Tras las palabras del mago y el pícaro Vrarok se sintió más tranquilo y estaba dispuesto a abrir la puerta. Las palabras del mago eran acertadas, así que asintió.
-Consiste en repetir las palabras y colocar la mano sobre la puerta. Cualquiera que sepa las palabras puede abrir la puerta, mago.
Como siempre, detrás de una gran puerta, que en este caso no parece tener ningún tipo de inscripción o ranura, se encuentra la siguiente estancia del dungeon.
“¡Ard in´ilum!” vuelve a gritar Vrarok y de forma automática la puerta se abre ante vosotros.
En el interior de la misma existe una gran fuente cuyo pilón está formado por una estatua de dos mujeres
abrazadas que no dejan de llorar agua. Dentro existe una gran cantidad de piezas de oro que resplandecen con tal fuerza que emiten fuertes reflejos de la luz plateada hacia distintos puntos de la habitación.
En el extremo contrario de la sala otra puerta similar a la anterior.