Vale, pero tendrás que indicarme el camino hacia el grano. No sé dónde se guarda. El amo no come grano, evidentemente...
Estos lo que quieren es que me pierda, y que luego echarme la culpa de todo. ¡Si lo sabré yo, que se les ve de venir a la legua!
-El almacén está en esta planta, por la puerta esa de ahí, sigue de frente hasta la sala del diezmo y encontrarás el almacén tras la puerta que hay allí. No tiene pérdida, jeje, seguro que el grano está bien guardado, así que tú rebusca bien entre las cosas de allí, que son muhas, pero no alborotes, que están escrupulósamente ordenadas. Amontónalo y entretente con las ratas del almacén hasta que lleguemos, que seguro que te lo pasas bomba asustándolas para que no te quiten el grano.
O que no te coman a tí. Pensó .
Viendo que más o menos ya lo tienen todo organizado le hace un ademán con la mano a sus compañeros para que lo sigan.
-Vamos Karabás, Chim, la alfombra está en la sala de objetos magicos, arriba en la segunda planta, tenemos un buen tramo de escaleras para subir, pero ¡Será la bomba bajarlas con la alfombra! Y dicho eso, corretea hacia la escalera, esperando a que sus compañeros le sigan.
Tras la huida del gato, Plutsky suspira. -Maldito Lucifer, siempre igual, ¡cualquier día nos da un susto! No se que ha visto el amo Rudesindus en él- se queja.
-Regla de la torre número 26: No tocar la llave, ¡a menos que quieras bajar rápidamente a los calabozos!- dice al rato. - Veamos, el Almacén, donde nos ha dicho que busquemos el regalo, está aqui enfrente, en esta misma planta. La biblioteca en la tercera planta, justo enfrente del laboratorio donde tenemos que llevar el libro. Y el palomar... más arriba, en la última planta.
-¿Estáis seguro de querer usar la alfombra?- dice mirando a ver que dicen de esto los demás veteranos. -Está en la segunda planta, en la sala de objetos mágicos, pero si ocurriese algo... Rudesindus le tiene mucho cariño a sus objetos...- dice en tono precavido.
-Tobías, vamos acompañemos a Condemorl al almacén, mientras él busca grano, nosotros veremos si encontramos algún regalo bonito.-
- A ver, truanes, os quiero tener controlados como buen líder vuestro que soy:
Por un lado Trolop y Karabás subirán al segundo piso a buscar la alfrombra mágica y volver. Chim subirá a la tercera planta. Por otro lado el resto os quedais en esta planta en la sala del diezmo, es así?
Tras meditar un rato.
- De todas formas sabeis que si os requiero mediante la campana debereis dejarlo todo y acudir a mi... verdad?
Bueno, resumen hecho para aclararme las ideas de dónde estará cada uno de vosotros!! Por Diós qué lio!
Creo que yo voy con Plutsky al almacen. O, al menos, eso acaba de decir él, que, es lo mejor. xDDD
Sí, estás incluido en "el resto" que dice Goblop que os quedais en la misma planta.
-Siiii Gobloooooop, Graaan Portador de la Campanaaaa Dice Trolop con un tonó de adoración. Luego lo mira con malicia y sale corriendo a donde él mientras grita ¿¡Pero por que no la hacemos sonar ya!? ¡Quiero ver al gato mojándose otra vez! Jaajajajajaa.
Trolop se lanza dando pequeños saltos de diablillo con las manos estiradas hacia delante, y la malsana intención de volver a llamar a Lucifer con el sonido de la campana.
Ei, cómo he acabado yendo sola a la biblioteca? Si he dicho que me iba con Trolop! Estaba intentando arrastrar a Pirita y Tobías, pero como han pasado de mi he dicho que me iba con las palomas... Lo del charco era tema aparte ^_^'
Goblop intenta apartar la campana del alcance de Trolop.
- Eps, quita tus sucias manos de mi reliquia. Sólo el líder de lutines tiene este privilegio. Y este privilegio me lo cedió a mi el amo Rudesindus!. Grrrr, andaríamos apañados si cualquiera pudiera tocar la campana!.
Ok, Chim, en todo caso te añado a "la brigada del piso de arriba" ya sea porque vas al palomar o a la biblioteca.
-Vamos, pues. Si alguno de los grupos se mete en líos o necesita ayuda, que pegue un grito o algo... - duda bastante de que sus vocecillas, por muy chillonas que puedan resultar a veces, puedan atravesar con facilidad los gruesos muros y puertas de la torre.
Si tuviera la campana... Es taaaaaaaaaan bonita. Y debe de hacerte sentir poderoso. Será cuestión de hacer méritos. O de que Goblop meta la pata... ñej, ñej.
Tobías comienza a corretear alrededor de los otros lutines, mientras canturréa una espantosa cancioncilla con una voz de semisopranillo del infierno...
"Uuaaaaaaaaaaaaaaaaa, uaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, vamos a currar, nada de gandulearrrrrr, todos a currarrrrr, nada de gandulearrrrrr, ¡que feliz, que feliz, que feliz estoy así! uaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, vamos a currar, uaaaaaaaaaaaaa, y nadie se va escaquearrrrrrrrrrrrrrr, uaaaaaaaaaaaaa..."
Aunque lo que no saben sus compañeros es que la canción está en clave y Tobías tiene en mente hacer justamente lo contrario... Si le dejan...
Bueno, decidme dónde está el grano, y acabemos de una vez... -Contesto, enfurruñado.
Y, por si fuese poco, ahora este se pone a cantar... Maldición... Si ya me lo dijo mi madre... "Métete a embajador del mal, que tienes trabajo fijo y un buen sueldo"... Pero no, me tuve que meter aquí...
Y finalmente el grupo de lutines se dividió para poder realizar las tareas que les habían sido encomentadas: uno de los grupos se quedaría en la planta baja, en los almacenes, mientras que el otro grupo subiría a las plantas superiores.
La historia continua en la escena 2, donde os he separado en dos grupos. Dejo esta escena abierta hasta el lunes por si quereis acabar de organizaros.