- ¡OHH! Jefa no te preocupes. En la marina nos entrenan muy bien a la "carne de cañon", y nos dan jugetes muy interesantes.- responde con tono burlon, pero no puede resistirse y en tono mas seco dice:
- Por cierto, son hombres y mujeres bien entrenados, que sirven a país con valor y lealtad , algunos desgraciadamente no regresan . No los tome a la ligera.
Decide dar por zanjado el tema y observar el paisaje europeo.
-Psss...no es que los tome a la ligera, es que yo también fui carne de cañon en su momento. Admítelo, apesta. Si estas aqui deberías saber tan bien como yo que organismos como la policía, la milicia...son meros peones en el tablero de ajedréz global. No es que les tome a la ligera yo, pero...bueno, tampoco puedo hacer nada para cambiar la estructura mundial.
Se cruzó con suavidad de brazos.
Después de aquella conversación, volvió a hacerse el silencio.
El helicóptero seguía avanzando. No se escuchaba sonido mas que el de la propia hélice cortando el aire, y la sensación de movimiento se acentuaba un poco. Había comenzado a coger algo de velocidad.
Una pantalla apareció frente a sí, encendiéndose. El logo de La Agencia, primero, y luego, varias fotos y una conversación por parte de un hombre que pasaba a recordarles los detalles de aquella misión.
-Vuestros contactos os estarán esperando en el helipuerto del hotel en el que hospedareis. Allí encontrareis la información restante y los datos mas inmediatos. Buena suerte, agentes.
Volvió a apagarse la pantalla, después de casi siete minutos de video, y la pantalla se volvió a esconder en el techo del helicóptero.
De nuevo aquel silencio. Parecía quedar menos para la llegada al punto de destino.