Partida Rol por web

Escena 3 sangres Duncan y Aussir

Duncan y aussir.... podeis empezar

Salgo de mi tienda con una mano en mi amuleto y la otra cargando mi gran escudo. -No habrá trucos, solo mostrare mi fuerza y habilidad. Es el precio de mostrar lo que valemos.- Menciono a mi camarada de camino al campo de batalla.

Un lustre oscuro el de mi armadura, y junto, brillaban los cuernos como púas que salían de ella. Los elfos oscuros del norte son buenos artesanos, aunque tardaron años en hacerme una armadura a medida. La espera vale la pena.
El gran escudo pavés que portaba era de lo mas normal. Pero el martillo que portaba relucía tanto de los golpes que ha dado con su cabeza como tal su calidad...

Entro a la arena, el publico grita. Realmente esperaban verme en una demostración de fuerza como esta. -Banales, pues esperan a que golpee a aquel pobre caballero con esto.- Digo hacia mis adentros. Entonces saco y alzo mi pesado martillo de guerra y efectivamente el publico estalla eufórico. -Realmente lo esperaban...-

Me centro en la arena, de frente a la entrada del otro competidor. Tiene mis respetos, pero no seré suave por eso...

El caballero se encontraba en la arena, frente a su contrincante, Aussir, alardeaba de su martillo, se trataba de un fiero guerrero, no cabía duda, pero era respetuoso con el Codigo y la Medida. Sería una buena pelea. 

No podía quitar la mirada del primer combate,  estaban deshonrando todas las leyes de caballería, no había fintas ni golpes ni contragolpes...... menuda vergüenza, deberían de penalizarlos...... Al fin le han llamado la atención "Bien hecho". Por el bien del espectáculo deberían de haberlo hecho antes, pero aún no era tarde. Una vez más centró la atención en su contrincante,  era un ser honorable, estaba esperando a que su adversario diera muestras de estar preparado para comenzar. "Mis respetos, caballero". Ha cesado la lluvia de hortalizas a la primera pareja de combatientes, y comienzan de nuevo a pelear, que rápido está sucediendo todo. Me sorprende como el caballero Mikelus usa la lanza, admirable, pero no es de mi agrado, hay que ser rígido con las normas y yo también las estoy quebrantando y despreciando por ello a mi contrincante. Pongo la mente en blanco me centro en el luchador que tengo enfrente esperando a que yo actúe. Apelo a la fuerza del honor y me lanzo hacia él. "Demos un buen espectáculo,por Paladine...." Avalanzo mi espada sobre él, pero su gran escudo hace que rebote el arma inofensiva........

Mi oponente se lanza rápidamente pero logro sacarlo con el gran escudo.
Su espada falla, su defensa decae, él retrocede, yo avanzo... y mi martillo se hace un lugar en el aire para descender sobre él...
Pero me logra esquivar.

Tenía la esperanza de golpearlo, su guardia había bajado en la carga. Tenemos igual oportunidad de golpear el uno al otro, y es lo que cuenta. Aunque más le costará levantarse si le alcanzo...

-Este encuentro será de mi agrado, caballero- Menciono mirándolo a los ojos.

La espada me dio en su escudo, el contrincante intenta devolver el golpe, tambien falla. Nos miramos. Danzamos en círculo, una leve finta, un amago de golpe.... Las miradas no se separan. Los contrincantes están absortos en su baile de espadas, es un combate muy igualado. Ninguno se quiere arriesgar a dar un golpe certero que baje su defensa. 

Todo transcurre a cámara lenta, noto como varias gotas de sudor recorren mi espalda bajo el abrasador sol de la tarde, dejandome surcos helados por donde pasan. Me aventuro a dar un golpe......Suspiros en las gradas, mi espada encuentra resistencia. No ha sido letal, pero suficiente para puntuar.-No he venido a matar a nadie, solo es un torneo.- 

El sudor corre por mi frente, es semidragón frunce el ceño, quiere devolverme el golpe..........

Esa estocada pudo haber sido critica, supero mi escudo, mi armadura y mis escamas... Mis ojos se cierran al sentir el sabor del acero en mi carne. Es un sabor dulce debo reconocer.

Muestro los dientes en media mueca de gracia -Ha sido un bueno...- Debo reconocerlo.

Entonces alzo mi escudo y me inclino tras de este, puede que por el dolor, puede que sea una estrategia... alzo mi martillo por detrás, en forma oblicua y en cuanto puedo me adelanto, me abro y lanzo un poderoso marillazo que termina golpeando en la tierra. Lo arrastro rapidamente y vuelvo a mi posición...

Este semidragón parece impenetrable, se está blindando aún más-La lucha no deja de ser una danza de golpes y esquivas. Los escudos suenan como tambores que acompañan los movimientos de ágiles bailarines que hayan entrenado juntos durante años el arte de la danza de espadas. El martillo del contrincante no desmerece su elegancia, acosa al caballero una y otra vez, pero gracias a sus movimientos, y tal vez a la diosa fortuna, aún no ha podido hacer sangre en el adversario. El público está absorto, alborotado, otro de los combates ya ha terminado, el otro joven caballero ha superado a su adversario. Al final la disciplina en el combate de años de estudio y perfeccionamiento, ha dado su fruto. En este combate todavía no hay nada decidido -parece que este tanto va a ser mío Y lo es el joven caballero aprovecha un lento retroceso del guerrero tras un golpe fallido para volver a puntuar.....  Los observadores gritan alborozados, la balanza se va decantando hacia el caballero, incluso puede el el archiduque este sonriendo.....

Como pudo ser que haya superado mi defensa? Tal ha sido su suerte que ha encontrado un hueco en ella... Eso me molesto. Abro mi defensa, adelanto fuerte un paso, alzo el martillo y ataco.
El caballero logra evadirme una vez mas...
No puedo permitirme perder así, al menos no sin alcanzarlo una vez!
Mi descontento se notaba en los bufidos de mi respiración...

El joven caballero nota la indignación del contrincante, está siendo un duelo muy digno, como dicta el Código y la Medida. Todos los espectadores están pendientes de ellos, ya se ha acabado el primer combate, solo quedan dos. El digno contrario por fin baja la guardia y se centra más en el ataque, ahora es su oportunidad. El archiduque está observándolo, las damas no le quitan la mirada de encima, incluso Paladine lo tiene en su punto de mira.

-No puedo fallar- Y con este pensamiento en la cabeza se lanza guiado por su corazón a golpear a su adversario y efectivamente encuentra carne donde debería de estar, ha vuelto a anticiparse. Consigue la tercera sangre, solo queda esperar la reacción de su contrincante, aunque de momento todos los espectadores gritan alborozados ante la inminente victoria del caballero 

Grave error bajar la guardia, o gran movida del contrincante. No entiendo como volvió a superar mi defensa... como pude perder tan rápidamente...
Y otra vez probaba el acero por debajo de mis escamas, aun me mantenía en pie y no quitaba la vista de mi adversario.
Retrocedo y lanzo mi gran escudo a un lado con furia, pasando a tomar el martillo con ambas manos, haciendo rechinar su mango por la fuerza con lo que lo aprieto.
La pesada cabeza del martillo golpea la tierra y sosteniendome de este pongo una rodilla al suelo. -A vencido- Le reconozco, mientras el publico explota eufórico.