Partida Rol por web

En esta escena solo plasmarás tu ficha y los pasos que vayas desarrollando. Culquier duda que tengas, como dicen las reglas, debes plantearlas por el off. Si no lo haces vía off, te arriesgas a que no te conteste hasta que vaya a poner turno, o me decida a revisar las fichas.

Por lo demás, ya puedes comenzar con la creación de tu personaje ^^ ¡Bienvenido!

Pestaña de: Ficha del Personaje

Nombre y apellidos: Ketsu Sen
Edad: 17
Poderes: Fuerza, destreza, velocidad, agilidad, resistencia y elasticidad sobrehumanas. Mirada terrorífica y grito paralizante e impactante. Gran habilidad para las artes marciales. Uso innato de cualquier arma

Atributos o Modificadores

Valores especiales:

Pestaña de: Descripción e Historia

Pestaña de: Notas

Nombre: Ketsu Sen
Nombre de la madre: Desconocido
Nombre del padre: Desconocido
Poderes: Fuerza, destreza, velocidad, agilidad, resistencia y elasticidad sobrehumanas. Mirada terrorífica y grito paralizante e impactante. Gran habilidad para las artes marciales. Uso innato de cualquier arma
Tipo de poder: (Como lo recibió) Mutación por la bomba de Nagasaki
Edad: 17

Profesión: Asesina

Estado civil: Soltera

En caso de tener pareja:

Nombre de la pareja y si está viv@: -
Hijos y sus nombres y edades: -
 

Lugar de residencia y quién vive con él/ella: -

Motivación personal: La han enseñado a que la sociedad es machista, y sobre todo la japonesa. Su moral es inexistente y mata porque tiene un fin.

Gustos y aficiones: Artes marciales. Armas.
Temores: Descubrir a alguien que pueda superarla en sus habilidades
No le gusta: Las mujeres machistas
Prejuicios: Odia a los hombres
Su Mayor miedo: Descubrir que la sociedad machista no puede ser destruida.

Persona en la que más confía  (PNJs) : No confía en nadie, pero de tener que confiar, en Madame Sakura.
 

Descripción de esa persona, su edad, su relación con él/ella, a qué se dedica, avatar y todo lo que se te ocurra: Madame Sakura. No conoce su edad, siempre se ha mantenido con el mismo físico. La raptó de pequeña y ha sido su tutora y maestra en todas las habilidades que Ketsu Sen domina. Es la jefa del comando que pretende destrozar la tradición japonesa

¿Qué piensa tu personaje sobre la existencia de este tipo de poderes en el resto de personas?

Está habituada a sus poderes, así que no la sorprende en absoluto.

¿Cómo describiría a sus padres?

Mató a sus padres en una de sus pruebas cómo aprendiz. Se interpusieron en su camino. Eran un objetivo más.

¿Cómo se describiría a si mismo?

Su vida tiene una misión. Acaba con la sociedad machista. Vive para ello. Es fría y calculadora, pero sabe usar una sensualidad abrumadora cuando se trata de conquistar a un hombre. Sabe que no tiene moral alguna. Muy inteligente y astuta.

¿Cómo crees que los demás lo ven?

Ella piensa que la ven como ella quiere mostrarse. Si tiene que ir de supermodelo, la verán como tal. Si es el momento de disfrazarse de bibliotecaria, así la verán.

¿Mejor amigo o amiga y si sabe de su herencia mágica?

No tiene a nadie. De tener que elegir a alguien, Madame Sakura, y sí conoce sus poderes, por eso la raptó.

- ¿Dónde vive actualmente Ketsu Sen y por qué está en Madrid? Dices que fue a Australia, pero la aventura se desarrolla en Madrid.
- Agrega a tu pestaña de Descripción:

Nombre:

Edad:

Altura y Peso:

Complexión:

Cabello:

Ojos:

Así como una foto diferente a la de tu avatar.
- ¿Cree tu personaje que puede haber otros como él, o con poderes parecidos?
- En la pestaña de Historia tendrás que poner una resumida si no quieres mostrar la verdadera. Algo que no sea mentira, pero que tampoco lo explique todo.

- ¿Dónde vive actualmente Ketsu Sen y por qué está en Madrid? Dices que fue a Australia, pero la aventura se desarrolla en Madrid.

Vive en madrid, fue un lapsus. Y en la historia dice que viene buscando a un japonés.

- Agrega a tu pestaña de Descripción:

Hecho

Así como una foto diferente a la de tu avatar.

He puesto dos a falta de una

¿Cree tu personaje que puede haber otros como él, o con poderes parecidos?

No la extraña nada que haya gente con poderes si ella los tiene, así que no la sorprende. Actualmente persigue a un mutante capaz de dominar las mentes.

- En la pestaña de Historia tendrás que poner una resumida si no quieres mostrar la verdadera. Algo que no sea mentira, pero que tampoco lo explique todo.

Hecho.

Vale pues vamos a dar comienzo con la partida. De momento vamos a ir de forma individual hasta que estemos todos juntos. De momento los post serán semanales y en caso de que tenga algo más de tiempo y tú respondas, quizá pueda aumentar un poco. Pero no prometo nada.

La partida comienza el 25 de Octubre del 2015, a las 11 am.

Debes empezar por dónde tú quieras y cómo tú quieras. Pero debes narrar hasta esa fecha. Puedes empezar hablando de lo que hace tu PJ ese día y lo que está haciendo en ese momento.

Ketsu Sen se había despertado temprano. Había dormido 6 horas como era habitual en ella. Así la habían enseñado desde que era una niña pequeña. Bajó del armario y quitó el pelele de la cama. Era extraño, sí, pero Ketsu Sen no solía dormir en la cama. Aunque había crecido sabiendo que era la mejor en su arte, también había aprendido a cubrirse las espaldas. Si alguien llegaba cuando ella dormía, atacarían primero al pelele. Ella despertaría y podría atacar ante la sorpresa de su rival.

El día había comenzado. Ketsu Sen hizo sus ejercicios matinales en el salón de su piso alquilado. Calentó para evitar que ningún músculo sufriera ningún tipo de contractura y, tras esos 30 minutos, comenzó la danza con las katanas. Sus movimientos parecían suaves y fluidos, eran dignos de un espectáculo. Pero los pocos que habían probado esa danza no habían sobrevivido. Sus movimientos era mortales, aunque únicos y preciosos. Un símil podría ser el de una mariposa que acude a tu mano y se posa en tu dedo y, cuando te la acercas a la cara, te corta el cuello con el filo de sus alas.

Tras las katanas, le siguió las artes marciales. Ketsu Sen conocía muchos tipos de combate. Era fuerte y esquiva, siendo muy complicado golpearla. Sus puños eran rápidos como el relámpago y sus patadas eran poderosas como un tsunami. Ese día tocaba Taekwondo. Sus piernas torneadas se elevaban hasta puntos insospechados y bajaban golpeando el aire en diferentes puntos.

Terminó su entrenamiento de la mañana. Se llevó la mano a la frente y apartó el poco sudor que la caía con el dorso de la mano. Se metió en la ducha y salió a los cinco minutos totalmente aseada. Desayunó cómodamente desnuda en la cocina, olisqueando los alimentos por si alguno tenía algún tipo extraño de olor. Si era así, lo tiraba. Y, cuando estaba en compañía, se buscaba las maneras de que otros probaran su alimento antes que ella.

Volvió a su habitación y abrió el armario. Se puso unos pantalones negros, ligeramente anchos, y una camiseta con las mangas anchas desde el codo. Se las arremangó y se ajustó dos tiras en cada antebrazo. En cada una de ellas, colocó dos dagas. Y salió a la calle.

Ketsu Sen iba seria, pero no llamaba la atención. La habían enseñado a pasar desapercibida, aunque algunos hombres se giraban para ver su atractivo cuerpo.

Y, donde una joven normal se hubiera ido a tomar café con las amigas o hubiese quedado con su novio, ella fue a un centro de tiro. Allí estuvo una hora, con unos cascos puestos y con una 9mm en la mano, se dedicó a entrenar su puntería. Prácticamente perfecta, como siempre.

Y a las 11 de la mañana, salía del centro de entrenamiento. El sol deslumbró por un momento a la joven asesina, que rápidamente se sacó unas gafas de sol de uno de sus bolsillos y se las puso.

Después de aquel completo día y tras salir del centro de tiro, echas mano al bolsillo de tu chaqueta para ponerte las gafas. Pero descubres que allí hay algo más. Parece un sobre que rápidamente te decides a abrir. Primero lo inspeccionas bien en busca de una posible trampa o de veneno que pudiera tener el sobre.

El sobre blanco tenía tu nombre escrito con letras bien claras y grandes, no había ningún remite. Muerta de curiosidad por si era una nueva demanda de Madame Sakura o cualquier otra cosa, decides abrir el sobre para encontrarte con:

Cuando notó el sobre, caminó hacia un callejón próximo. No podía investigarlo delante de todo el mundo, y tenía que hacerlo de manera urgente.

Lo cogió por una de las esquinas con sumo cuidado y lo levantó. Lo puso a contraluz, para determinar qué podía contener en su interior. Nada, sólo parecía un simple papel. Se lo acercó a la nariz inquisitivamente. No tenía rastro de ningún tipo de olor. Si fuera una bomba, tendría un olor particular. Incluso muchos venenos tenían un deje particular. Pero en este caso no.

Miró a su alrededor y, tras comprobar que no había nadie. Sacó una de las dagas de su manga y la usó para abrir el sobre. Volvió a olisquearlo ahora que estaba abierto. Nada, sólo olía a pegamento. Sacó lo que había en su interior.

Una entrada al circo... Una entrada.

Ketsu Sen puso una muestra de desagrado. ¿Quién narices le había puesto esa entrada en el bolsillo de la chaqueta? ¿Y cuándo? Iba a volver al centro de tiro, pero recordó que no se había chocado con nadie ni que se hubiera quitado la chaqueta. Así que tenía que haber sido en su casa.

Alguien podía haber entrado en su casa.

Decidió volver con paso tranquilo. Si alguien la vigilaba, quizá pudiera despistarles con sus andares. Enredó por diferentes calles, entró en algunos bares que sabía que tenían doble entrada/salida hasta que llegó a su casa.

Una idea le pasó por la cabeza. Alguien con poderes podía haberle puesto el sobre. Y era una probabilidad que había que tener en cuenta. Estaba claro que, de una manera u otra, tendría que ir al circo y averiguar lo que pasaba.

Ketsu Sen salió de su casa con una vestimenta parecida a la de la mañana. Unos pantalones que, aunque ajustados, se acoplaban perfectamente a sus piernas, dandola total libertad de movimiento, una camiseta blanca de mangas amplias y una chaqueta que le caía por debajo de la cintura, llegando casi a las rodillas. Aunque pudiese parecer calurosa, no lo era. Era una chaqueta ligera perfecta para ocultar armas.
En sus antebrazos llevaba dos dagas, preparadas para soltarse con un movimiento específico y empuñarlas. En su espalda, cubierto por la chaqueta, un machete, dispuesto a probar la sangre. Y en el interior de la chaqueta, unas estrellas ninjas. No necesitaba mucho más, ella misma era un arma potencialmente peligrosa.

En la calle, decidió el camino a seguir. Lo más normal era ir andando. Calentaría músculos, podría averiguar si alguien la seguía e, incluso, apresarlo antes de llegar al circo. Así que, eligiendo el rumbo más corto, se fue de investigación.