En esta escena solo plasmarás tu ficha y los pasos que vayas desarrollando. Culquier duda que tengas, como dicen las reglas, debes plantearlas por el off. Si no lo haces vía off, te arriesgas a que no te conteste hasta que vaya a poner turno, o me decida a revisar las fichas.
Por lo demás, ya puedes comenzar con la creación de tu personaje ^^ ¡Bienvenido!
Nombre y apellidos: Marcial Almagro
Edad: 47 años.
Poderes: invulnerabilidad. (Para mas información consultar sección notas del personaje)
Atributos o Modificadores
Físico (F) | 9 |
---|---|
Destreza (D) | 7 |
Inteligencia (I) | 8 |
Percepción (P) | 6 |
Habilidades | Nv.Hab | Modif | Otros |
---|---|---|---|
Advertir/Notar (P) | 6 | 6 | |
A. distancia (D) | 4 | 7 | |
A. cuerpo (F) | 5 | 9 | |
Atletismo (F) | 3 | 9 | |
Buscar (P) | 2 | 6 | |
Cabalgar (D) | 7 | ||
Callejeo (I) | 4 | 8 | |
Comercio (I) | 1 | 8 | |
Disfraz (P) | 4 | 6 | |
Escalar (F) | 2 | 9 | |
Esquivar (D) | 5 | 7 | |
Etiqueta (P) | 6 | ||
Fauna (I) | 8 | ||
Leyes (I) | 1 | 8 | |
Medicina (I) | 2 | 8 | |
Música (P) | 6 | ||
Navegar (I) | 8 | ||
Nadar (F) | 1 | 9 | |
Ocultismo (I) | 8 | ||
Rastrear (P) | 2 | 6 | |
Reflejos (P) | 3 | 6 | |
Religión (I) | 8 | ||
Robar bolsillos (D) | 7 | ||
Rumores (P) | 3 | 6 | |
Sanación (I) | 1 | 8 | |
Sigilo (D) | 2 | 7 | |
Supervivencia (I) | 1 | 8 | |
Tradición (I) | 1 | 8 | |
Trampas y cerrad (D) | 3 | 7 |
Valores especiales:
PVs: | 36 |
Defensa: | 17 |
Iniciativa: | 9 |
Vale pues vamos a dar comienzo con la partida. De momento vamos a ir de forma individual hasta que estemos todos juntos. De momento los post serán semanales y en caso de que tenga algo más de tiempo y tú respondas, quizá pueda aumentar un poco. Pero no prometo nada.
La partida comienza el 25 de Octubre del 2015, a las 11 am.
Debes empezar por dónde tú quieras y cómo tú quieras. Pero debes narrar hasta esa fecha. Puedes empezar hablando de lo que hace tu PJ ese día y lo que está haciendo en ese momento.
Vamos a ir roleando en esta escena, pero no te olvides de terminar o responder a lo siguiente:
1.- ¿Por qué sabe tu personaje tanto de Armas a distancia y de armas cuerpo a cuerpo?
2.- Indica la dirección exacta del lugar de residencia de tu PJ. Y también la dirección del bar de Julia y el avatar de Jose Muñoz.
3.- La foto de la pestaña de Descripción, por favor, que sea una diferente a la de tu avatar.
4 - ¿Cree tu personaje que puede haber otros como él, o con poderes parecidos?
¡Comenzamos!
(Tienes hasta el día 15 de Junio para postear)
1.- ¿Por qué sabe tu personaje tanto de Armas a distancia y de armas cuerpo a cuerpo?
Bueno, principalmente me las puse por que en el pasado el personaje había sido asesino a sueldo y entonces si que sabía de disparar y pelear cuerpo a cuerpo. El personaje en realidad actualmente no se acuerda de ello, por lo que no sería algo que usase de forma activa y por interpretación tampoco debes preocuparte por que no pienso ir de matón, como ya he descrito es un tipo muy pacifico. Si usase por ejemplo la pelea cuerpo a cuerpo sería mas de una manera reactiva (y con previo consentimiento tuyo), como pasa por poner un ejemplo en las novelas y películas de "Bourne" donde el personaje no se acuerda de que es un espía y cuando le atacan su cuerpo reacciona automáticamente a la agresión. (Para sorpresa de él)
De hecho, la parte del trasfondo donde explico que fue un asesino no la he colgado en la sección de historial del PJ, mas que nada por que el mismo no se acuerda y para evitar que ningún jugador pueda tener la tentación de actuar en consecuencia. Si quieres te la pongo en la sección de notas para que sea Only your eyes. ^^
2.- Indica la dirección exacta del lugar de residencia de tu PJ. Y también la dirección del bar de Julia y el avatar de Jose Muñoz.
Ok, ahora me pongo a ello y te lo añado a las respuestas de la sección de notas. (Actualizada la sección de notas con la dirección del bar, el lugar de residencia de Marcial, y la foto de Jose Muñoz.)
3.- La foto de la pestaña de Descripción, por favor, que sea una diferente a la de tu avatar.
En realidad la foto del avatar y de la sección de descripción son diferentes. Jejeje lo único que al ser hechas de cerca y el actor esta sonriendo se parecen un poco, sin embargo si quieres no tengo problema en buscar otra foto en la que se vea mas diferente.
4 - ¿Cree tu personaje que puede haber otros como él, o con poderes parecidos?
El personaje desde luego cree que es posible, si él, que es un don nadie los tiene ¿Por que no podría tenerlos cualquier otra persona? Desde luego otra cosa es que esa idea no le parezca algo tremendamente preocupante.
Le gustaba la mecánica. Cojinetes, clavijas, circlips, juntas, bujías, bulones, pistones, arandelas...
Partes de un motor, piezas de un mecanismo que cumplían con su función en conjunto, para realizar un propósito concreto que se ramificaba en su complejidad. El fallo de una sola de aquellas piezas era fatal para el conjunto del mecanismo y provocaba el colapso del sistema.
La gente era como un motor, animales de costumbres que seguían pautas preestablecidas para poder funcionar en el día a día de su monótona y anodina existencia. Algunos podían no fijarse en ello pero así era, sus vidas eran predecibles, solo había que estudiarlos y descubrir que partes de su vida eran susceptibles de ser saboteadas, de ser un punto débil. Descubrir esos fallos era su trabajo, bueno, al menos parte de él.
Ella se llamaba Sara Harker, una mujer de treinta y dos años, guapa, inteligente y eficiente, una emprendedora del mundo de los negocios especializada en la organización de eventos. Era una de esas personas de las que se podía decir que se habían forjado a si mismas a base de no dejarse pisar por el resto de competidores y de tomar buenas decisiones empresariales. Era una lastima de que hubiese fallado en esa tendencia y tomado la mala decisión de engañar a su marido con el guitarrista de aquel grupo de música rock cuyo concierto había organizado. Su marido, un poderoso magnate sexagenario y con mucho orgullo, desde luego no había apreciado enterarse de su engaño.
No fue difícil descubrir la combinación de la alarma de seguridad de la vivienda, y para cuando ella llegó al apartamento, él ya se encontraba esperándola. Sara entró como siempre, dejando su abrigo en el colgador de la entrada se dirigió a la cocina, sacó una botella de vino blanco de la despensa y abriéndola se sirvió una copa generosa, después, se dirigió hacia el salón para sentarse en el sofá de cara al ventanal, dispuesta a disfrutar del final del día, viendo la puesta de sol reflejándose sobre el agua de la bahía.
Fue entonces cuando él salió de entre las sombras del pasillo que llevaba al dormitorio, donde se había estado escondiendo.
La mujer estaba dejando la copa sobre la mesita de cristal del salón cuando percibió su presencia detrás de ella y se giró hacia él pero ya era demasiado tarde siquiera para gritar. Extendiendo la mano él le aferró su delicada muñeca y simplemente dejó que su poder cubriese como un manto el cuerpo de su victima.
Sara abrió la boca para gritar, pero solo logró lanzar un débil gemido ahogado, pues él había modificado la composición de su escudo de energía para no dejar pasar el oxigeno y sus pulmones ya no podían absorber el valioso oxigeno que tanto necesitaba. La mujer intentó resistirse, forcejeó y pataleó, pero sus intentos eran del todo fútiles pues estaba unida a él a través de él escudo y este vinculo era indestructible. Ni siquiera tuvo que hacer fuerza alguna para retenerla mientras la vida se le escapaba y le lanzaba una última mirada de suplica con sus vivaces ojos azules antes de que quedaran fríos y mórbidos cuando la muerte la reclamó.
Suavemente la dejó sentada en el sofá, de cara a la puesta de sol que tanto le gustaba ver cuando estaba viva. Una última concesión de parte de un asesino.
Sacando de su bolsillo una bolsita de pastillas de éxtasis la dejó al lado de la copa de vino, sobre la mesita de cristal. Acto seguido cogió la copa con un pañuelo y la vació por el desagüe de la cocina y limpió con agua su interior. Antes de que la mujer llegase había metido éxtasis dentro del vino que Sara había sacado de la despensa, así que sacó otra botella, la abrió, rellenó la copa y la volvió a dejar en la mesita. A la mañana siguiente cuando la mujer de la limpieza llegase al piso y se encontrase el cadáver llamaría a la policía rápidamente. Los agentes al no encontrar prueba alguna de allanamiento y el cuerpo sin marcas de violencia no tardarían en llegar a la errónea conclusión de que la muerte se debía a una mala combinación de drogas y alcohol que le habían provocado una parada respiratoria.
Algo similar le ocurriría al amante roquero cuando lo encontrasen al día siguiente ahogado en la piscina de su mansión de Palm Beach.
Recogió la botella de vino con éxtasis, lo metió en su pequeño maletín y se dispuso a salir con total discreción. Antes de hacerlo no pudo evitar sonreír, aquel encargo había sido rápido y fácil, una muerte que le reportaría grandes beneficios...
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Marcial despertó enderezándose de golpe en la cama con un grito ahogado en la garganta que apenas llegó a un gorjeo estrangulado. Su corazón le palpitaba en el pecho sudoroso como un tambor de guerra a punto de salir de entre sus costillas. Aturdido tardó unos segundos en darse cuenta que se encontraba en su habitación de alquiler en el piso de los Saleem.
Mirando a su izquierda observó la hora en el despertador. Eran las 7:45 de la mañana del 25 de octubre de 2015.
Sin duda había tenido otra de las pesadillas que le atormentaban por las noches. Nunca lograba recordar el contenido de aquellas pesadillas más que ligeros flashes inconexos, pero aquellas estampas de muerte eran suficiente como para hacer estremecer su cuerpo de arriba a bajo.
Pasando la mano por su frente se quedó sentado en el margen de la cama y soltó un profundo suspiro de resignación. Era domingo, su día de fiesta, por lo que el sábado había estado hasta tarde, con lo que en total había descansado apenas cuatro horas, sin embargo no valía la pena intentar dormir de nuevo. Sabía que era imposible que volviese a conciliar el sueño...
Levantándose recogió su ropa y sus zapatos y saliendo de su habitación se dirigió hasta el lavabo tan silenciosamente como pudo. No quería despertar a nadie de la familia, ya había suficiente con que uno de los habitantes de la casa no pudiese dormir.
Encendiendo la ducha procedió a asearse como buenamente podía mientras maldecía en silencio aquella maldición de poder que le tenía atrapado. El escudo recubría su cuerpo como una segunda piel, y dejaba que el agua le limpiase, sin embargo no podía sentir nada, ni las gotas al caer sobre él y ni tan siquiera el frescor del agua. De la misma manera ocurría con todos los aspectos de su vida, pues aquella armadura de energía invisible impedía que nada ni nadie le tocase. Era una experiencia extremadamente alienante y deprimente.
Sin duda le había salvado la vida, pues impidió que aquella viga lo convirtiese en un sello, pero después su salvación había sido su condena. Secando la superficie de su infranqueable envoltura procedió a vestirse, acto seguido salio a la calle y simplemente comenzó a andar.
Su intención era pasear un rato para despejarse, pero sumido en sus pensamientos para cuando quiso darse cuenta eran las casi las 11 de la mañana, sin duda un momento ideal para ir al bar de Julia a ver que se cocía por allí.
Cansado por no haber podido pegar mucho ojo en toda la noche decidiste ir al bar de Julia dónde ella te reconfortaría y te animaría a afrontar aquel día de libranza. Te dirigiste como siempre a la mesa de siempre mientras la mirabas para que te pusiera el mismo desayuno de media mañana de siempre. Eras un habitual por allí y Julia te conocía más que de sobra.
Te sirvió el café bien caliente, o al menos eso es lo que te decía ella que hacía, porque tú no eras capaz de comprobarlo nunca. Decía que para despertarse había que tomarlo así. Así que querías creerla.
Pero cuando fuiste a echar mano de los sobres de azúcar y sacarina que había a la derecha de la mesa, pudiste comprobar que había algo más allí. Entre todos los sobres, la carta del restaurante, el salero y el pimentero y el servilletero, había un sobre que tenía tu nombre escrito con letras grandes y claras. Lo más extraño era que no poseía remitente, y no solo eso, sino que la letra no se parecía en nada a la de Julia.
¿Qué podría contener aquel sobre y quién lo habría dejado allí? Por alguna razón aquello te resultó extrañamente familiar, aunque no podías saberla.
Cuando la abriste pudiste ver el contenido:
En cuanto Julia le puso la taza de café pegó un sorbo antes incluso de pillar un sobre de azúcar. El escudo no le permitía sufrir o sentir el calor del oscuro liquido, pero si le permitió degustar el placentero sabor tostado en todos sus matices. El gusto incluso parecía haberse acrecentado, pero sabía que sin duda se debía al hecho de tener su sentido del tacto totalmente alienado, de la misma manera que un ciego al carecer de visión ve agudizados el resto de sus sentidos.
Pegó un pequeño suspiro de satisfacción y entonces alargó la mano para coger uno de los sobres de azúcar. Fue en ese momento cuando se percató del sobre. Extrañado por ver su nombre escrito en él, se olvido del azúcar y abriendo el sobre sacó su contenido.
Marcial miró la entrada del Cirque du Soleil parpadeando con confusión, mientras su cerebro procesaba la situación. Por la letra del sobre estaba claro que no se la había dejado Julia, así que ¿Quien podía haberle dejado aquella invitación?¿Acaso tenía una admiradora secreta?
Aquella idea absurda le hizo sonrojarse como un jovenzuelo. Era gordo, barbudo, calvo y rozaba casi la cincuentena. Por supuesto que no había ninguna mujer que lo encontrase atractivo. Ademas, tenía la impresión de que aquella letra del sobre le sonaba, como si la hubiese visto antes pero no pudiese identificar a quien pertenecía. ¿Podría pertenecer a algún conocido de antes de que perdiese la memoria?
Un escalofrío le recorrió la espalda.
- Perdona Julia.- Le dijo a la dueña del bar llamando educadamente su atención.- ¿Has visto quien ha dejado este sobré aquí? Es que lleva mi nombre escrito, pero no reconozco la letra.- Le explicó titubeante.
Julia dejó las tazas de café sobre la cafetera. Apagó el molinillo que estaba moliendo el café y después dejó el trapo cuidadosamente doblado sobre la pila. Se agachó para pasar por debajo de la puertecilla de la barra del bar y se acercó algo extrañada a Marcial.
La pobre mujer llevaba trabajando desde bien entrada la mañana, aún no era de día cuando había abierto ya la cafetería, había bajado las taburetes, había dado un repaso a las mesas para quitar el polvo que hubieran podido acumular durante la noche, había colocado las cartas y los servilleteros en las mesas y además había colocado y revisado los botecillos de palillos. En ningún momento de todos esos nadie había entrado y nadie había sido capaz de dejar una carta allí. Así que, la extrañeza en los ojos de Julia era algo más que normal. ¿De dónde coño ha salido ese sobre?
Ais... cariño. Dijo acariciando de forma maternal la oronda cabecita de Marcial. Esto ha tenido que ser alguna chica que te haya visto. Observó cuál podía ser la mujer que estuviera tratando de conquistar a uno de sus mejores clientes pero sorprendida vio que en ese momento todos eran hombres. Seguro que alguna que te ha "echao" el ojo, picarón. Dijo dándole un codazo leve. Yo si fuera tú iría a esa cita, parece que esa chica tiene dinero, porque esas entradas son muy caras. Dijo sonriente y parpadeando repetidamente. No la dejes escapar, total. ¿Qué tienes que perder?
¡Ve a por ella, tigre! Exclamó para después seguir atendiendo a unos recién llegados.
Bueno, pues para el próximo post puedes narrar ya que te diriges al Circo o que ya estás llegando. Es a las 17.30.
Tu próximo post antes del 14 de Julio.
No voy a poner aviso esta vez ya que la semana pasada yo no avisé de mi ausencia. Pero en caso de que se repita sí que lo daré. De momento he puesto ya turno a todos aquellos que me han posteado.
Estaba claro que por el comportamiento de Julia, ella no tenía nada que ver con la carta, algo en cierta manera le deprimió. Mas aun teniendo en cuenta que se lo tomaba con aparente humor.
Había estado a punto de decirle que no tenía interés en ninguna mujer a excepción de ella, pero para cuando había reunido el aplomo para hacerlo, la aparición de nuevos clientes ya había reclamado la atención de Julia.
Resignado a la par que cohibido, Marcial suspiró volviendo su atención al sobre y su contenido. La verdad, es que no tenía ninguna intención romántica en mente en relación a quien le había enviado aquella invitación, pero sin duda sentía curiosidad de descubrir de quien se trataba.
Ademas estaba el asunto de que le sonase la letra con la que había sido escrita la carta... ¿Quien sería y que querría de él?
- Bueno, tampoco creo que haga daño ir a ver un poco de circo.- Comentó con una sonrisa ligeramente irónica esbozada en el rostro.
La única lastima es que no hubiese otra entrada para Julia, pues sin duda habría estado bien llevarla con él al espectáculo.
PD: Ostras, se me había pasado completamente. No volverá a ocurrir, en adelante responderé directamente en cuanto me respondas para que luego no me olvide.