Partida Rol por web

|Mis aposentos - Pasillos|

|CONJUNTA ENTRE MARKWOLF Y VICTORIA BROWSE|

Victoria: Él estaba detrás de mi, a mis espaldas, agitándonos ambos al mismo ritmo, mostrándonos el deseo que sentíamos el uno por el otro. Me acariciaba a la vez que hacíamos el amor y gemíamos de placer... Noté como ambos íbamos llegando al final de aquello...

Markwolf: Ambos estábamos sudando, yo no dejaba de acariciarle esos hermosos pechos, y chillamos cuando llegamos al máximo placer. Le di unos suaves besos en el cuello, para finalizar bien la tarea. Debía tenerla contenta pues no me interesaba que, por venganza, se cambiara de bando, y aquella era la única manera que la calmaba.

Victoria: Estaba realmente agotada... Primero Mefiroth y luego Markwolf, ambos unos hombres de pies a cabeza, que me habían hecho gritar de placer. Le cogí suavemente de la cara y le besé en los labios, tiernamente.
- Te amo... No pienso dejar que te vayas de mis brazos... Y por tí daría mi vida- le susurré al oído, aprovechando que le estaba abrazando.

Markwolf: -Yo también te amo, Victoria... Pero no me caso por gusto, sino por trabajo... Es un gran éxito el que nos espera después de la boda... Pero cuando todo acabe y gobierne en el mundo, te haré mi mujer... Serás mía para siempre- le dije, acariciando su cuerpo desnudo, aquellos preciosos muslos-. Hanless no significa nada para mí, te lo prometo... Lo único que quiero es humillarla.

Victoria: Reí por aquel comentario, dándole un mordisquito en el cuello.
- Eres muy malo... Y eso me encanta... Quiero que cuando te cases con ella, la mates- le pedí, cambiando mi rostro por completo. Se había vuelto severo-. Mátala-.

Markwolf: Me levanté de la cama, observando a la muchacha en la cama, con aquella postura tan sensual, pero debíamos cambiarnos e irnos al barco que nos estaba esperando.
- Está bien, la mataré- sentencié, poniéndome de nuevo el traje de boda.

Victoria: Sonreí y me levanté, sin intenciones de vestirme. Le agarré por la cintura, por detrás, acariciando el torso que aún no estaba cubierto por la camisa negra. Seguía queriendo más guerra, a pesar de que estaba muy cansada, pero siempre estaba lista para él... Siempre estaría dispuesta para que él hiciera conmigo lo que quisiera. Acaricié su torso y bajé las manos...

Markwolf: Le detuve, cogiéndole de fuertemente de las manos y dándome la vuelta, quedándome a unos milímetros de su cara.
- Estate quieta de una vez y deja que me vista. Tú deberías hacer lo mismo- le dije, frunciendo el ceño.

Victoria: Empecé a notar como las manos se me ponían moradas de la fuerza que estaba haciendo sujetándome por las muñecas.
- ¡Suéltame!- le grité, forcejeando para que me soltara-. ¡Déjame!-.

Markwolf: La lancé contra el suelo, provocando que la muchacha se diera con la mesita de noche y se hiciera una pequeña brecha en la cabeza. No me preocupé ni lo más mínimo, simplemente me dediqué a vestirme.
- Márchate- le ordené.

Victoria: Me levanté del suelo lentamente, poniéndome la mano en la cabeza y notando que me salía sangre. Me notaba mareada.
- Eres un bastardo... Te odio- le dije, escupiéndole en la cara y marchándome de la habitación, dando tumbos por las escaleras.

[Camarote de Ikki]

Un brusco giro me hizo caerme tirado en el suelo y golpearme contra la pared, pero no me inmuté. Me quedé bocarriba, mirando fijamente el techo, y noté cómo Inuki se acercaba lentamente y me lamía la cara. Me había hecho un pequeño corte con el golpe y sangraba levemente, e Inuki estaba lamiendo mi herida para curarla. Lo miré fijamente; se le veía triste, decaído, como si se fuera a derrumbar.

"¿Qué estás haciendo?", me dije, mirándome las palmas de las manos, en las que quedaba la marca de la herida producida al apretar los puños con fuerza.

Inuki me miró un segundo, cabizbajo, y sin decir nada lo abracé. Bella tenía razón, lo había dejado de lado y había sido muy egoísta. Pero el que hubiera recordado a Inuki no quería decir que se me hubiera pasado todo.

Ikki: Perdóname... Olvidé por completo que tú siempre estás de mi lado.

Inuki: Ikki... Sabes que, sin importar lo que hagas, a dónde vayas o lo que pienses, siempre te seguiré.

Ikki: Gracias...

Otra lágrima resbaló por mi rostro, pero esta vez no estaba sola. Inuki me acompañaba en mis sentimientos, como haría siempre.

|Comedor|

- ¡ATENCIÓN POR FAVOR!- grité, dando unos golpecitos a la copa de cristal con la cucharilla para llamar la atención de todos los presentes. Era la hora de dar el discurso-. Por favor, prestarme atención... Debido a los nuevos acontecimientos, he de explicaros por qué este barco ha dado este cambio tan brusco de rumbo... Hemos recibido pistas de dónde pueden encontrarse Markwolf y sus secuaces... Y pensamos atacarles para rescatar a la reina elfa... Pero también he de anunciaros mi... mi... mi relación sentimental con Walgior...- dije, notando que aquellas palabras parecían bastante absurdas teniendo en cuenta quienes eramos cada uno-. Esto... Ahí está- dije, apuntando con ambas manos a Walgior, que se encontraba sentado, siendo consciente de que todas las miradas se dirigirían a él.

Al llegar a mis aposentos, miro a mi alrededor y encuentro a mi Fenix me le aserco y le acarisio -Qusiera que aqui mis compañeros tuvieran algo mas de umor, pero bueno que se hara... quieres algo de comer, tengo ratas o talvez un pedazo crudo de filete???- No espere que me respondiera y saque debajo de la cama una jaula con 3 ratas una mas grande que la otra... Se podia desir que eran tan grandes como un gato y no me sorpende su tamaño ya que con la comida que prepara aquel saco deambulante de grasa, la cosinera, deberian de ser del tamaño mio o almenos el de un perro.

Mire a mi fanix, le guiñe un ojo y le saque una para que tenga un fuerte desayuno, ademas de las galletitas que le habia dado... es que estaba de umor. Al hacercar mas la rata a la jaula, mi fenix preparo una bola de fuego y la mato al instante, tanto asi que hasta me asusto y casi se me cae el animal muerto...

-OYE!!!!!!, que haces... acaso te has vuelto loco... bueno ya, esto lo dejamos en el pasado ya que si se repite te hare asado, me entendiste????- el pajaro con movimientos muy templorosos metio la cabesita entre su ala izquierda, queriendo desir que lo sentia.

-Bueno, ya me cambio que debo estar listo en unos 10 minutos, para no estar mal con mi maestro...- Mientras hablaba, fui corriendo al ropero busque un saco de gala negro, de buena tela... Una camisa Blanca y unacorbata roja... Listo estaba pero sentia que me faltaba algo, mire al suelo y me di cuenta que eran los pantalones, alse la cabeza y divise uno de buena tela, negro y con una correa y zapatos negros... ahora si estaba listo para la fiesta... Mientras salia recoji mis lentes de sol y me alborote el pelo para dar un aspecto mas juvenil a tanta seriedad.

Mientras bajaba a la sala, cantaba una cansion que expresaba mucha felisidad y diversion, alavez que bailaba con cada paso y sonava los dedos, todo esto de forma ritmica y bufona... al yegar a donde esperaba que estuvieran los demas ya listos... salte tres escalones haciendo alboroto y cambiando de cansion a una de Frank Sinatra. Estaba con los ojos bien cerrados esperando una audiencia divertida y muerta de risa... pero sabia en mi interior que mis compañeros tenian un 99.9% de ser unos pinches deprimidos y estar como sombis sin expresion en el rostro.

[Biblioteca - cubierta del barco]

Desde la biblioteca fui a cubierta. Una vez allí me dispuse nuevamente a otear el horizonte en busca de cambios.

|Sala de entrenamiento|

Solté una carcajada, soltando su lanza, y le dediqué una sonrisa.
- No, la verdad es que no me gustaría luchar contra tí... No me gustaría hacerte daño- le dije a Owën, guiñándole un ojo, sin poder evitar soltar una leve carcajada después-. ¿No prefieres dar una vuelta? Así podríamos conocernos mejor y... no sé... la verdad es que me siento un poco sola, no tengo amigos... ¿Y tú? ¿Ya te has relacionado con alguien de este barco? - le pregunté, con una sonrisa.

|Mi habitacion-Comedor-Sala de entrenamiento|

me desperte sobresaltada por ese repentino cambio de rumbo, me levante con algo de suño ya que ultimamente no podia dormir a causa de una pesadilla, me dirigi hacia el armario para vestirme, depues de ello me dirigi hasta el comedor para desayunar un vaso de zumo de naranja ya que no tenia mucha hambre, lo bebi de un trago y me dirigi hacia la sala de entrnamiento.
Al llegar vi a Olwë hablando con una chica (Naida), parecian devertirse. -Esa maldita arpia esta con mi chico.- dije para mis adentros.
Me hacerque a Olwë y le dije:
- Hola Olwë-. Mientras me hacercaba a un mas para besarle en la mejilla.
-¿Quien es esa amiga tuya?- Dije mirando a Naida con desprecio.

| Comedor |

Apesar de saber lo que se avezinaba no sabía como reaccionar. Todos me miraron y lo unico que se me vino a la mente fue hacer un leve movimiento con la cabeza. Ya estaba hecho... Nuestra relación era oficial y no tendríamos que escondernos más. Era un alivio apesar de todo lo que aquello conlleva...

|Sala de entrenamiento|

-Ja! TE crees que porque estes dos cursos por delante de mi me vas a ganar con facilidad- Dije con una leve sonrisa.
-Pero bueno si no te apetece practicar un poco... tambien me parece bien lo de dar una vuelta,y si conozco a un chica de...-
No termine la frase cuando note un presencia cerca nuestra, mire y vi a Marian. Escuche como me saludaba y preguntaba por Naida. Cuando derepente me dio un beso en la mejilla derecha, sabia que era solo un saludo pero no pude evitar ruborizarme.
Le salude y vi como miraba hacia Naida, pense que en cualquier momento se abalanzaria sobre ella, no entendia por que Marian se comportaba asi.
Despues de saludar a Marian le presente a Naida.

|Sala de entrenamiento - Cubierta del barco|

De repente vino una elfa, interrumpiendo la conversación tan animada que estábamos teniendo Owën y yo... Siempre era sabido que interrumpir de aquella manera era de mala educación, pero más aún la manera en que me miraba y en la que preguntó por mi.
- Me llamo Naida- le dije, siendo ante todo amable con ella-. Owën, cuando estés disponible o te aburras... Sólo tienes que buscarme y acabaremos esa conversación pendiente que tenemos... Al fin y al cabo, no podemos irnos muy lejos en este barco, ¿no? -le pregunté, riendo, despidiéndome con la mano y encaminándome hacia la cubierta.

|Habitación - Vestíbulo|

Me fui dando tumbos a mi habitación, para curarme la herida que aún estaba sangrándome y vestirme para la asquerosa boda.
Me puse mi traje negro y, tras hacerme un bonito recogido con mi cabello, me curé la herida de la frente.
Nunca podría perdonarle eso a Markwolf...
Cuando bajé, me encontré con Mefiroth.
- Vaya, no esperaba encontrarte aún aquí... ¿Qué tal está mi chico preferido?- le pregunté, acercándome a él, para darle un beso en la mejilla, muy cerca de los labios.

SALA-CASA LUJUBRE

Estaba listo y prepardo para ir a la boda a ver a la elfa firmar su sentencia de muerte... Mientras pensaba profundamente vi a Victoria y me senti alagado cuando me dio le beso...

-Ho, pero que sorpresa- Mirandola perbesamente de abajo para arriba, mientras me venian las escenas de la noche anterior. Hice una muy majestuosa reberencia -Princesa, que le ha sucedido en la cabesa???- Levante mi mano y le acarisie.

|Vestíbulo casa lúgubre|

- Nada, nada... No te preocupes, ha sido una caída tonta, intentando arreglarme... Las prisas nunca son buenas- le mentí, con una sonrisa, acariciando su cabello-. Estás tremendamente guapo hoy... Y digo tremendamente guapo porque, normalmente vas muy pero que muy guapo...- le susurré al oído. Me dolía todo el cuerpo, pero aún tenía ganas de lanzarle piropos. Es lo menos que se merecía después de la gran noche que me había dado en su dormitorio.