuró sin dejar de mirar a las bailarinas.
Mejor que habléis vosotros ;)
Además...La carne es debil
Darius le señaló un tipo cereano que estaba hablando con otro. Parecía fantasear con lo que había hecho con su nave demostrando sus habilidades en el manejo de la artillería naval.
Anzak le miró cuidadosamente, no sabía si el tipo era un fanfarrón o realmente tenía habilidades con el manejo de naves. Debía investigar. Con estas se acercó a ellos y se presentó.
- Hola. Soy Anzak, y quería haceros una oferta- dijo sin tapujos-. Estamos uscando un compañero de expedición que esté expecializado en el manejo de naves y demás. No sé si pertenecéis a una tripulación o tenéis nave propia, o buscáis trabajo. Si es así podemos llegar a un acuerdo- dijo Anzak para captar su atención.
El cereano y el duro dejaron de hablar, y aún con la postura típica de estar recostados en los sillones donde estaban miraron a Anzak, como incrédulos por que alguien les hubiera interrumpido. Sus ojos recorrieron desde las botas del contrabandista hasta su cuidado rostro. El cereno rió un poco por dentro al oir lo "bien hablado" que era Anzak.
Especializado en naves... y ¿"demás"? -dijo como jocosamente al tiempo que se recomponía de postura en el sillo y volvía a mirar al duro. Luego carraspeó.
Bueno chaval -era más viejo que Darius y Anzak, pero no tanto como el maestro Lightman-. Con que un piloto ¿eh? ¡Já! Mos Eisley cae lejos de aquí... Pilotos aquí somos todos -dijo mirando al salón de Jabba en General-: Mira, ¿ves aquel? Ponda Baba -señalando con la mirada a un alienígena Aqualish-, o Saal Arkhee -a un twi'lek que jugaba al sabacc con otros tipos en una mesa- o incluso ese, Fett, ¿lo ves allí? -señalaba a un mandaloriano con el casco puesto como Darius en la penumbra de una esquina-: todos ellos están especializado en naves y "demás" -remarcó el cereano con parche-, aquí todos sabemos volar... y hacer unas u otras cosas... Ti-Dal-Yorg -te dijo, presentándose-, y sí: siempre estoy en busca de trabajo ¿qué se te ofrece exactamente? -no te comentó nada de su nave, si la tuviera-.
Mientras que Anzak charlaba con el cereano, un tipo fue conducido por los gamorreanos de la entrada y sus vibrofilos hacia el gran asiento de Jabba el Hutt. Oíais como charlaba y el tipo pedía por su vida (al parecer eran viejos conocidos). El caso es que tras un instante en el que el Hutt hizo colocar al prisionero dente de sí, éste apretó una palacan y el suelo enrejado bajo sus pies se abrió... El tipo cayó por el agujero, pero enganchó sus manos en el borde, y su cuerpo pendió en el agujero... Abajo, bajo vuestros pies, una gran celda de enromes dimensiones era ahora invadida por un ser terrible: el Rancor, la mascota preferida de Jabba... Y comenzaba a oler a aquel humanoide...
Acto seguido un tipo con casco y armadura mandaloriana salió de la penumbra, recorrió unos pasos por el palacio y abriéndose paso a empujones llegó hasta la trampilla abierta. Finalmente, pisó los dedos de la mano de aquel desgraciado que estaba colgado desesperadamente. El tipo gritó, se soltó y cayó a la mazmorra inferior. Muchos de los presentes se agolparon para ver cuál era el funesto destino del tipo de abajo.
Los gritos del mismo comenzaron a sucederse.
Darius no pudo evitar mirar al humanoide, pero apartó la mirada cuando este empezó a suplicar por su vida. No había nada más lamentable e inútil. Jamás había oído que nadie salvase el pellejo lloriqueando y seguía sin entender por qué lo seguían intentando.
Las twi'leks dejaron de contornearse al escuchar el rugido de la bestia y el caza-recompensas chasqueó la lengua molesto.
-Me has jodido el baile capullo. Sólo por eso ya mereces morir...- Se dijo Darius. El humor era su manera de encajar tanta crueldad, que en el fondo le horrizaba.
La aparición del mandaloriano volvió a llamar su atención. Admiró su armadura de arriba abajo con el mismo interés que las curvas de las sensuales bailarinas.
Su equipo y sus modos le resultaron vagamente conocidos, aunque había cientos de criminales que recurrían a aquellas viejas armaduras. El mismo trataba de emular sus ventajas.
Ahora que las twi'leks habían quedado ocultas tras el gentío que se había agolpado entorno a la jaula del rancor, Darius se acercó a apoyar a su socio. El cereano trataba de hacerse el duro y no pudo reprimir las ganas de ponerle en su sitio. Se plantó delante suyo, saludó a Anzak y se presentó: -Darius Rammkopf: El que tiene los huevos como tu cabeza-
Pudo sentir la mirada de su socio clavarse en su cogote. Reprimió una risa traviesa y continuó con su tono tajante: -Buscamos un piloto para hacer empanadillas.- dio un segundo a Ti-Dal para que se asegurara de lo que acababa de escuchar y a continuación, en un tono más distendido añadió: -...Y ya de paso si pilota nuestra nave, mejor...- su sonrisa mordaz se suavizó. Estaba disfrutando de una conversación de su estilo y esperaba que el tipo estuviera a la altura. Lo observó unos segundos para ver como "respiraba" y continuó charlando: -¿Cómo perdiste el ojo?-. Lo importante era dejarle hablar y que se retratase a sí mismo. Como el mismo había dicho, había más pilotos y quería sondearlo. No era fácil encontrar alguien de palabra en un antro como aquel.
Tirada oculta
Motivo: Bajos fondos: Mandaloriano
Tirada: 2d6
Resultado: 5(+2)=7
Tirada oculta
Motivo: Bajos fondos: Ti-Dal-Yorg
Tirada: 2d6
Resultado: 5(+2)=7
Bajos fondos: Mandaloriano
Bajos fondos: Ti-Dal-Yorg
Reconoces que ese mandaloriano que le pisó los dedos al humanoide era el popular Boba Fett. Sabías que paraba mucho en Tatooine y el palaciod de Jabba, pero nunca le habías visto en persona... hasta ahora. En cuanto al cereano, no lo habías visto ni oído hablar de él en la vida.
En breves responde el cereano (quiero dejar que postee Clint).
El ambiente festivo del local del hutt no es muy de mi agrado. Demasiada maldad, demasiada oscuridad reinante en el ambiente. No hace falta tener sensibilidad de la Fuerza para darse cuenta que el mal campa a sus anchas entre la gente.
Mientras mis compañeros negocian con el tuerto, no puedo evitar ver como un humanoide es arrastrado ante Jabba, y mis peores temores se confirman al verle caer al foso del Rancor. Un halo de oscuridad inunda mi ser, y tengo que hacer esfuerzos para no ir en su ayuda. Cualquier intento de auxiliarlo acabaría también con mi vida, pero no puedo evitar mirar al mandaloriano que ha ayudado a acabar con su vida, pisándole los dedos para que caiga al foso.
- Maldito cobarde - digo por lo bajo.
El olor de aquella bestia inmunda y el sonido de la carne y los huesos producían asco en el viejo Lightman. Y eso que había vivido lo bastante como para no sorprenderse ya por cualquier cosa. Pero aquella muerte... era verdaderamente horrible. El infame ser devoró al humanoide ante la vista de todos y volvió por sí solo a su mazmorra (pues estaba entrenado para apenas recibir ya estímulos de sus carceleros). La rejilla delante de Jabba se cerró y la fiesta volvió a su tono normal...
Cuando Darius mencionó sus protuberancias de su entrepierna y las comparó con la cabeza del cereano (sus dos cerebros interiores), el pirata chasqueó la lengua, pero no dijo nada (sólo dejó que el cazarrecompensas terminase de hablar). Este ojo lo perdí un buen día con tu señora madre, era muy exigente... -dijo el tipo-. ¿Éste es tu novio? -preguntó jocosamente a Anzak mirando a Darius con cierta sonrisa-. Luego cogió aire, elevó una ceja y giró la cabeza (todo al mismo tiempo). Yo podría daros ese piloto -y se tocó su pecho con la mano-: yo precisamente. Seguro que bien podríais pagarme con un cuarto de plancha de Carbonita por traérsela a Jabba... ¡por las nubes de Dantooine! ¿De dónde la tomáis, del mismo Bespin? ¡ Ja Ja ! -dijo como para reiros de vosotros (y el duro carcajeaba a su lado)-.
Notaste que la presencia que habías focalizado (aunque no miraras ya) en el Gran ya no estaba. Te giraste para otear el antro de Jabba y, efectivamente, se había ido.
- Maldito cobarde -
-Ese es Fett.- Susurró al jedy ladeando la cabeza. No podía estar más de acuerdo con el viejo. Darius se sintió asqueado por haber tenido al mítico caza-recompensas como un modelo a seguir.
El cereano entró al trapo en la conversación sin perder los nervios, identificándose como un buen piloto. Miró a Anzak y Clint esperando su veredicto. Sin embargo aún se mostraba altivo y al nombrar a su madre alcanzó un punto sensible. Darius había sentado las bases de la conversación de modo que no podía ofenderse. Sonrió y le devolvió el golpe donde más esperaba que doliera... Ignorando al fanfarrón. Miró al durosiano situado a su lado y le preguntó de corrido: -¿Y tú?¿También eres piloto?- Si sobraban pilotos podrían ajustar mas sus honorarios.
Tirada oculta
Motivo: Razas Alienígenas (Pilotaje)
Tirada: 2d6
Resultado: 8(+2)=10
tiro: Razas Alienígenas para saber cual de las dos razas tiene mejores aptitudes como piloto
El Duro miró a Darius pero no dijo nada. No le interesaba el trabajo al parecer (no todo el mundo aceptaría cualquier tipo de encargo verbal así por la buenas). El caso es el cereano le miró, y al comprobar que no respondió a vuestra oferta, extendió su brazos como para señalarse a sí mismo, mientras esbozaba una sonrisa de eterno ganador.
¿Véis? A veces a la primera das con el premio gordo -autodenominándose-. En unas horas iré a la cantina de Calmun -se refería a la más famosa Cantina de Mos Eisley. Si aún necesitáis un piloto, allí estaré -os dijo-. Y el tipo se levantó y se largó, despidiéndose del Duro y otros tipos que vió mientras salia del palacio de Jabba.
Si seguís buscando piloto haced otra tirada de Bajos Fondos (Dif. 15). Si no (si os vais), cambiamos de escena.
Después del incidente con el Rancor y ese pobre diablo, vuelvo a centrarme en la conversación y negociaciones de mis compañeros para conseguir un piloto para la nave.
Por lo que logro oír, el tuerto se ha proclamado vencedor y quiere ser el piloto de la nave.
- ¿Entonces tenemos un piloto que le falta un ojo? ¿Es que en este grupo nos hemos propuesto matarnos? Pero bueno, si a vosotros os parece bien, a mi también.- digo mientras veo como el tuerto se aleja.
Miro a mi derredor, observando los grupos de gente, el ir y venir de los parroquianos...
- No es por nada, pero el Gran que nos observaba ya no está en esta sala. Y sugiero que hagamos lo mismo, este sitio me provoca escalofríos y cuando antes nos larguemos, mejor- sentencio a mis compañeros.
- ¿Entonces tenemos un piloto que le falta un ojo? ¿Es que en este grupo nos hemos propuesto matarnos? Pero bueno, si a vosotros os parece bien, a mi también.-
-Jajaja- Rió Darius ante el comentario del jedy. -Somos un circo andante- Admitió. Despues se encogió de hombros y miró a Anzak. -Tú eres el que sabe algo de pilotar. Lo dejo en tus manos- Se desentendió encogiéndose de hombros. -Yo solo puedo decir que el tipo tiene agallas-
- No es por nada, pero el Gran que nos observaba ya no está en esta sala. Y sugiero que hagamos lo mismo -
-Tienes razón- Respondió con gesto más serio. Esta vez no pudo evitar mirar a su espalda, pero en cuanto comprobó que el peligro no era inminente recobró su ácido sentido del humor y añadió: -Te hecho una carrera- Bromeó mirando el bastón sobre el que se apoyaba el maestro jedi.
El caza-recompensas no se movió. Esperó a que su socio diera por bueno a Ti-Dal-Yorg o preguntase por otro piloto, y lo siguió de cerca, procurando no distraerse con las bailarinas del fondo.
Lo que decidáis sobre el piloto me parecerá bien. Si lo dáis por bueno, por mi pasamos a la siguiente escena.
Ahora si. Me mantengo vigilante.
- ... eeeh, sí- respondió cuando Darius le habló.
La verdad es que el contrabandista estaba absorto en la twi´lek que jugaba a las cartas en una mesa cercana y a la que el cereano les había mencionado cuando les dijo quien pilotaba.
- Sí, mejor será que no sea una mujer la que tengamos en la nave, si no puede que no estemos lo que se dice concentrados en lo que debemos estar concentrados- dijo muy descpacio para que captaran el doble sentido.
- Podemos seguir buscando más pilotos, pero coincido con que es mejor salir de aquí. Quizás en algún bar de esta roca de planeta...además, tenemos que hacer tiempo hasta que nos mejoren la nave, no sé cuanto tiempo les llevará, pero seguramente que un día mínimo- dijo encogiéndose de hombros.
- Vamos- les dijo mientras se levantaba y se dirigía a la salida.
Siento la tardanza, pero he estado liado estos días.
Mientras ya os íbais, Jabba os rugió desde su "trono". Enseguida, su androide os tradujo:
El gran Amo Jabba Misericordioso -aquella denominación habría que revisarla- os ordena dejar vuestra nave en uno de los hangares de Mos Eisley, donde os la revisarán y acoplarán nuevas piezas, y que luego vayáis a por su cargamento de Carbonita. ¡Ah! Y que no volváis aquí con las manos... vacías -señaló-. Y finalmente salísteis del palacio del Hutt.
Acto seguido salísteis de allí no sin antes aguantar unas malas miradas de los gamorreanos de la entrada. Tras acceder a vuestro carguero, despegásteis rumbo a Mos Eisley, a una de las decenas de tascas que allí había. Ya que el tal pirata de "dos cabezas" había mencionado la de Chalmun, quizá esa fuera un buen sitio.
Fin del Prólogo.