Partida Rol por web

Un verano terrorífico

Preludio Peter: El refugio Negro

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05/09/2011, 15:32
Peter Nichols

Hago un gesto con la mano para quitarle importancia a la bordería de la muchacha.

- No te preocupes Randolph, entiendo que por mis pintas piense que soy un idiota. - Si tenía que tragarme el orgullo un poco y metir algo más, tampoco importaba. - Aprendí a no fiarme de las apariencias cuando estuve un par de años con la Cruz Roja en Somalia. Parece mentira que gente que creemos vive en la pobreza en realidad sea más feliz que cualquiera de nosotros. Tenemos mucho que aprender.

No sé si había sonado muy creíble. Quizá demasiado metido a capón. Bueno, a peor no podía ir la cosa, y si la wannabe cazadora se lo creía, eso que ganaba.

- Venga, movámonos, tengo ganas de terminar con esto cuanto antes.

Hago un gesto con el brazo invitándoles a que me muestren el camino hasta el coche.

Notas de juego

Cierto, no caí en que era una tía XDD

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05/09/2011, 15:46
Director

Notas de juego

Jeje, también hay "vigilantas" xd pero esta te la describieron como su "potencial"

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05/09/2011, 16:52
Peter Nichols

Notas de juego

Boh, pues siempre he visto tíos. Bueno, es lo de menos.

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06/09/2011, 13:43
Randolph "Randy" Mallister

-No, de ninguna manera, se dirigirá a sus mayores con respeto...¡Wanda!-

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06/09/2011, 13:45
Wanda

Wanda mira con más odio a Randolph del que te ha mirado a tí y luego se disculpa. O algo.-Perdona, no pienso que seas un idiota. Seguro que eres tan inteligente como Mallister.-

Y justo con esa expresión llegáis al coche, en el aparcamiento del aeropuerto es un deportivo elegante. Y Randolph lo abre con una llave electrónica.

-Ponte atras Wanda, dejemos que Peter vea el paisaje.-

-Vamos a unos acantilados en el norte, tardaremos un par de horas en llegar.- Abre el maletero y en él puedes ver una neverita y un par de maletas. Pero hay espacio para la tuya.

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06/09/2011, 16:06
Peter Nichols

Echo la bolsa en el maletero y lo cierro.

- No, prefiero ir atrás. A pesar de que Wanda se crea en potestad de despreciarnos, prefiero dejarla su lugar habitual. - La miro con cierta malicia. Me ha cansado y no pienso hacerme el idiota más. - No seré yo el que se rebaje a juegos infantiles de carencia afectiva.

Abro la puerta y me pongo detrás sin esperar respuesta. Así además podré tenerlos controlados. ¿Serán todas las cazadoras así de engreídas? Seguro que no.