Razas comunes
Draconianos: No siendo una de las razas más abundantes del continente, eso no les impide presentar una alta variedad de razas que se caracterizan principalmente por el colorido de sus escamas, aunque en ocasiones existen otras diferenciaciones como la concentración y composición de la mezcla inflamable que inhalan, lo que le da un aspecto de distintos tipos de fuego. Su mayor característica es su escamosa piel, casi tan resistente como la de los dragones. Presentan una alta resistencia física y mental, así como una gran fuerza. Carecen por completo de cualquier clase de vello corporal, y presentan un párpado doble sobre los ojos agujados que les permiten ver sin problemas bajo el agua u otros entornos hostiles. También cuentan con una cola controlable como una extremidad extra, aunque sin llegar al rango de la prensibilidad. Tienen una esperanza de vida de aproximadamente medio milenio, pudiendo poner las hembras un único huevo cada diez años, que habitualmente suele ser del color de los padres, principalmente de la madre. En casos excepcionales, la cría puede tomar el color de un antepasado o, más raro aún, tomar un color ajeno, aunque el cómo o el por qué no es para nada claro. Los pocos draconianos capaces de hacer magia destacan principalmente por el dominio del fuego.
Elfos: Presentando casi tanta variabilidad de raza como los humanos, la mayoría son una raza antigua del continente. Destacan por su aspecto espigado, sus orejas puntiagudas y su piel perfecta y sin mácula, que puede ser de distinto color dependiendo de la raza en cuestión. Tienen una esperanza de vida de varios siglos, lo que los lleva a tener poblaciones con pocos infantes que están altamente protegidos por la comunidad. Suelen presentar altos grados de naturalismo, y suelen ser buenos conjuristas. No son especialmente fuertes, pero esa carencia la suplen con agilidad y destreza, convirtiéndolos en buenos espadachines y cazadores. Pese a su bajo número, están muy repartidos por el continente ya que han tenido tiempo para ello, a excepción de la última raza de elfos que llegó en el penúltimo arca, y residen en su práctica totalidad en la isla de Kishala.
Enanos: Solo se conocen tres o cuatro razas de enanos, y todas tienen en común su achapado aspecto, así como su fuerte musculatura y su resistencia natural al cansancio y las enfermedades. Con una esperanza de vida de uno o dos siglos, suelen tener siempre un periodo en la vida dedicado a vagar y conocer el continente, y no son pocos los que deciden quedarse en el exterior de sus minas durante varias décadas disfrutando de las amistades pasajeras de razas más efímeras. Dado que cuidan mucho sus monumentos, arquitectura e historia, es de sobra conocido que los primeros enanos llegaron al continente hace 2.400 años aproximadamente, ya que de esa época data su monumento más antiguo. Tienen una afinidad especial por los metales, siendo grandes forjadores y herreros, y no le tienen mucho aprecio a la magia, lo que los ha transformado en uno de los principales exponentes de la ciudad de Baldoran.
Humanos: Con una esperanza de vida de tres cuartos de siglo, la reproducibilidad de los humanos es mucho más alta que la de otras razas del continente, aunque nunca tienen una camada de más de una cría. La mayoría de las razas tienen unas características físicas similares, aunque existen unas pocas salvedades muy características y de gran rareza, que además resultan hereditarias. Están bastante expandidos por todo el continente, y es muy habitual encontrarlos en tareas que entrañen más peligro, ya que la principal característica por la que destacan es su poca capacidad para percibir el riesgo propio. Las dos principales características más poco habituales son la presencia de cuernos, la presencia de alas, o mucho más raro aún, la combinación de ambas cosas.
Hyugas: Conocidos como el pueblo del cielo, en las comunidades de hyugas cohabitan por necesidad y cooperación las tres razas existentes de esta especie, ya que sus características se complementan las unas con las otras, y aunque los resultados de reproducirse entre distintas razas es poco habitual, y con resultados más que todo variables o no viables, siguen perteneciendo a la misma especie. No son muchos los foráneos que llegan a estas comunidades, ya que suelen habitar en las zonas altas de las montañas, pero es conocido que en general se los conoce como hombres pájaro ya que son una especie que presenta en todos casos plumas, pico y alas. Son poco habituales fuera de las montañas, pero se conocen casos de viajeros políticos, comerciantes o exiliados. Cada raza tiene una esperanza de vida distinta, pero lo habitual es que puedan llegar al centenar sin problemas.
Minotauros: Figuras de gran presencia física, no es habitual pasar por alto a un miembro de esta especie. Con una esperanza de vida de medio siglo, son una de las múltiples especies que pueden tener una camada de más de un vástago a la vez, aunque la media habitual es entre dos y tres. Destacan de otras razas por sus potentes cuernos en la frente, así como por tener cascos en las piernas en vez de pies y tres dedos en las manos. Son corpulentos, con una gran fuerza física y pueden alcanzar velocidades bastante altas en la carrera, pudiendo seguir a un caballo al galope. Sus pieles presentan muchas tonalidades, pero dado que no suelen tener esas circunstancias en cuenta a la hora de buscar pareja, no es de sorprender que los hijos tengan colores y patrones heredados de los abuelos o antepasados de más arriba. Suelen vivir en manadas de familias, aunque a diferencia de otras razas no es tan poco habitual ver individuos o grupos reducidos separados de una manada y viviendo por su cuenta.
Miones: Aunque muchos los confundan por humanos a primera vista, un verdadero vistazo demuestra una serie de características nada habituales que los diferencian de estos, como la carencia total de vello, la palidez de su piel en toda circunstancia, los múltiples tatuajes que portan por todo el cuerpo y, sobretodo, su llamativa y especial capacidad para guardar grasas, lo que convierte a cualquier mion bien alimentado en una presencia rechoncha y de aspecto afable. Además, el hecho de que tengan cuatro orificios extra para respirar ubicados bajo la papada también resulta muy curioso. No son especialmente numerosos, pero es fácil encontrarse alguno de ellos allá donde vayas. Son muy buenos cocineros, y tienen una presencia social bastante fuerte. Tienen una esperanza de vida de dos siglos, aunque en determinadas circunstancias son capaces de expandir esta cantidad mediante técnicas que no gustan de revelar a los extraños.
Aifukis: Dentro de los hijos del desierto, pues éste resulta su habitat predilecto para habitar, se pueden encontrar dos razas diferenciadas entre sí pero pertenecientes a la misma especie. Aunque los métodos de denominarlos son varios, el más sencillo suele ser tratarlos por Altos y Bajos Aifukis, ya que su diferencia fundamental es no solo la altura que alcanzan, casi dos metros los primeros y poco más de uno los segundos, sino que sus cuerpos son figuras igual de anchas, pero depende de cómo de estirados hayan sido, viéndolos desde el exterior. Por lo demás, ambos comparten la piel de color negro capaz de almacenar calor para las frías noches, los dedos ágiles y diestros y una decente fuerza física por encima de lo aparente. Presentan cabelleras que crecen a una velocidad bastante lenta y tanto unos como otros tienen esperanzas de vida de alrededor de un siglo, aunque son muchos los que no la alcanzan por voluntad propia. Pues al contrario que otras razas, lo que impulsa sus cuerpos y mentes es pura fuerza vital, una energía extraña y poco estudiada, y que se puede infundir por diversos métodos en equipos u otros miembros de la especie... pero siempre de forma voluntaria, y nunca impuesta.
Nomaris: En Talandor existen muchas razas nómadas. Algunas viajan toda su vida de un lado para otro, vagando constantemente, cambiando de ubicación cada pocos meses o años. Otras se asientan durante una o dos generaciones y siempre acaban mudándose buscando un nuevo hogar. Entre estos últimos, de los más capaces de conseguir un hogar durante dos generaciones de longevidad media encontramos a esta especie. De característica piel verde, ésta puede presentarse más clara o más oscura dependiendo dónde habitasen los padres y abuelos, además de contar con formaciones únicas de piel moteada donde otras razas tienen pelo, del que carecen. Otro rasgo característico es que intercambian la disposición con respecto a otras razas del iris y la esclerótica, resultando en unos llamativos ojos normalmente negros en su mayoría, que les permiten adaptarse al medio que elijan de manera realmente eficiente. Por lo demás, suelen ser personas independientes y trabajadoras, normalmente amables y diestros con las herramientas, ya que desde jóvenes saben manejarlas para poder establecerse o preparar el camino. Otra característica bastante especial de los nomaris es que suelen alternar una generación con una amplia descendencia con otra de pocos miembros, siendo la primera la que suele viajar, y la segunda la que mantiene el asentamiento y posteriormente prepara a sus hijos para el viaje.
Nuwas: Las mezclas de especies inteligentes no son especialmente infrecuentes, aunque existan ciertas comunidades que consideran ese acto como una monstruosidad, y muchos son los casos en que la descendencia es estéril. Sin embargo, los nuwas, también llamados lamias de manera despectiva, han llegado en su desarrollo como especie a un grado superior a la hora de contrarrestar ese y muchos otros problemas derivados de la mezcla, siendo así la que mayor diversidad de razas presenta al mundo, muchas de las cuales son casos tremendamente singulares sino únicos. Además, esta amplia diversidad dificulta en gran medida la explicación de unas características comunes entre sí, aunque no la vuelve imposible. Así pues, el aspecto más distintivo que tienen los nuwas es que todos ellos cuentan con un cuerpo inferior en forma de cola escamosa que alcanza varios metros de largo en los individuos adultos, y cuyo color es independiente del que presenta el tronco superior. Esa extremidad inferior-cola es su principal método de locomoción, desplazándose mediante el serpenteo, aunque existen casos en que presentan alguna extremidad adicional que facilita o potencia ese movimiento. Por otro lado, es muy característico el hecho de que el tronco y extremidades superiores sean heredadas del progenitor que no pertenece a esta especie, encontrando así la total variedad existente. Por lo demás, los nuwas tienen una amplitud de vida que varía en gran medida con respecto a la especie progenitora ajena, o en caso de que dos nuwas se reproduzcan de sus ascendientes. De igual manera, presentan cierta variabilidad a la hora de reproducirse, pero en cualquier caso siempre existe un medio de ello, lo cual quiere decir mucho con respecto a la adaptabilidad de esta especie.
Enemigos especiales
Perfil Nº1
Nombre: ???
Aspecto [Imagen]
Especialidad: ???
Debilidades: ???
Otros:
-Al morir, estalla en llamas desde el pecho y la cabeza, eliminando así la totalidad del cuerpo.
-???
Criaturas del mundo
Holok: Ave de llamativos colores muy buscado y criado por sus plumas así como por las propiedades curativas de sus "antenas" frontales, útiles para varias pociones. Cuando criado en libertad, es un ave migratoria que viaja al norte en las épocas de calor, ya que pese a su aspecto es una criatura de climas templados. Efectivamente, su capacidad para orientarse es bastante representativa, y no son pocos los viajeros que han podido encontrar la senda por ver a una bandada de estas criaturas en plena migración.
Ratón mensajero: De apariencia similar a un roedor, aunque con un par de excepciones. Una de ellas, y la más vistosa, es el hecho de que cuentan con unas alas emplumadas en la espalda, que les permiten alzar el vuelo y recorrer grandes distancias en poco tiempo. La segunda, también notable, es que casi todo su cuerpo carece de pelo, por lo que las temperaturas bajas son muy perjudiciales para ellos. Se popularizó por encima de casi cualquier otro animal mensajero hace un siglo, dada su capacidad de viaje y peso y el mejor adiestramiento que se les puede inculcar, frente a otro animal como las palomas, además de ser bastante más higiénicaos que estas otras. Son muchos los pudientes que lo utilizan para comunicarse, y su única preocupación es que una lechuza u otro ave de presa nocturna pretenda cazarlos, por lo que se recomienda lanzarlos pronto por la mañana, para obviar esa clase de peligros.
Protodraco: Parientes lejanos de los grandes dragones, presentan ciertas semejanzas en la estructura corporal y ósea que evidencian que tal vez antaño tuviesen alas coriáceas, pero en la actualidad carecen tanto de éstas como de la capacidad de sus primos para exhalar fuego por la boca. Nativos de terrenos selváceos y de hierbas altas, son criaturas carnívoras de fuerte temperamento y con una capacidad mental limitada, que explotan especialmente al cazar en su grupo de manada, compuesta por una hembra dominante, varios machos, unas pocas hembras secundonas y las crías. Se dice que, pese a mostrarse habitualmente hostiles con otras criaturas, presentan cierta empatía con los draconianos, aunque no es muy habitual ver a uno de estos fuera de su terreno.
Oomoron: Grandes bestias cuadrúpedas de grueso pelaje de claros colores, son una de las principales razas medio-domesticadas (pues es posible encontrarlos de manera salvaje) que se usan como criatura de monta o tiro, principalmente en climas fríos. Tanto las hembras como los machos exhiben una cornamenta que les crece a lo largo de sus vidas, siendo la de los machos más grande. Aunque son de un material duro, no solo pueden quebrarse sino que en caso de hacerlo, suelen regenerarse con el tiempo y continuar creciendo, por lo que dentro de una manada es sencillo saber quién es el macho dominante pues será quien conserve los cuernos más grandes e íntegros. Por lo demás, son bastante tranquilos y prefieren pastar a andar por ahí combatiendo, lo que no los hace demasiado buena montura de guerra.
Ortinil: Ave de tamaño medio, es relativamente común en lagos y lagunas de climas templados. Durante las épocas de frío migra a climas más cálidos, para volver medio año después con el aumento de las temperaturas. El gran número que se forma al viajar, combinado con el buen sabor de la carne ha convertido a este pájaro en un manjar exquisito y buena piza para cazadores, aunque suele ser una presa difícil ya que sus alas le permiten realizar movimientos ágiles en el aire, equilibrados por su larga cola.
Flora del mundo
Árbol espiral: Con un patrón de giros hacia una u otra dirección dependiendo de cuál de las dos variedades de árbol sea, el espiral se adapta a climas con poca o casi ninguna lluvia, extendiendo sus raices varios metros desde la base en el mismo patrón que el tronco. Da frutos dulces y pequeños que florecen en múltiples flores carmesí que llaman la atención desde la lejanía, para luego caerse a las pocas semanas. Sus pétalos son un recurso bastante utilizado como tintes en toda la gama del rojo-naranja, y su dura y recia madera se puede reforzar con fuego y estirar con esfuerzo manual para dar conos alargados de gran resistencia, difíciles de tratar pero con resultados muy gratos.
Proscritos en la espesura
Asaltantes de caminos, una banda de proscritos y saqueadores se ha formado en los últimos tiempos atacando a los incautos y las caravanas de mercancías en el oeste de Illyos. Ha llegado el momento de que alguien se enfrente a ellos y les pare los pies.
Soldado raso: Equipado con una armadura bastante sencilla, normalmente una espada como arma y en la mano secundaria un escudo, cubren su rostro y otras partes delatoras del cuerpo para dificultar su identificación en caso de dejar supervivientes. No son especialmente buenos combatiendo, pero se aprovechan de que suelen superar en número a sus víctimas. Guiados por alguna fuerza tras de ellos, tardan en acobardarse y no parecen temer en exceso a la muerte en batalla. También suelen llevar hachas o mazas, y raramente alguno se hace con un arma a dos manos.
Capitanes gigantes: Armados con una alabarda y una gran garra, sus enormes figuras eclipsan las de las tropas que comandan, alcanzando alturas de entre dos y tres metros. Suelen atacar formando una pareja de capitanes y llevando un reflejo especular el uno del otro, lo que en ocasiones utilizan a la hora de combatir para aprovecharse del desconcierto del rival y así asestar un golpe definitivo en sus filas. Son resistentes y fuertes, y no dudan en utilizar a sus soldados rasos para lo que haga falta.