Partida Rol por web

Un estallido y un brillante agujero aparecieron en el aire. Y por el surgieron los héroes que volvían a casa satisfechos.

Aquaman, Flash, Green Lantern, el Marciano, Wonder Woman, Superman y Batman lo habían conseguido. Habían derrotado a Darkseid contra toda esperanza. El mundo estaba a salvo de ser destruido, aunque todavía quedaba la ardua tarea de repeler a las fuerzas invasoras restantes.

El grupo no eran los únicos héroes que tenía el mundo, otros (algunos conocidos, otros no) ya se habían enfrentado a las hordas de Apokolips en diferentes ocasiones. Y en cuanto regresaron los grandes, Oraculo se puso en contacto con todos y empezó la reconquista.

Lois Lane y otros reporteros siguieron informando y dando esperanzas a la gente. Y con la coordinación de todos los héroes la guerra terminó.

La tarea no fue muy difícil, sin su líder y sin refuerzos de Apokolips los soldados y parademonios se empezaron a retirar a su planeta vía BoomTunel a la mínima. Aunque hubieron algunos reductos que requirieron de alguna que otra persuasión más directa.

Pero nada que los héroes no pudieran resolver. Lo peor eran las victimas que habían dejado a su paso. Muchas grandes ciudades habían sido destruidas, y los muertos y heridos se contaban por millones.

Aun así, la humanidad sobrevivió. Y todos supieron gracias a quienes había sido posible.
A pesar de toda la tragedia la gente quería honrar a sus héroes. A todos los que habían peleado en la guerra, pero en especial a los que habían ido al infierno y vuelto en una misión casi suicida.

Y así, dos meses después de la vuelta de Apokolips, con la guerra ya terminada y con el comienzo de la recontrucción, los héroes estaban de nuevo juntos en New york. En la sede a medio reconstruir de las Naciones Unidas, aunque ahora iba a ser la sede principal del nuevo Ejercito Mundial. Creado a partir de los restos de la antigua organización para combatir futuras amenazas similares.

Y allí, en una ceremonia retransmitida a todo el mundo, los líderes mundiales de los países supervivientes honraron al equipo que lo había logrado. El presidente de los Estados Unidos era quién daría el discurso de felicitación.

Señoras y señores. Hemos pasado por un duro revés. Pero hemos demostrado una vez más que la humanidad puede sobreponerse ante las mayores adversidades.
Pero por supuesto sabéis que no lo hemos hecho solos. Hemos tenido ayuda, una Liga ha surgido de los cielos para asistirnos. Y gracias a ella estamos todavía aquí.
Por favor, demos un gran aplauso a Aquaman, Flash, Green Lantern, el Marciano, Wonder Woman y Superman.

En nombre de la Tierra. Gracias.

Desde luego, Lex Luthor sabía dar discursos. Y Batman no se había presentado junto a vosotros. Aunque habíais hablado con él y podías contactar cuando quisierais.

Flash subió lentamente al estrado y con voz solemne dijo:

-Ciudadanos de todo el mundo, quiero agradecerle a todos los que quedaron aquí mientras nosotros luchábamos contra nuestro enemigo. Gracias a héroes como Atom, Booster Gold, Green Arrow o Blue Beetle y muchos otros que afrontaron retos que no podemos imaginar, pero sobre todo a aquellos que sin ningún súper poder resistieron y lucharon contra la invasión, no solo con armas sino también dando cobijo a los que no tenían, compartiendo la poca comida que tenían sin importar de donde fueran, su religión o el color de su piel. Gracias a todos.

Ahora es el momento de reconstruir, no solo este país sino el mundo entero, es el momento de unirnos todos y crear al fin un mundo unido que pueda enfrentarse a futuras amenazas. Es el momento de aunar esfuerzos, así seguiremos ayudando allá donde podamos. Espero que sigáis apoyándonos, gracias.

Sus palabras hacia el gentío fueron breves.

Que esto sirva de lección: la Tierra sobrevivirá, no importa al qué. Todos somos héroes, no dejéis que ese sentimiento muera nunca. ¡Viva la Tierra!

Alzó el puño en un gesto casi provocativo y de ánimo. Y volvió con sus compañeros.

¿Y ahora?

Preguntó a sus compañeros.

El regreso a la Tierra fue duro al observar el estado en el que se encontraba debido al caos y a la guerra que había arrasado con grandes ciudades. Por suerte, la fuerza y la voluntad de las personas que poblaban el lugar bastarían para que el planeta se alzara de nuevo, y serían muchos los héroes que volverían a defenderlo en caso de necesidad.  Diana lamentaba todas y cada una de las vidas que se habían perdido y, aunque habían logrado derrotar a Darkseid, una sensación agridulce se instalaba en su pecho ahora que todo ya había acabado. ¿Qué habría pasado si la Tierra –y otros lugares- contaran con la ayuda de un grupo organizado? Probablemente el número de baja habría sido inferior.  El mundo se enfrentaba ahora a amenazas desconocidas, y el armamento militar no era suficiente para hacerles frente. Ella era consciente, y sabía que no era la única.

Se tomaron un par de meses para finalizar la guerra por completo, expulsando y combatiendo los restos de las fuerzas de Darkseid que se habían negado a entregarle a la Tierra la paz que tanto necesitaba.  La princesa luchó el tiempo que fue necesario, siempre teniendo en mente a sus nuevos amigos y a la familia que le esperaba en su hogar.  Cuando todo estuvo calmado y fue informada del acto que habría en Nueva York, la mujer no se lo pensó dos veces y acudió como invitada.

Escuchó en silencio el discurso alentador que ofrecía el presidente mientras se encontraba cerca de sus compañeros.  Cuando les agradecieron su labor, Diana se ruborizó ligeramente: no estaba acostumbrada a ese tipo de actos en su honor.   Asintió con rotundidad a las palabras de Flash y de Green Lantern, todas cargadas de verdad y esperanza, justo lo que el lugar necesitaba.  Cuando ambos acabaron, la princesa avanzó para decir unas palabras.

Ciudadanos de la Tierra, debemos daros las gracias.  Gracias por no haber cedido, gracias por protegeros entre vosotros, gracias por luchar por vuestro hogar y por confiar en gente como nosotros. El mundo puede ser un lugar oscuro, puede albergar mal en cada uno de sus rincones, y podemos sentirnos tentados a ceder y a abandonarlo todo. Es nuestro deber resistir como lo habéis hecho, es nuestro deber combatir y defender aquello que amamos. Vosotros nos recordáis porqué debemos seguir luchando, porqué, aunque nuestras fuerzas flaqueen, tenemos que hacer un esfuerzo final.

Su voz sonaba firme y convencida, aunque en su interior muchas emociones se arremolinaban.

-Debemos saber que aún nos quedan muchas batallas por combatir, aunque no todas sean a estos niveles. Todos nosotros nos enfrentamos a nuestros propios peligros y miedos cada día, y fallar está permitido, pero no lo está el rendirse. Cuando os sintáis débiles y desesperanzados, pensad en lo que hemos logrado todos juntos. Apoyaos en vuestros amigos, vuestras familias, y enfrentaos unidos a lo que se os ponga delante.  Confiamos en vosotros, y el siguiente aplauso es en vuestro honor.

La amazona retrocedió y comenzó a aplaudir, agradeciendo las fuerzas de aquellos que no tenían sus armas para combatir y que aun así habían dado lo mejor de ellos.  Cuando se retiró, oyó la pregunta de Green.

-Creo que es hora de que pensemos en algo más grande que nosotros como individuos, que establezcamos las bases de algo que sea capaz de combatir lo que se nos ponga delante. Si alguien puede encargarse, esos somos nosotros, ¿verdad?

Me acerque, un tanto tímido, y traté de hacer mi mejor papel en mi discurso:

- Bien, no soy un orador, así que espero que sepan disculpar mis pobre destreza lingüística. Aunque la invasión fue causada por criaturas de otro mundo, no hay que olvidar que, si sobrevivimos a este ataque, fue que nos unimos todos juntos contra ellos, sin importar nuestra especie: Humanos, Amazonas, Atlantes, Metahumanos, Marcianos, Kriptonianos,... Todas las especies y credos, unidos bajo un único símbolo: El de la libertad y la Hermandad.

Tenía la esperanza que, si alguien más de mi especie viera esta transmisión, reconociera el nombre de nuestra especie y el símbolo de mi casa que llevo en el pecho, para venir a buscarme. Miré a mi alrededor y continué:

- No debemos de dejar que lo que a ocurrido nos suma en el miedo y en la desconfianza. Hay que avanzar hacia adelante, con esperanza, y creer que ahí fuera hay gente buena, esperando a que la humanidad la reciba con los brazos abiertos. Pero que también sepan, aquellos que no lo sean, que los habitantes de este planeta no nos doblegaremos ante quienes quieran hacernos daño.

Aquaman se había mantenido durante todo aquel tiempo en un discreto segundo plano. A pesar de la victoria definitiva contra Darkseid y sus esbirros, lo cierto es que para el Rey de Atlantis aún quedaba mucho camino por recorrer antes de lograr recuperarse de la profunda herida sufrida. Tras varios meses de lucha, era ahora cuando se merecían ese merecido descanso, y de paso una celebración que lograse animar a toda la ciudadanía y lanzar un mensaje claro: da igual contra que te enfrentes, siempre y cuando lo hagas unido. Asentía ante los discursos de sus compañeros, pero Orín decidió no intervenir. Simplemente ya estaba todo dicho. Solo quedaba responder a la pregunta lanzada por Linterna Verde:

¿y ahora?

Ahora tendremos que organzizarnos para reconstruir lo perdido. Después veremos a ver que podemos hacer en el futuro.

J'onn no se prodigó mucho en la ceremonia. Siempre trató de mantenerse en un segundo plano. Sin hacerse notar demasiado. Y tan sólo dijo un amable "Gracias" cuando le tocó el turno de hablar.

Luego era el turno de lo héroes de decidir su siguiente paso. O su Destino, como dirían las hermanas de Diana.

Finalmente el grupo se encontraba a solas en una sala de seguridad de las antiguas Naciones Unidas. Tenían privacidad para hablar, o eso les habían asegurado los dignatarios.

Debo reconocer que me sorprende un poco que esta organización dedicada a la paz se haya militarizado tanto. Aunque puede ser comprensible dadas las circunstancias, no me parece...correcto.

Bien. ¿Qué pensais hacer? Yo no tengo un hogar al que volver. Así que me quedaré en la Tierra a ayudar en lo que pueda. Aunque me hubiese gustado saber de Batman. Me extraña que no le invitaran.

Quién te ha dicho que no lo han hecho. Lo que pasa es que no quise venir.

La voz salió de una de las puertas laterales, que supuestamente estaban cerradas y selladas para daros intimidad. Y por ella entraba Batman.

Sigo sin fiarme de Luthor. De hecho la sala estaba llena de sensores muy sofisticados. Demasiados. Pero me he encargado de ellos.

Bonitos discursos, por cierto.

Le dediqué a Batman una sonrisa:

- Gracias. No eres él único que no se fía de Luthor: Es un ladrón y un asesino. Por cierto, ¿no sabrías decirme donde puede haber escondido tecnología y propiedad kriptoniana robada, ¿verdad?.

Si alguien podía averiguarlo, era el mejor detective del mundo.

Con gesto de resignación, tras escuchar a sus compañeros, y una sonrisa divertida, el Guardián del Valor asintió mientras se encogía de hombros.

Supongo que, por muy malo que sea Luthor, tiene razón en una cosa... ha nacido una Liga.

Se dio la vuelta con fingido desinterés, mientras guiñaba un ojo.

Y supongo que puedo olvidarme... de que eres un convicto, J'onn.

El tono completamente despreocupado dejaba ver que era una broma, un gesto de confianza y que estaba completamente relajado.

J'onn se había sobresaltado al escuchar a Batman. Sorprendido de no haberlo notado antes.

Una liga no sé. Pero desde luego habéis hecho justicia con lo sucedido en la Tierra. Es para estar orgullos.

Sería una pena que no siguiéseis juntos. Podríais hacer grandes cosas.

Pese al caso omiso del marciano, el guerrero esmeralda se limitó a asentir con la cabeza, con un leve gesto de preocupación en su rostro...

Podríamos.

Es lo único que añade, corrigiendo, instantes antes de mirar su anillo.

Se avecina... una guerra.

Diana se alegró de ver a sus compañeros allí, todos reunidos.  La verdad es que no estaba informada sobre Luthor, ese no era su hogar y no conocía hasta qué punto podía estar corrompida la sociedad en la que se había visto inmersa. Si de ella dependiera únicamente, se encargaría de velar de ese lugar como lo hacía del que era su hogar.

-Yo debo regresar a mi hogar, e informar de cómo han ido todas las cosas.  Pero si este, o cualquier otro planeta corren peligro, contaréis conmigo. No puedo dejar que la maldad florezca sin más en cualquier territorio.

Diana asintió a la corrección de Green sobre que, en realidad, todos estaban en el mismo grupo ahora. Sonrió ante la idea de que había nacido una nueva liga y, con ello, una nueva esperanza para el universo.

-Ahora todos deberemos formar parte de lo mismo. Seremos aquellos que brinden justicia al universo, y lo haremos de la mejor de las formas posibles.  

No podríais asegurarlo pero os parece que Batman sonrie un poco, aunque no es algo que os parezca que le quede bien. Como si no lo hiciera a menudo.

Llevo un tiempo vigilando a Luthor, pero desgraciadamente sabe lo que se hace y deja pocas pistas. Si encuentro algo te lo haré saber.

Luego parece escuchar a los demás.

Así que queréis montar un grupo ¿eh? Salir ahí fuera a ayudar a la gente y derrotar a villanos. Buena suerte.

Se da la vuelta para marcharse, pero antes de hacerlo se gira y podéis notar (esta vez estáis seguros) que sonrie.

No me van los grupos.
Pero si necesitáis ayuda, que la necesitaréis, podéis contar conmigo.

Además. Conozco a alguien que seguramente os podrá ayudar.

Tras esto el caballero oscuro se dispone a marcharse dejando al grupo de nuevo solo. Tanto la amazona como Green Lantern tienen gente a la que ver y dar algunas explicaciones. Pero está claro que son reacios a marcharse sin más. Como si esperasen algo.
La camadería reinante no podía ser obviada. Las señales estaban claras. Habían peleado juntos, sangrado juntos. Se habían convertido en un grupo quisieran o no. La cuestión era si permanecerían unidos o no.

J'onn percibió la duda en algunos y fue el primero en hablar.

Como ya sabéis no soy de la Tierra. Pero quiero ayudar. Si decidis montar un equipo podéis contar conmigo.

Aunque nadie lo decía todos parecían coincidir con J'onn en cuanto a lo de permanecer unidos. No podían negar que lo habían hecho bien. Y sin haber estado todos juntos no habrían podido neutralizar la amenaza sobre su hogar. No podrían haber vencido.
Además, Diana lo tenía bastante claro. Los habían unido los dioses. No sería una buena idea no hacerles caso.

La reunión no duró mucho más y cada uno se retiró a sus respectivas misiones. Tal y como habían dicho la guerra había acabado, pero tenían que reforzar la paz.

Diana lo tenía claro. Volvió a Isla Paraiso. Allí les contó a sus hermanas todo lo sucedido, aunque la habían estado siguiendo gracias al Oráculo de Delfos de la Isla, e incluso pidieron intervención divina cuando la amazona vio la imagen de Atenea en el espejo. Aun así la habían perdido cuando fue a Apokolips. Y temieron lo peor. Ya se estaban preparando para ir a la guerra cuando Diana reapareció. Su madre estuvo orando y dando gracias a los dioses po ello casi hasta que llegó. Le hicieron muchas preguntas, y contestó a todo lo mejor que pudo. No en vano era la única de ellas que había salido de la Isla en siglos.

El Rey Orin volvió a Atlantis. No había sufrido tanto como las ciudades de la superficie, pero sí que fue atacada. La tecnología y espíritu atlante hizo retroceder a las ordas de apokolips. Aunque era evidente al final que simplemente les estaban sitiando y dejandoles para los últimos. Y ni siquiera la majestuosa ciudad sumergida habría sido rival para el ejercito del tirano al completo.
Después de pasar un tiempo con su esposa, Orin empzó a establecer contactos con el mundo de la superficie. Ya no podían seguir ocultos, y tendrían que aliarse de cara a un posible peligro futuro.
Aunque nunca se sentiría cómodo con los respiradores de aire, Aquman reconocía que le había gustado pelear junto a aquellos héroes.

Flash volvió a su ciudad, y a su mujer. En el fondo era un tipo sencillo y le gustaba la tranquilidad del hogar. Pero al igual que las demás ciudades, Central City había sufrido por la guerra. Habría que reconstruirla, y algunos indeseables se habían aprovechado de la debilidad del momento. Incluso algunos supervillanos. El velocista les hizo saber que había vuelto, y las cosas parecieron remitir en poco tiempo.

Green Lantern tuvo que dar bastantes explicaciones también. Fue llamado a presencia de los Guardianes para escucharle en persona.
El campo que aislaba la tierra desapareció en el mismo momento que se desactivaron los pozos. Pero el cuerpo de Green Lanterns no había acudido. Tenían sus propios problemas. Aunque los Guardianes escucharon todo lo relativo a Apokolips y Genesis, estaba bastante claro que conocían de la existencia de Darkseid, a pesar de que el anillo no tuviese ninguna información al respecto. No obstante con la amenaza eliminada, tenían una guerra en ciernes.
Sinestro había abandonado los Green Lanterns. Había sido expulsado en realidad. Y al parecer estaba formando un ejercito basado en una energia similar a la del Cuerpo, pero amarilla. Si era la mitad de poderosa de lo que parecia iban a tener muchos problemas. Tenían que estar en guardia.

Superman volvió a Metrópolis, al menos un tiempo, para ayudar en la reconstrucción. No en vano había sido la primera ciudad en la que vivió. Hacía contínuas visitas a su fortaleza, tratando de localizar su tecnología robada. Tratando de desenmascarar a Luthor. Pero era muy dificil. Encontró tiempo para visitar a Lori, y a los Kent. Y no había olvidado a Lois Lane. Cuya voz durante la guerra había llevado información y esperanza a gran parte del mundo.

Gotham City también había sido alcanzado por la guerra, obviamente. Y también hubieron elementos que trataron de beneficiarse de ella. Pero la resistencia de Gotham había sido una de las más efectivas y de las primeras en formarse, por lo que lograron aguantar bastante bien. Y los elementos subversivos fueron callados una vez regresó Batman.

J'onn se había quedado en la Tierra, ya que no tenía un hogar al que volver en Marte, y aprovechó para conocerla aún más. Sus poderes le permitieron pasar desapercibido cuando era necesario. Y ayudaba cuando le necesitaban. Aprendió aún más de sus culturas y afianzó su determinación a proteger su nuevo planeta adoptivo.
 

Pasaron los meses. Y un día recibieron un mensaje a través de los comunicadores que les había dado Batman hacía ya lo que parecia una eternidad. Les pedía que se encontraran al día siguiente en el almacen de Washington donde habían descansado.

Los héroes fueron llegando uno a uno, y allí les esperaba Batman. No quiso decir nada hasta que no estuvieron todos. Tras los saludos de rigor y algún que otro comentario sobre cómo iban las cosas,el grupo volvió a estar unido. Para alegria de muchos.
En ese momento Batman sacó una especie de radio y dijo.

Siete para la Atalaya.

Y un fogonazo les envolvió a todos. Cuando abrieron los ojos estaban en otro lugar. Era una sala metálica. Llena de aparatos extraños, y en las ventanas se veía que era de noche. A pesar de que cuando se reunieron todavía era de día. Un vistazo más exaustivo reveló que estaban en el espacio.

Creo que finalmente habíais decidido formar un grupo. Así que me tomé la libertad de hablar con algunos contactos con influencia y dinero. Y os he preparado un lugar donde poder reuniros y tener libertad de acción.

Mientras hablaba les llevó hasta una sala con una gran mesa de reuniones.

Si es que seguís pensando en seguir unidos. Obviamente.

En la mesa, delante de los asientos había una especie de tarjetas. Con los nombres y fotos de cada uno de los miembros.

Os serviran de comunicador con esta estación y para poder teleportaros a ella.