Estáis fuera de la sala, y Lester avanza hacia la salida seguido por el enloquecido Willfred que no para de parlotear. En ese instante Willfred se queda paralizado, sin saber si dejar marchar al enloquecido Lester hacia la salida, o si quedarse con Su Inspiradora Dorada Majestad.
Veamos, en teoría no eres consciente de lo que sucede a tu alrededor y solo sientes una imperiosa necesiad de hablar y de explayarte, pero me parece que tu locura está muy bien llevada e interpretada. Así pues dejaré que escojas si quedarte con el Rey (un vistazo atrás: parece que ahora está inspirando a Moore con su danza, olvidándose de Pethwick. Moore está boquiabierto y no cesa de mirar atontado al Rey) o seguir al enloquecido impresor para intentar hacer que entre en razón y se quede para comprender la verdad.
Willfred se aproxima aún más a Lester tratando de sacarle de su error.
-Demonios, no te voy a permitir este error, te tengo en muy alta estima y no puedo aceptar que te pierdas esta oportunidad de sublimación. - Will ase del brazo a su amigo. - Vamos amigo, desiste de tu error y abre tu mente, ven conmigo a contemplar al Rey, no seas estúpido, incluso Pethwick ha aceptado la oportunidad de ensanchar sus miras, ven conmigo a recibir el don. ¿Acaso no eres capaz de sentirlo?
Lester se da la vuelta para deshacerse del agarrón de su amigo de un tirón, y sus pupilas se clavan en los enloquecidos ojos del escocés.
Le aparta rudamente y se da la vuelta para proseguir la huida pero se detiene inmediatamente cuando ve al danzante Rey a un metro escaso de su posición, justo delante suyo, interponiéndose entre la salida y él, y como si se acabara de materializar de la nada.
Y este comienza su danza una vez más, cautivandola mirada del huidizo impresor. Inmediatamente los músculos de Lester quedan flácidos y su mirada no puede apartarse de esta horrible criatura ante la mirada de aprobación del escocés, cuya cabeza vuelve a llenarse de extraordinarias ideas, retomando un incesante y alocado parloteo.
Y Lester pronto deja de escucharle, pes todos sus sentidos se concentran en el dolor que comienza a sentir. Sus ropajes se tiñen de sangre cuando los harapos del Rey se clavan en su carne, una, cien y mil veces en una espiral de afiladas cuchillas amarillas que se tornan rojizas a medida que el Rey da vueltas en torno suyo.
Y la mente de Lester vuela hipnotizada y alejándose poco a poco del cuerpo debilitado por mil y una heridas; uniéndose a la de Willfred y a Pethwick en un viaje sin retorno sobre una misteriosa ciudad de negras y altas torres, Yhtill, a orillas del tétrico lago de Hali iluminado por la, paradójicamente, negra luz de dos lunas que eclipsan el resplandor que emite Aldebarán y las estrellas Hiadas, mientras una fantasmal ciudadela, Carcosa, se manifiesta justo al otro lado del lago. Y seguidamente, a millones de años luz de distancia, el cuerpo de Willfred comienza también a chillar de dolor, pero su mente ya no lo siente, ni le importa. Ha recuperado la cordura, pero quizás demasiado tarde, cuando su cuerpo ya no le obedece.
Y todo se va haciendo cada vez mas oscuro, cada vez mas negro, hasta que por fin todo desaparece, llega la paz, la calma y la quietud. Y la nada.
FIN
Tirada: 1d100
Motivo: PODxPOD
Dificultad: 5-
Resultado: 92 (Fracaso)
Gracias por jugar, chicos. La partida acaba aquí.