Partida Rol por web

-Por supuesto, será un placer prestaros uno de nuestros kimonos. ¿Vamos al dojo?-

Un rato después, estáis allí, ambos cambiados y ambos listos con un boken en la mano, preparados para el entrenamiento. El dojo es un lugar bello y sereno, muy amplio. La dignidad de la escuela más famosa de esgrima de Rokugan (por supuesto, no necesariamente la mejor) está presente en cada tablón de madera.

Adoptáis la posición de combate. Estás ante uno de los mayores esgrimistas de Rokugan. Esperas estar a la altura.

Espero tensa el comienzo del entrenamiento , esto es algo que no muchos samurai que no sean gruya,han tenido el honor de vivir,!!voy a entrenar con un maestro Gruya!!, !!que gran honor!!.

Dejo libre mi mente mientras busco la correcta concentracion en la lucha, soy consciente de que no estoy a su nivel, pero espero darle la dificultad suficiente como para demostrarle la calidad de la educacion que he recibido en estos años de entrenamiento, por parte de mi escuela.

Comienza el combate. Toshimoko-sensei se mueve a la velocidad del rayo. Antes de que puedas tener tiempo de saber qué está ocurriendo, Toshimoko lanza hacia tu cuello un descomunal golpe...

Casi no me da tiempo de ver el ataque del maestro, por lo que intento un giro de cadera para esquivar el golpe que se cierne sobre mi cuerpo.
El golpe acierta mi cuerpo sin que yo pueda hacer nada por evitarlo y lo siento como si golpera duramente mi estupido orgullo, por lo que intento mostrarme mas centrada en este siguiente movimiento si el maestro todavia tiene ganas de jugar con migo.

Hago una respiracion profunda para aclarar mi mente y en rapido giro descargo mi golpe.
Mis pies estan bien asentados en tierra y el giro a sido perfecto, ¿conseguire dar un solo golpe?.

Tu descomunal golpe parece coger por sorpresa a Toshimoko; a pesar de que su reacción es tardía, casi consigue pararte. De hecho, su espada golpea la tuya en el último momento, pero la fuerza de tu golpe es tal que consigues deslizar tu arma sobre la suya hasta que consigues rozar su cuello. En un combate real apenas sería una herida superficial, pero en un entrenamiento es suficiente. Toshimoko se separa y te saluda reconociéndote este asalto.