Partida Rol por web

Abristeis la puerta y encontrasteis un amplio pasillo repleto de antorchas

El ambiente parecía más y más cargado según avanzabais hasta el punto de sentiros casi asfixiados... pero de repente algo escuchasteis que os hizo abrir los ojos de par en par ¿un sollozo?

Provenía del final del pasillo, o al menos eso creíais. No dudasteis en correr en dirección a aquel sonido que parecía tan familiar. 

Finalmente llegasteis a una sala circular que apenas tenía iluminación, el sollozo era cada vez más fuerte. Vuestros pasos retumbaban por los alrededores hasta que una suave voz rompió el ritmo de vuestras pisadas.

¿Pa... padre? ¿Madre? ¿Sois vosotros?

Dijo la voz entre la oscuridad de la sala.

De repente, en una esquina oscura escuchasteis unos sollozos que iban en aumento, pero lo más importante es que al iluminar más la sala pudisteis reconocer con absoluta claridad a Tetra 

¡Estaba a salvo!

Al escuchar vuestra voz se giró lentamente... su rostro estaba sucio, repleto de lágrimas.

- ¿Padre?¡Madre! - gritó mientras dejó caer algo en el suelo. Al principio no os disteis cuenta de qué era, pero su asombro llegó cuando identificasteis el objeto que vuestra hija había dejado caer para abalanzarse a vuestros brazos... ¿era la... Trifuerza?¿Qué hacía con ella?

- Lo siento, lo siento, lo siento... debéis perdonarme... yo solo... yo solo quería ser como ustedes... yo no quería... no quería... no debí escaparme... -

Aquel pasillo que se abrió frente a nosotros en aquella puerta, se hacía cada vez más oscuros a medida que caminabamos, y para añadir tensión, el ambiente tetrico era casi tan denso que costaba respirar. Temía lo peor, algún ataque sorpresa, por ello me mantuve cerca de Zelda, con el escudo en una mano y en la otra, la mano de Zelda, entrelazando mis dedos entre los suyos. ¿Temor? Puede, pero a perderla.

Finalmente comenzamos a escuchar unos sollozos, y al mirar a Zelda en aquella densa oscuridad por la sorpresa, ambos corrimos hacia el foco del sonido.

Era Tetra, al fin - Hija mia - Fuí rápido a abrazarla sin darme cuenta de la trifuerza, al menos al principio. Cuando dejé de abrazarla la miré mientras ella estaba pidiendo disculpas a ambos. Aunque fuera un hombre de armas, la educación de un niño era diferente, y no se si era buena idea regañarla, así que solo se me ocurrió decir lo poco que sentía - Nos has tenido muy preocupados - dejando a Zelda la mayor parte de los abrazos hacia su hija.

La trifuerza estaba allí en el suelo y fui a recogerla mostrandola a ambas y mirando con una mirada confusa a Zelda. ¿Como había conseguido Tetra tener la trifuerza?

Era presa de los nervios, mi visión en túnel, casi no podía prestar atención a lo que estaba a mi alrededor, y un único pensamiento: ¡Tetra!.

Link me cogió de la mano y me transmitió toda su fuerza, con él sentía que era capaz de llegar al fin del mundo.

De repente oí lo que era la inconfundible voz de: Tetra, la habría reconocido en cualquier parte, no pude evitar correr hacia ella, búscarla y abrazarla. Cuando me quise dar cuenta Tetra estaba con la trifuerza lo cual hizo que mi felicidad fuera doble, no podía evitar estar emocionada por tenerla otra vez entre mis brazos.

-Tetra cariño, ya está, lo importante es que estamos juntos de nuevo.

Intenté calmarla, tenía que haberlo pasado realmente mal, la acaricié su precioso cabello pasándolo entre mis dedos.

-Ya ha pasado todo.

Cuando estemos más tranquilos la preguntaré a que se refiere exactamente y cómo ha sucedido todo, y quien haya hecho daño a mi hija, lo va a pagar.

De repente notasteis como el llanto y sollozo de vuestra hija se iba transformando lentamente en... ¿una carcajada? Un escalofrío recorrió vuestro cuerpo cuando comprobasteis que aquella inocente criatura que teníais delante había cambiado por completo.

Sus ojos, antes claros como el mar, ahora se tornaban rojizos, y una sonrisa irónica y a la vez malvada dibujó la angelical tez.

- Malditos ilusos, al final los viejos proverbios que hablaban sobre que los planes improvisados eran más efectivos van a tener razón - con un ágil salto, algo que no era propio de las habilidades de vuestra hija, "Tetra" se apartó de vuestra posición.

- Ahora os tengo justo donde quería, a mano para acabar de un rápido golpe con los "salvadores" de Hyrule y su legado... y a la par quedarme con la Trifuerza ¿podía pedir más? - 

- Defendeos porque de no ser así no me daréis opción a divertirme - sonrió maliciosamente ¿tendríais que luchar contra vuestra propia hija?

¡Morid!

El tornar del llanto en risa y el como comenzó a actuar Tetra, me sorprendió de sobremanera. No pude evitar el sentir miedo porque Tetra fuera poseida por alguna especie de espiritu o algo peor, pero sus palabras me hicieron reaccionar y pensar en lo peor - ¿Es posible? ¿Ganon? - No quería pensarlo realmente, pero... si fuera Ganon, si fuera una posesión, no sabría si podría siquiera tratar de atacar a Tetra

-Tu... ¿Quién eres? ¿Que has hecho con nuestra hija? - Extendí la espada maestra en su dirección pero al instante, al ver que por fuera es Tetra, la bajé - Tsk. - no sabía como reaccionar ¿Como se supone que podría derrotar a un ser que se encontraba en el cuerpo de mi Tetra? - No juegas limpio - envainando mi espada, puse el escudo para al menos tratar de proteger a Zelda y a mi de sus ataques - N-no... no se que hacer... - miré a Zelda tras decir eso sintiendome derrotado sin siquiera haber empezado la batalla.

¿Qué está pasando?. No podía creer lo que veían mis ojos. Estaba tan en shock que no podía reaccionar.

Era tan sumamente discordante ver a mi hija así, diciendo unas palabras que salen de su boca pero no son de ella.

Tetra... que te han hecho...

-Tetra, se que estas ahí, quiero que sepas que esto no va a cambiar lo que siento por ti, que te voy a seguir queriendo incondicionalmente.

Me puse en guardia, no sería la primera en atacar y voy a intentar seguir sus movimientos, si llegara el momento intentaré hacerle el menor daño posible, si es que es realmente mi hija.

Por esto tenemos que estar precavidos la respuesta no es simple, es de sabios saber esperar.

Tetra, si es que realmente era ella. Con suma violencia saltó sobre ustedes como una bestia felina enfurecida por artes oscuras.

De sus manos ahora salían garras, unas afiladas armas improvisadas que sirvieron para cortar la carne del Rey de Hyrule.

Link no quería dañar a su hija, pero eso le llevó a ser un blanco fácil para ésta.

Insaciable, Tetra quiso ahora atacar a su madre, pero justo cuando parecía que su garra iba a sesgarle la vida a Zelda, se detuvo.

Pudisteis ver entonces algo increíble, Tetra estaba luchando, luchando consigo misma. Su mano temblaba, algo la había hecho detenerse antes de dar el golpe final. De su rostro brotó una lágrima, no había dudas de que estaba sufriendo.

El daño producido por Tetra, era atroz. No tanto por el daño fisico, sino por ser Tetra de quien viniera, poseida de aquella manera. Pero cuando vi que se lanzó hacia Zelda, abrí sorprendido los ojos cuando creí que iba a darle, y para mi sorpresa, se detuvo.

Las palabras de Zelda, eso fue lo que la hizo reaccionar, lo que hizo que el cuerpo de Tetra se detuviera en seco. Yo solo ataqué, como solo sabía hacer, contra aquel ser que nos hacía daño, primero a Tetra, pero Zelda supo llegar a la realidad. Entonces me acordé de que cogí la espada de Tetra, simplemente como amuleto que llevar conmigo, o por si al encontrarla le servía de defensa. La espada de madera. Me acerqué por la espalda y llamé su atención con la espada de madera en mi mano.

-Tetra - dije firme mirandola a ella para que pudiera mirarme - Haz caso a tu madre. Que hayas salido tu sola a por la Trifuerza, no cambia nada, eres nuestra hija, y te seguiremos queriendo, por siempre. - Entonces volteé la espada para agarrarla por la hoja y dejar el mango hacia Tetra - Ahora, tienes que ser fuerte, tienes que luchar, como cada mañana entrenamos a pesar de que a tu madre no le guste demaisado, y para ello, nosotros estamos aquí, para ayudarte a que seas más fuerte, dia a dia. Paso a paso. - Lucha Tetra, lucha y ven a nuestro lado. - Esperaba que mis animos así como las palabras de su madre que eran más fuertes y sabias que las mias, la ayudaran.

Mi cara cambió radicalmente cuando ví como clavaba sus garras en Link, como quien refleja el horror en sus ojos, pálida, me quede inmóvil, creo que es una imagen que difícilmente podré borrar de mi memoria.

Allí indefensa me hallaba y cuando me preparaba para recibir un golpe fatal, Tetra se paró en el último momento, y entonces la luz volvió a mis ojos. -Hay esperanza. Las fuerzas volvieron a mi y di un brinco hacia atrás.

Me moví rápida hacia Link y puse mi mano en la suya, sujetando la espada de madera.

-Tetra, tengo fé ciega en ti, se que estás ahí. Di un paso hacia adelante junto con Link.

Y sin mediar palabra extendí mis brazos entregándome a Tetra, completamente confiada, dispuesta a dar mi vida por ella.

Tetra siguió paralizada, os observaba con determinación, aún su ceño estaba fruncido y sus brazos adoptaban una posición de ataque, pero no terminaba de culminar la acción.

Os estaba escuchando ¡lo sabíais! de lo contrario porqué iba a detenerse, sin embargo la lucha interna que estaba llevando a cabo la pequeña heredera de Hyrule era indescriptible.

Notasteis como su cuerpo seguía en tensión, pero de repente algo escabroso ocurrió. Una neblina oscura comenzó a envolver el cuerpo de la pequeña y acto seguido sus ojos se tiñeron de un rojo aún más llamativo.

¿Era Ganon marcando su poder? No lo sabíais con certeza, lo que sí sabíais es que estabais indefensos frente al demoledor ataque que realizó la pequeña ante unos esperanzados padres que esperaban con palabras recuperar a su mayor tesoro.

Los zarpazos recibidos no dolían tanto como el saber que no podíais recuperar a vuestra hija. Caísteis al suelo abatidos, malheridos... sin fuerzas ¿pero también sin esperanzas?

La sangre cubría vuestro cuerpo mientras con ojos entrecerrados podíais ver como Tetra jadeaba con violencia, como si una furia interna dominase su cuerpo.

Por desgracia vuestros párpados empezaron a hacerse más y más pesados... estabais perdiendo el conocimiento... ¿sería éste vuestro fin?¿sería el final de Hyrule?

Lo habiamos conseguido, habiamos frenado a Tetra, la estabamos haciendo luchar, la estabamos recuperando... hasta justo que llegó esa niebla la cogió y... todo se perdió

Un simple ataque dado a ambos, acabó con nosotros. Ganon, manejando a nuestra propia hija, a nuestro único punto debil... nos derrotó corrompiendo su alma - NO - Pensé mientras caia viendo como Zelda también lo hacía - No puede acabar así... Tetra, tienes más fuerza. Siempre lo has demostrado... Espada Maestra, Trifuerza, Diosas, QUIEN SEA. Ayudad a Tetra y a Zelda, llevadme a mi si quereis pero no dejeis que ellas caigan de esta manera - Estaba orando y rezando esperando que quellas meras palabras que no podía pronunciar, se cumplieran...

Pero mis fuerzas se agotaban, ya apenas podía ver, mi visión era turbia y mis parpados cada vez se cerraban más y más - Este no puede ser el fin... al menos no para Hyrule... Tetra... Zelda... siempre os querré - pero finalmente cerré los ojos notando como mis fuerzas abandonaban poco a poco mi cuerpo, sin poder hacer algo que pudiera ayudarnos

Como en una centésima de segundo que viví como si fueran horas, Tetra se acercó hacía mi y acabó con mi vida.

¿Este era el final?, mi cuerpo empezó a sentirse pesado, muy pesado, y mis párpados se empezaban a caer, lentamente, notaba como una oscuridad abrumadora se acercaba y me abrazaba.

Un último pensamiento de haber fallado a mi hija cruzó mi mente y una última lágrima cayó, ¿qué debería haber hecho, en qué me había equivocado?, y justo antes de que el telón cayera, un sentimiento de ira indescriptible salió de mi, un grito sordo, hacia la injusticia, hacia Ganon, hacia la oscuridad.

De repente, notas como todo comienza a volverse oscuro.

¿Qué significaba?

La negra espesura terminó por rodearlo todo, ahora tan solo había silencio y un vacío infinito.

¿Ganon había ganado? ¿O se trataba de otra cosa?

De pronto, una luz comenzó a concentrarse en un punto. Ese punto empezó a tomar forma y antes de que te dieses cuenta comprobaste que frente a ti estaba Zelda, semidesnuda, con un semblante de vulnerabilidad... sin embargo parecía que ella también acababa de percatarse de tu presencia ¿dónde estabais? ¿qué había pasado?

De repente, notas como todo comienza a volverse oscuro.

¿Qué significaba?

La negra espesura terminó por rodearlo todo, ahora tan solo había silencio y un vacío infinito.

¿Ganon había ganado? ¿O se trataba de otra cosa?

De pronto, una luz comenzó a concentrarse en un punto. Ese punto empezó a tomar forma y antes de que te dieses cuenta comprobaste que frente a ti estaba Link, semidesnudo, con un semblante de vulnerabilidad... sin embargo parecía que el también acababa de percatarse de tu presencia ¿dónde estabais? ¿qué había pasado?

La oscuridad me abrazaba y yo me dejaba hacer, cada vez más cerca, sobre mi.

Hasta que empecé a ver una luz, cálida, tranquilizadora, empezó a tomar forma y ¿Link? ¿Qué significa todo esto?, no entendía nada mi cabeza estaba llena de incógnitas, me avalancé desesperada hacía la luz huyendo de la oscuridad.

Esa Luz era Link, una sensación de paz me inundó, he intenté abrazarlo con todas mis fuerzas.

Abatido por aquella oscuridad insondable, me hallaba sin saber que iba a ocurrir aún

-¿Por qué aún no ha terminado todo? - Entonces ví, ese punto de luz. Ese foco que para mi era la mayor luz de mi vida, por la que luchaba cada día. Zelda. Estaba allí, al igual que yo, y además trataba de acercase para alcanzarme en un abrazo.

Extendí mis manos para unirlas a las suyas y no perderla jamás abrazandola en un fuerte y cariñoso abrazo - Zelda... Si esto aún no ha acabado, ojalá podamos volver. Nuestra hija nos necesita, pero... Ojalá las hadas pudieran darnos una segunda oportunidad...

Escucháis una voz distorsionada que parece provenir de todos lados.

Vol..

Ed... ved...

....

Des... tad...

..

..... ....

¡Os necesito!

La voz parecía cada vez más clara

¡Vamos!

¡Despertad!

De repente se escuchó el rechinar de una espada. Sentíais una gran presión en vuestro interior. Teníais estrés, mucho estrés ¿pero por qué?

Poco tiempo tardó en ser la imagen más reveladora. Abristeis los ojos de una manera mágica, ahora veíais claramente lo que estaba sucediendo...

¡Estabais luchando contra vuestra propia hija!

Vuestros cuerpos se manejaban guiados por la ira, pero no era vuestra ira ¡era la del Rey Oscuro Ganon!

Los músculos de vuestro cuerpo se manejaban bajo su dictamen, y no había nada más horrible que comprobar que vuestra hija, alguien que no estaba tan versada como ustedes en la lucha, tenía que luchar sola.

- Por favor no me hagáis esto - dijo la joven aventurera con las lágrimas en sus ojos. Su cuerpo tenía varios cortes, con lo cual implicaba que había sido herida ¿por ustedes?

- Sé que podéis oírme... yo quería ser una heroína pero no a este precio... por favor... despertad... necesito que me ayudéis - casi de milagro, Tetra esquivó una flecha lanzada por Zelda.

Abrí los ojos, y desperté de una terrible pesadilla, o eso creía. Cuando recobré mis sentidos, pude ver cómo Tetra había resultado herida, y empecé a notar cómo mis brazos sostenían el arco, buscando otra flecha dispuestos a asestar un golpe a Tetra.

Me empecé a dar cuenta de que era yo y Link, los que la habíamos hecho daño a Tetra, que nos estaban controlando, algo cómo una fuerza superior. Tetra nos suplicaba que no la hiciéramos esto y ahí estaban mis brazos dispuestos a hacerla daño otra vez.

Una ira y dolor indescriptible me invadió, lo tiñó todo, como si cada herida que tenía Tetra en su cuerpo, pudiera sentirla yo, abierta en el mío en ese momento. Un grito desgarrador fue lo único que pude expresar.

-¡NOOOOOOOOOOOOOOO!.

Las lágrimas brotaban como un río de mis ojos, -¡párate, párate, párate!. Ese era mi único pensamiento, pero mi cuerpo no obedecía, y se disponía a volver a hacerla daño.

-Estos no somos nosotros... No... No sabía ni que decir, me sentía derrotada, prefería estar muerta a tener que hacer daño a mi propia hija de esta forma.