Sorak y Yathyan se vieron superados, y pese amar la ansiada libertad, se rindieron.
Los elfos de la tribu Jura Dai los llevaron al exterior de la caravana. Allí, con un porte altivo encontraron una muchedumbre enfurecida, la humana hechicera, Jassela, se encontraba entre ellos.
Solo un elfo se adelanto, les dio dos botellas de agua a cada uno y les ofreció armas. Segundos después y sin dejar que respondieran a las ansiadas preguntas que querían realizar, les dio la espalda diciendo.
Sois libres, iros y no volváis...
Separados, los esclavos comenzaron su periplo por el desierto...
Desconocedores de lo que encontrarían y, luchando contra la misma representación de la muerte....
Los páramos de Athas les esperaban, las apuestas estaban en su contra... Pero no serían HEROES si no fuera porque son capaces de desafiar lo que este mundo les depara.
FIN (¿O no?)