Una vez en tus aposentos, se hace llamar a uno de los shugenja de palacio y este reza sus plegarias mágicas, haciendo que tus heridas sanen en su mayor parte. Durante el proceso y mientras te cambias, eres informado de que Trapo llegó según tus instrucciones y que ahora se encuentra en las cuadras, donde los demás criados le han dejado quedarse temporalmente, esperando más órdenes.
En cuanto al niño, nadie parece saber nada de él...
Recuperas 3 niveles, es decir, 12 puntos de vida.
-voy camino de las cuadras. Si no sucede nada extraordinario buscaré a Trapo.
-Supongo que el anciano lo he visto o he oído su voz o hacer ruido.
Al llegar a las cuadras, algunos de los criados que allí trabajan te hacen reverencias algo más rígidas de lo nomal. Sin duda la historia del samurai ensangrentado que exigió ver al daymio se ha extendido.
Trapo está allí, sentado en el suelo y apoyado en una pared, con aire triste. Al verte se le ilumina la cara y corre a arrojarse a tus pies.
-Señor, estoy a vuestras órdenes.-
Sí, has escuchado su pesada respiración. Sin duda, como muchos ancianos, duerme tras del almuerzo.
Ando junto a trapo, con un ademán le pido que se aproxime. Nos desplazamos a algún lugar alejado del resto de los criados. Mi cara denota cierto interés por lo que me vaya a decir
-Trapo contadme...
-Señor, me quedé a esperar para ver qué hacían los samurai, como ordenásteis. Poco después de marcharos vos, hablaron con el posadero y reunieron a los criados. Estos les dijeron algo sobre la ventana que daba a una de las habitaciones de la planta alta. La ventana daba sobre las cuadras, así que era más fácil saltar a ella, pero aun así muy difícil. Habría que ser casi un pájaro. Uno de los samurai observó algo en el marco de la ventana, creo que unas marcas. De repente, se fijaron en que un niño les observaba y al acercarse a él el niño salió corriendo. Le persiguieron y yo a ellos, pero el niño era muy hábil y ellos también. Les perdí cuando se dirigían al mercado. Lo siento, señor.-
-No os preocupeis, ahora descansad, joven Trapo. Un trabajo execelente.
Giro alrededor de Trapo mientras hablo. En mi giro mi mirada se dirigen a los distintos puntos de la cuadra. Será mejor tener cuidado de los ojos y oidos ajenos
Deberías rondar en la hora del torneo en el exterior de una puerta (le indico cual). Cuando me veais salir, seguidme con una distancia prudencial y volvereis a contar lo que veáis ...y donde he ido. Os haré una nota en breve y haré saber al señor del castillo que será sólo en presencia de él, cuando la entregareis aun criado o quien proceda. Supongo que deberemos mantener un cierto grado del "cordial" protocolo que parece regir en este lugar.
Perdona, para asegurarme de que lo he entendido. Quieres:
-Que trapo te siga
-En un momento dado le mandarás volverse al castillos.
-Al volver deberá entregarle una nota a Doji Hoturi que le permitirá hablar con el daymio
-Le contará al daymio lo que te ha visto hacer
¿Correcto?
Lo siento estoy de viaje y los post no deben ser como deberían.
Para ahorrar tiempo que trapo espere y yo le escribo una nota: Diciendo al señor del palacio que escuche lo que el sirviente debe decirle. Volveré a dar la nota a trapo.
Ahora te entiendo menos que antes. XD Vamos a ver, responda sí o no.
¿Trapo espera escondido el resultado de lo que ocurra en la puerta lateral de la muralla?
¿Una vez tú te marches por esa puerta, Trapo se queda en el palacio y NO te sigue?
¿Una vez te hayas marchado, Trapo se va de inmediato a hablar con Hoturi, armado con al nota que le das AHORA?
Si.
No. Me sigue
No. después de verme donde voy hablará con Hoturi
-Muy bien. señor. Se hará como decís.- responde Trapo, cad avez más metido en su papel y encantado con él.
Bien, el torneo está a punto de empezar, con lo que convendría que tomes posiciones o me digas si vas a hacer algo o preparar algo antes.
Por cierto, de todo lo anterior, entiendo que entonces la nota se la das a Trapo ahora aunque sea para usarla luego, cuando vuelva de ver dónde has ido ¿verdad?
Recorro las estancias, y en el proceso hago que me siga un criado del palacio. La orden ha sido imperativa, casi un grito, en el transcurso de mi andar he llegado a la cocina
-Recoge cualquier tipo de sangre,... criado.
Saliendo de la cocina me dirijo hacia uno de los portones exteriores. Con la confianza de que los soldados han sido previamente avisados les obligo a embadurnarse con la sangre de animal.
-Simulad vuestra muerte y poneos a cierta distancia como si os hubiese arrastrado.
Me pongo a pensar un instante, miro el suelo y la posición que empiezan a ocupar los hombres.
-Mejor será que uno arrastre a los otros dejando las correspondientes marcas en el suelo, nunca debemos desestimar la percepción del enemigo... Criado,tu tanmbién simularás tu muerte, tírate lejos del portón y lejos del paso que lleva al campo de tiro.
Con cierto nerviosismo mis ojos buscan a Trapo.
El criado palidece ante tu petición, que traslada de inmediato a un eta para evitar tener que tocar él tan impuro líquido. Finalmente ambos te siguen con un bol de sangre de pollo.
Cuando les das la orden de usarla, los guardias te observan escandalizados y no se mueven. Parecen estar en medio de una lucha interna entre obedecerte como creen que es su deber y hacer algo tan impuro, tan deshonroso y tan espiritualmente sucio (sobre todo para un grulla) como, no sólo tocar sangre, sino embadurnarse voluntariamente con ella. Incluso sabiendo que la causa es buena y que luego un shugenja podría purificarlos, les cuesta aceptar esa instrucción.
Finalmente, su sargento les convence de tirarse al suelo y dejar que el eta arroje la sangre cerca de sus cuerpos pero sin llegar a tocarlos. Mientras, te mira esperando que esto te satisfaga...
Antes de mostrar tu opinión al respecto, ves por el rabillo del ojo a Trapo esconderse tras unos arbustos, simulando estar barriendo esa zona del camino de tierra del jardín.
Intento evitar una mueca de asco y desagrado. Pensar en el mero contacto con la sangre de pollo me revuelve algo las tripas. Me dirijo definitivamente al portón.
Esperaremos que comience el torneo.
En cuanto estemos todos listos para empezar el torneo, continúo. No queda nada, ya está casi todo el mundo listo.
Ok esperaré. He tardado 8 minutos en poder escribir este mensaje. Bueno espero que el paquete explosivo llegue al cubil de Chemo
Por fin, escuchas en la distancia el sonido del torneo. Aplausos y voces de ánimo a los contendientes te indican que están entrando los arqueros para comenzar la primera ronda de disparos.
Y no tarda tampoco en llegar el sonido que estabas esprando. Unos discretos golpes a la puerta lateral del palacio. Presto te acercas a abrirla. Al hacerlo, te encuentras con la imagen que esperabas: Jutori acompañado de un grupo de hombres. Van fuertemente armados con lanzas, cuchillos y espadas sencillas. No te cabe duda de que deben haber contado con la ayuda de alguno de los monjes para llegar hasta aquí con estos artilugios. En total son una docena de hombres y contigo ahora mismo sólo hay tres guardias simulando estar muertos. Mal asunto si os descubren.