Partida Rol por web

Poco después de caer dormida te sientes metida o sumida en una oscuridad, a tu alrededor todo está oscuro... pero a ti eso nunca te ha detenido... avanzas, excavas, trepas... y al final consigues salir ¿desenterrarte? ¿aterrizar? en un lugar soleado...

Una solitaria palmera hace sombra en mitad del desierto... pero no sientes calor y estás vestida con tu uniforme de animadora...

Finalmente salió a la superficie. Estaba cansada de arañar con las manos. Si Annie hubiese estado allí se habría quejado por la suciedad que estaba acomulando en sus uñas, pero ahora Izzie estaba sola.

Salió al desierto, y cogió una gran bocanada de aire. No le extrañaba estar allí, pero por otro lado no entendía porqué razón estaba en aquel lugar. Miró a un lado y a otro sólo para descubrir una gran palmera. Se acercó a ella, por simple curiosidad.

El aire te revigoriza mientras observas los alrededores, todos los colores son más brillantes, todos los olores son limpios y puros, te da la sensación de haber retrocedido a los albores de la historia y que el mundo todavía es joven.

Algo te golpea en un costado por la espalda... pero no te hace daño, simplemente es como si te empujara, te echas hacia atrás, te giras y ves a una joven negra, llena de pinturas de guerra y heridas que se ha chocado contra tí ya que avanza a trompicones por la arena; apoyándose en la palmera se da la vuelta y se sienta contra ella, desdenciendo y sentándose en el suelo con la espalda apoyada en el tronco.

-¿Así son las guerreras de tu tiempo?- dice refiriéndose con voz gutural, sin duda por una terrible herida en el cuello, señalando tu uniforme de animadora.

- Mmmm - Izzie miró de arriba a abajo su indumentaria. No recordaba haberse puesto el traje de animadora. Miró extrañada a la mujer. - Bueno, sólo las que molan. - Izzie no entendía por qué razón no se extrañaba ante ese lugar tan raro. Era como si ella lo conociese perfectamente pero en el fondo de sí misma.

- ¿Dónde estoy? - le preguntó a la "guerrera" negra.

Sentada, no parece tan cansada y va cogiendo fuerzas.-La pregunta no es "¿Donde?" la pregunta es "¿Cuándo?"- Se levanta y se acerca hacia tí.

-¿Cuando aceptarás tu responsabilidad? ¿Cuando matarás a la Rubia? ¿A la hija de la Diosa-Araña?- Clava sus pies desnudos en la arena.

Sin parar un segundo y con un movimiento fluido lanza su puño contra tu cara.-Pero claro ¿Cómo vas a matarla? No puedes ser más débil, no tienes instinto ¿Qué te dice tu instinto?.-

- A... ¿A la Rubia? ¿A qué Rubia? ¿Qué dices? - preguntó sin mucha curiosidad Izzie. Bien ya me ha tocado otra loca, como si no tuviera suficiente con los vampiros. - ¿La... La Diosa Araña?

- Tuuu -tu- tu - dijo Izzie dándo vueltas con el dedo alrededor de la sien.

¿El instinto?... ¡Salta! Pues podría decirme eso. ¡QUE SALTES! Ah, que me lo decías a mí.

Izzie intentó reaccionar. Una voz le hablaba. Le parecía escucharla desde todos lados, pero sentía como si fuese ella misma y en realidad no escuchaba nada. Era extraño.

La animadora saltó hacia un lado, tratándo de esquivar el fuerte golpe que le venía. Pero aún tenía los músculos un poco entumecidos de haber estado enterrada bajo la arena. Y además esa mujer era muy rápida.

Tu cara estalla en un infierno de dolor cuando te golpea y por un instante ves el suelo a tres metros de distancia y acercándose... antes de estamparte dolorosamente contra él y rodar por la arena destrozando tu uniforme y tu piel.

-¡Me vas a escuchar ahora! ¡Tu vida depende de ello! ¡La vida de tu mundo depende de ello! ¿Es que no tienes nada dentro de tí? ¿Es que tengo que golpearte hasta arrancarte la piel?.-

Está de pie a un metro de distancia.

Izzie se levantó. A pesar del golpe no sangraba demasiado, o eso pudo comprobar. En ese instante en que pensó lo de la sangre, notó el vestido húmedo y entonces al volver a mirar, tenía todo el cuerpo magullado.

¿Pero qué...?

Sin embargo, no era el momento de hacerse preguntas. Estiró las rodillas, separando mucho los pies, se quitó un hilillo de sangre que le caía desde la boca y sonrió.

- Puedes intentarlo si quieres, Neanderthal. Yo escuchaba, eres tú la que lo ha querido por las malas. -  Y entonces pensó en voz alta - Me encantaría ver la cara de Annie si viese tu look de pelo. Igual le da un infarto. Quizás podrías matar así a la gente, "poniéndote guapa".

-¿Annie? ¿Quién es Annie? ¿Tu hermana? ¿tu compañera de batalla? ¿Ella por lo menos se viste para dar miedo a tus enemigos? ¡Y yo no mato a la gente! ¡Mato a los Demonios! ¿No piensas antes de hablar?.-

Por un instante piensas que te va a volver a atizar y sabes que a pesar de estar herida es más rápida y fuerte que tú... no sabrías si podrías derrotarla... si estuviera en plenitud de sus fuerzas desde luego que no.

-¿Vas a escuchar ahora? ¿Crees que todo va bien en el mundo? ¿No te han hablado los Shamanes de eso?.

Señala hacia el horizonte, una enorme criatura, como una araña gorda bulbosa y con más patas de las adecuadas, pero del tamaño de Empire State Building ¡cada una de las patas! camina. No puede haber nada de ese tamaño, ¡Es un sueño! ¡O una ilusión óptica!.

La criatura se mueve hacia el sol... no sabrías como pero te das cuenta que de alguna manera se está acercando a él.

Izzie gira la cabeza hacia la patuda araña.

- Me cagüen. ¡QUÉ BICHARRACO! - de pronto se lleva la mano a la cabeza, olvidándose de la guerrera por unos instantes. - ¡Es impresionante!

Después se gira hacia ella. Si hubiera querido matarla, seguramente ya lo habría hecho.

- Bueno, Alika. Primero de todo. No sé si piensas por algún casual que yo pertenezco a éste lugar, pero no es así. Me confundes con otra. En cualquier caso, dime. ¿Los shamanes son los arácnidos que tocan el sol? ¿Es por eso que adorais a una diosa araña? - y cuando parecía que Izzie se estaba volviendo lista terminó - Coño, tio ¿¡Y Spiderman aquí será Mahoma por lo menos!?

-No, los shamanes son los magos que nos volvieron como somos, que metieron la oscuridad en nosotras para que no estuvieramos indefensas y pudiesemos proteger a la Tribu.-

-¡No adoramos a ninguna Diosa Araña! ¡Esa abobinación quiere entrar en el mundo y alimentarse de él hasta que no quede nada! ¡Es lo que hace! ¡Sus crías ya están en él! ¡Ya pulúan por las dimensiones inferiores! ¡Y muchas están en la tierra! ¿Quién crees que os intenta matar?.-

-La peor es... ¿Me has llamado Alika? ¿Por qué?.-

Por un instante has pensado que el bicho podría ser increíblemente aterrador... pero luego has dicho mooooola y el miedo sobrenatural no ha conseguido hacer presa en tu neurona.

Es posible que tu interlocutora se haya tranquilizado al ver tal muestra de valor, que no te intimida el monstruo...

- Porque te pareces a una cantante de reggea con esas rastas en el pelo. Pero eso no es importante. A mi quienes me intentan matar no son hijos de arañas, son más bien de otro animal, o de una profesional. ¿Por qué me cuentas todo esto? ¿Me conoces acaso?

Izzie estaba un poco perdida. No le interesaba toda la retaila sobre los shamanes, si no era capaz de escuchar a un profesor, mucho menos a una negra loca con rastas en la cabeza.

-Nunca nadie me había puesto un nombre y menos de alguien tan valioso como una cantante... Alika... suena bien.-

-Te cuento esto porque estaba enfadada contigo, creía qu eestabas descuidando tus deberes... pero realmente me parece que nadie te ha contado nada... y si intentan matarte debe ser que algo haces bien... y yo no voy a poder explicártelo de modo que lo entiendas... probemos otra cosa ¿Qué te apetece hacer ahora?.- dice como si la respuesta fuera importante.

La animadora miró a un lado y a otro. Después a la guerrera. Parecía más calmada, eso tranquilizó un poco a Izzie. Además parecía que, aunque estaba claro que no hablaban el mismo idioma, no pareció importarle y comprendió por fin que ella no sabía de qué le estaba hablando.

- Pues apetecerme... - ¿en este desierto? ¿Un moro que me abanique y una piña colada al lado de un oasis? - Pegar un par de puñetazos y clavar un par de estacas, eso me libera muchísima tensión. Y echar un buen casquete, que últimamente se me está oxidando la maquinaria.

Izzie pensó en Casey y Annie. También en Lucas. ¿Dónde estarían? Empezó a preocuparse por ellos... Alika ya no le llamaba tanto la atención y estaba empezando a cansarse de ella.

-Eso puedes hacerlo en tu mundo cuando quieras, ya que no te interesa lo que tengo que mostrarte te mandaré a ver lo que tienen preparado para la humanidad.-

Y agarrando un puñado de arena del suelo te lo arroja a los ojos y todo se empieza a volver oscuro y brillante a la vez.