De pie en esa esquina no notais nada extraño pero una de las camareras se acerca ti amablemente en busca de conversacion
Oh caballero Y te sonrie No es muy normal encontrar caballeros como vosotros en esta taberna..¿Hacia donde os dirigis?
Francisco, pese a que normalmente le gusta fanfarronear y llamar la atención sobre sí mismo, en esta ocasión prefiere ser discreto. Se encuentra en una villa desconocida para él y no sabe cuales pueden ser las afiliaciones e intereses de la comunidad vampírica de la misma, si es que esta existe. Mira a la camarera con un ligero aire de superioridad y sonríe levemente.
Es mejor mezclarse con el pueblo y no actuar con altanería. No es bueno llamar la atención sobre mí por el momento.
Voy camino de Toledo, pero la tormenta me ha obligado a hacer una parada en el camino. Soy un Hospitalario, por lo que estoy acostumbrado a un estilo de vida austero, por eso vine a esta taberna, para descansar mis agotados huesos tras el largo viaje. ¿Podríais indicarme alguna posada cómoda y no muy cara donde hacer noche?
¿
Cita:
? Más bien sera caballeros como vos, Ricard es un escudero, por lo que no lleva armadura ni nada parecido, va a pelo.
Espero paseis buena noche y vuestra estadia sea provechosa Dice Mientras disfrutad de las presentaciones en la taberna y evitad las riñas, no falta el salvaje hombre que os retara a duelo o trifulca
Y se aleja al tiempo que la musica cesaba y los artistas se hacian a un lado para dar paso a dos hombres de extrañas ropas y pequeños triples
Buenas noches he decir a los presentes Hablo uno de forma comica Somos Banido y Teofilus, los Bufones de su Madre
Las risas no se hicieron esperar
Para Maria todos son caballeros
Mi buen Teofilus Dice uno He de probar la astucia e sagacidad de nuestros invitados esta noche Y comienza a andar entre las mesas de la taberna observandolos a todos de manera graciaosa y os observa fijamente
Mi buen caballero Y a Ricard Señor...os pregunto esta adivinanza que tan solo una persona ha dado respuesta
Guarda silencio y comienza a hablar al son de su triple: Al ir yo a la ciudad me enctontré un caballero con sus siete esposas, cada esposa con una bolsa y cada bolsa con un llavero. Entre caballeros, bolsas, esposas y llaveros, ¿Cuantos iban a la ciudad?
Las risas no tardan en hacerse oir al igual que los murmuros
Francisco sonríe ante el acertijo que se le propone. Sin duda no es un enigma demasiado complicado, y ya que se lo plantean directamente, esto hace que se vea en la necesidad de dar una respuesta un tanto altisonante.
Mis señores bufones, vosotros que poneis alegría en las noches oscuras y dais voz al silencio con vuestras chanzas, me proponeis un interesante enigma. Sin embargo debo deciros que su respuesta acude a mí clara y diáfana para entregarosla: Sólo a la ciudad vos ibais, Banido, ya que en ningun momento afirmais que el caballero y sus esposas iban a la ciudad, tan sólo que los encontrasteis en el camino.
Los aplausos y gritos no se hacen esperar mientras que el bufon de Banido hace cara de disgusto Esa estuvo facil mi buen caballero..Dice y se aleja dando brinquitos graciosos que a todos causa risa mientras que Maria se acerca a vuestra merced con la cerveza que habias pedido.
Banido continua observandolos uno a uno cuando se detiene ante una figua extraña e inquietante que cubre su rostro con una capucha vieja y roida, esta figura se encuentra de pie en una esquina Ehhhhh..
Toda la sala permanece en silencio. Su presencia es realmente inquietante
Cuando Maria entrega la cerveza a Ricard, Francisco le da una palmada en el culo y lanza una generosa mirada al escote de la camarera. Es un caballero bravucón y fanfarrón, por lo que le parece una buena forma de actuar y disimular su condición vampírica. Mientras tanto no deja de prestar atención al bufón, burlado en su propia chanza por el ingenio del caballero. Pero cuando el comediante se para frente a la figura encapuchada, Francisco se queda parado y atento, mientras una mano baja hasta su espada.
El silencio se vuelve abrupto e incomodo, lo que qntes era una bulliciosa taberna y hacia unos momentos un juego de acertijos ahora era un sepulcro de silencio.
Maria luego de tu golpe volteo y te sonrio para perderse por una puerta junto a la barra.
Aquella persona bajo esa capucha en la esquina de la taberna ahora era el centro de la atencion
Postea en la escena La Dulce Tizona