Partida Rol por web

Tu plan estaba decidido, la enfermedad avanzaba lenta pero no se iba a detener por muchos médicos que intentasen hurgar en tu interior, eso lo sabias y después de una vida trabajando para dedicar tu ancianidad a los placeres de la tranquilidad y el lujo esa maldita había nacido para intentar arrebatártelo. Te llevo varios meses tomar la decisión, pero finalmente te asentaste en que era lo correcto y lo que debías hacer, las palabras de los que eran tus amigos de toda la vida no te echaron para atrás, tu eras un hombre de riesgo, siempre lo habías sido en tus negocios y ahora no iba a ser menos.

La maleta te esperaba en el coche y tu sombrero en la percha del espejo antes de la puerta, unos pequeños pasos y estarías en el coche, unas horas mas y por fin alcanzarías tu destino Las Vegas.

Thomas observó el enorme jardín que rodeaba su mansión como si fuera la última vez que tendría la oportunidad de disfrutarlo. Tal vez sea realmente la última. Había pasado los seis últimos meses en la Clínica Mayo y el medio millón de dólares invertido tan solo había servido para confirmar una cosa, se moría irremediablemente. Tras años de sacrificio y de duro trabajo poco había quedado de sus sueños, triturados bajo el implacable tiempo y el trabajo diario de su imperio comercial. Siempre había pensado en retirarse un día y disfrutar de todo aquello que había logrado en su vida pero nunca se presentó el momento oportuno. Realmente nunca habría dejado todo para disfrutar del simple echo de vivir .

Tras despedirse sentimentalmente de lo que había sido su vida el millonario se encaminó hacia la puerta de la casa. Sebastian, su ya anciano mayordomo, le esperaba con el abrigo y el sombrero. - Señor, su abrigo, fuera hace frío- el comentario sonó casi irónico dado el estado de Thomas pero este agradeció con un gesto de cabeza la preocupación que su criado mostraba por él. Treinta años de servicio y te preocupas hasta en el momento de mi muerte . - No te preocupes, tal vez dentro de poco este en un lugar mas húmedo- sonrió ante la macabra visión que su propio comentario creó en su imaginación y se puso el sombrero que le tendían - Cuando ya no este podrás disfrutar de tu merecido descanso amigo, he dispuesto que te guarden un buen pellizco, una cantidad que no podré jugarme en mi nuevo destino- dijo mientras se encaminaba hacia el coche - Cuídate-. Poco a poco el ronroneo del coche dejó de escucharse en la mansión, tal vez aquel sería el último día de trabajo de Sebastian.

El viaje hacia el aeropuerto no ha durado mucho pero montarte en el coche ya te supone un gran esfuerzo y estás cansado. Llegas al aeropuerto con 2 horas de antelación y cuando abren tu puerta descubres ante ti, esperándote, a una atractiva azafata Buenos días Mr.Clearance, mi nombre es Sarah Weiskmant y voy a ser su azafata personal durante el vuelo, así que si me permite voy a mostrarle la sala VIP de espera dónde podrá hacer un poco más amenas estas dos horas. Si necesita cualquier cosa no dude en decírmelo estoy a su entera disposición. Sígame por favor.

Dejas que ella vaya por delante y la sigues, tras unos cinco minutos apareces en la sala de espera donde sólo pueden estar gente de tu misma posición social. La sala está compuesta por unos sofás dos televisiones de plasma, un restaurante y dos bares,uno de ellos especializado en cockteles, además de los baños.

Aquí estamos. Se gira hacia a ti y te habla con un tono bastante amable. Voy a encargarme de la facturación de su equipaje y enseguida vuelvo. Si necesita cualquier cosa puede decirle al personal de seguridad que me localice, pero no tardaré nada.

La joven azafata tomó la maleta y caminó unos pasos hasta la entrada de la sala. Thomas agradecía todo tipo de atenciones desde que estaba enfermo y se alegraba de poder disfrutar de sus últimos días a lo grande. Miró la sala, que se encontraba prácticamente vacía, y dirigió sus pasos hacia el servicio. Desde que le su enfermedad estaba diagnosticada como terminal siempre llevaba a mano un paquete con morfina para soportar los intermitentes dolores. Despacio, una vez en el baño, se levantó la camisa y pinchó una de las dosis en el tejido adiposo de su cintura. Siempre odié las drogas y ahora me mantienen en pie. ¿No es irónico?. El anciano dejó la aguja de nuevo en el pequeño maletín y se limpió la herida con un algodón humedecido en alcohol para evitar una infección. Este gesto es completamente absurdo, aunque sufriera una infección probablemente me mataría antes en cáncer. Que vacíos son los gestos en ocasiones..

Thomas salió del baño y se sentó en uno de los sillones que se encontraban en la sala VIP. Cogió uno de los periódicos y empezó a leerlo, le encantaba estar al día de las noticias mundiales. Otro gesto absurdo. Ya no sirve de nada que sepa que es lo que ocurre en el mundo, no puede afectarme. Desde qua había conocido su enfermedad se preguntaba en numerosas ocasiones sobre la necesidad de los actos. ¿Acaso tienen algún sentido si no tienes futuro?. Una pequeña sonrisa asomó a sus labios ante la ocurrencia. Si no tienes tiempo todo lo que hago carece de sentido. ¿Acaso vivimos siempre en un sueño vació esperando esta calma que da la muerte?. Parece ser el único momento en el que uno se plantea porque hace realmente las cosas. Las hacemos para ocupar el tiempo hasta nuestra muerte. El anciano continuó impasible leyendo cómo la guerra de Irak afectaría el futuro de sus vidas. La cínica sonrisa apareció de nuevo en la comisura de sus labios.

Mientras estás con el periódico absorto en tus pensamientos constantes sobre el futuro que se avecina irremediablemente, oyes un aviso por megafonía para empezar a prestarle atención. Es la llamada de tu vuelo, dentro de poco estarás en Las Vegas para disfrutar de tus últimos días. Miras a tu alrededor buscando a la señorita Sarah que tan amable se había mostrado tiempo antes y la localizas. La mujer, vestida con el traje impoluto de la compañía se acerca hacía a tí para darte los billetes y mostrarte el camino hacía el asiento de tu avión. Por aquí Señor, le hemos puesto en un asiento amplio y con ventanilla cómo pidió. La sigues, tus pies cansados de tanto años funcionando a la perfección muestran signos evidentes de que ya no pueden seguir el ritmo de los jóvenes. Pasas por la manga y aparece frente a tí el avión dónde otra señorita está en la puerta y te da un par de periódicos, entre ellos el Financial Times, para hacer tu vuelo más ameno.

Este es su asiento, el número trece, si desea cualquier cosa,por favor no dude en pedirlo a mí o a cualquier persona de tripulación, que estaremos encantados de ayudarle. Su mano te dirije hacia el asiento, puesto que aunque es amplio, no deja de ser un avión y te resulta dificil acomodarte. Una vez sentado la voz, ya familiar, te vuelve a interrumpir. Señor Clearance, si quiere abróchese ya el cinturón porque en unos minutos estaremos volando hacia Las Vegas.

El anciano asintió con un leve gesto ante las indicaciones de la azafata y se sentó en su asiento de primera clase. Hacia ya mucho tiempo que estaba acostumbrado a los lujo e incluso aquella enorme butaca abatible que le permitía dormitar durante el vuelo le parecía un lugar angosto. - Señorita, le agradecería que me trajera una carta para degustar algo durante el viaje. Parece que tengo algo de apetito – dijo mientras se daba un par de pequeñas palmaditas sobre la barriga. - Por cierto, cual es la selección de películas y música para el vuelo?. Espero que tengan algo de mi agrado – dijo mientras acomodaba la inclinación del respaldo.

Muchos de sus amigos le habían preguntado acerca de su destino estos últimos días. Le habían ofrecido pasar los últimos días con él, pero se había negado. Tras despedirse de todos en un gran banquete había encargado aquel viaje a Las Vegas, la única ciudad capaz de ofrecerle todos los placeres posibles sin cambiar de acera. En ocasiones el mismo se cuestionaba que buscaba allí ¿Qué pienso encontrar allí? . Solo el tiempo, ese terrible ente que pendía sobre el destino de todos, tenía la respuesta y el fin a sus cavilaciones. Acabaré con todo. Será un grandioso final .

Después del despegue el cual ha sido suave y tranquilo la azafata vuelve solícitamente a tu lado para atender tus peticiones, a los pocos segundos regresa con una carta en la cual encuentras desde los pobre bocadillos y refrescos ofrecidos a todos los pasajeros hasta una sección especial dedicada a los pasajeros vips. En ella se ofrecen varios vinos, extranjeros todos, la mayoría franceses, pero también puedes encontrar alguno español o italiano.

BODEGA

Vinos D.O., Cervezas, Refrescos de todo tipo, Cava Semi Seco o Brut Reserva, Champagne, Aguas Minerales, Café Crema, Infusiones, Surtido de Finos Licores: Whiskies, Brandy, Anís, Ron, Ginebra, Licor de frutas de Melocotón y Manzana, Ponche, Cointreau, Pacharán.

PRIMEROS PLATOS

*Ensalada de Mezclum con queso de Cabra templado con confitado de bacon, pasas y piñones.Ensalada de contrastes.
*Crema de Setas con salteado y aceite de Trufa.
*Carpacio de Ternera con virutas de Parmesano.
*Salmón fresco en salsa de cava.
*Suquet de Rape con Cigalas.
*Lenguado a la crema de almendra con frutos del mar.

SEGUNDOS PLATOS

*Entrecot de Ternera a la brasa en salsa del chef.
*Solomillo de ternera marinado de vino oporto y champiñones.
*Costillas de cabrito empanadas en pan de almendras y dos salsas.
*Confit de pato al horno en salsa de Marsella y roquefort con pasas y piñones.
*Pollo de corral braseado al horno con guarnición.

La carta es bastante mejor de lo que esperabas y la azafata te la da sonriente mientras añade Voy a consultar la selección de música y cine disponible mientras el señor elige.

Al poco de ajustarme el cinturón y hablar con la azafata el aparato comienza a rodar por la pista. El despegue era algo más que un simple vuelo para mi, significaba dejar definitivamente atrás la tierra que me había visto crecer, la tierra que me había dado todo lo que poseía. COn un pequeño gesto de impaciencia atiendo ante las indicaciones de las azafatas que se afanan en explicar como debemos de evacuar el avión en caso de accidente, mi mente divaga y se para un instante la misma idea recurrente que aparece en estos momentos. A fin de cuentas si el aparato se estrellase no sobreviviríamos ninguno . Mis ojos se posan en los ocupantes de los asientos adyacentes, gentes de negocios ocupados en revisar los informes antes de llegar a sus destinos. Nadie interesante.

Mi mano tomó, ligeramente temblorosa, la carta que la bonita joven me tendía. Vaya, por fortuna parece que han decidido mejorar sus ofertas en vuelo. Al menos podré disfrutar un poco más del viaje. Reviso lentamente la carta de vinos recordando otros momentos en los que disfruté de los mismos caldos. Un Ribera del duero podría ser una buena elección para acompañar a la comida . Poco a poco los platos se van desgranando ante mi, apetitosos todos ellos, pero algunos demasiado pesados para mi envejecido estómago. Debería tomar un único plato, un pescado que son mas ligeros. La sonriente azafata se detuvo de nuevo junto a mí, esperando que le indicara que deseaba para comer. - Tomaré un Lenguado a la crema y un ribera del duero gran reserva para acompañarlo. Por favor, asegúrese de que la botella no estaba abierta previamente, necesita oxigenarse tan solo un cuarto de hora y si se mantiene descorchada durante más tiempo el buque se echa a perder- dije mientras le tendía de nuevo la carta - Por cierto, ¿Qué hay de la música y las películas?-

La azafata asiente solicita cuando encargas el plato, al referirte al vino espera sonriente a la explicación, no se preocupe señor Clearance, las botellas son de uso individual, no mantenemos botellas grandes por lo que ha comentado usted, si las abriésemos y esperásemos de un vuelo a otro no podríamos ofrecer a nuestros clientes lo que nos han pedido en un estado optimo. Recoge la carta y se la lleva detrás de la espalda con una mano mientras con la otra se asegura frente a unos pequeños bamboleos agarrándose a la parte superior del asiento contiguo.

No se si le dará tiempo a disfrutar de una película completa, pero en la sección de música disponemos de música clásica por los mejores maestros, Chopin, Mozart y los clásicos destacando obras conocidas como la novena sinfonía. También puedo ofrecerle en este campo el concierto del nuevo mundo de Dvorak y la suit del cascanueces de Chaikovsky. Toma aire unos segundos mientras una de sus compañeras pasa por detrás para ir a atender a otros usuarios del vuelo. En cuanto a películas si no le importa perderse parte del final puedo ofrecerle algunas de Alfred Hitchcock como La trampa o La ventana indiscreta. Si desea un cine mas comercial puede pedirme algún estreno que no haya tenido la oportunidad de ver en la gran pantalla. ¿Quizás cine histórico?

El magnate atendió las palabras de la azafata durante unos instantes mientras aprobaba lo que ella decía. - Bien, en ese caso no deseo realizar ningún cambio en el almuerzo- dijo mientras la chica se afanaba en agarrarse elegantemente ante unas pequeñas turbulencias. Tras unos instantes de indecisión acerca de la música que quería escuchar le señaló las obras selectas de Tchaikovsky y esperó a que se retirara. Tras unos pocos minutos la azafata le entregó unos cascos de diseño y el almuerzo. Tras el intercambio amable de palabras la mujer se retiró y el anciano comenzó a disfrutar de su comida. Un magnífico placer el poder mezclar estos sabores, que pena que esto se esté acabando, podría repetirlo durante toda una eternidad. El hombre degustó pacientemente su plato acompañado por el coro de funestos pensamientos. En realidad el viaje estaba siendo mas agradable de lo esperado.

Señor, si no desea nada más Te interrumpe la señorita azafata mientras estás absorto en tus pensamientos Le rogaría que se abrochara el cinturón porque en cuarto de hora estará usted en el aerpuerto de Las Vegas. Un trabajor del Hotel va a venir a recogerle pero no se preocupe que yo le acompañaré hasta la salida y esperaré con usted sino llega a su hora.¿Hay alguna cosa más que pueda hacer?

La azafata tenía razón, el Hotel disponía de un chófer que te iría a buscar al aeropuerto y te llevaría al hotel, al fin y al cabo, con tu edad y el espacio tan reducido del avión, estás muy cansado, la artrosis te está haciendo polvo,y te duele un poco la cabeza.

El hombre, cansado de la misma postura y de la estrechez del avión se removió inquieto en su asiento. - No se preocupe, de momento tengo todo lo necesario- dijo mientras se abrochaba el cinturón y erguía el respaldo. -¿Cómo ha dicho que se llamaba el hotel?- el anciano estaba deseoso de llegar al hotel del casino para solicitar uno de aquellos masajes que le habían recomendado- Estaré encantado de que me acompañe uno sinstantes más si no es pedirla demaiado señorita- . Al menos podría disfrutar de los placeres de la vida un última vez antes de despedirse de todo, Carpe Diem.

La azafata no quita la sonrisa de su cara Molestias no señor, ya sabe que soy por hoy su azafata personal. Luego parece que rebusca entre sus papeles Sí, su hotel es... Mandalay Bay Te vuelve a mirar, siempre sonriente. Madre mía Mr.Clearence se lo va a pasar genial,va a estar como un niño con zapatos nuevos, ¿está preparado para horas y horas de juego? ¡porque todo el mundo va a Las Vegas pensando ganar una fortuna con los dados!

Thomas miró a la jovencita con sus cansados ojos y sonrió ante un mudo chiste personal. - Si, voy a disfrutar mucho d emi estancia, de eso no cabe duda- dijo ientras observaba a la azafata -Pero mi intención es bien diferente a la de los demás, yo deseo perderlo todo-. Antes de que la joven pudiera decir nada el anciano sacó un billete de 500$ y se lo tendió. - Me ha tratado usted muy amablemente y dudo que pueda favorecerla de algún modo en el futuro, como tengo constumbre. Espero que acepte este pequeño presente como el obsequio de un excéntrico anciano-el hombre esperó a que el avión terminara de aterrizar y a que la señorita le acompañara hasta su chófer, ya era hora de llegar a un ligar adecuado para descnasar, su enfermedad no hacía mas que acosarle con dolorosas promesas.