—Aunque la justicia no es parte del código del bushido, probablemente encuentres que el perseguirla pondrá a prueba todas las virtudes que lo conforman. Es un camino arduo y noble, Nanako-chan, pero espero que puedas recorrerlo sin demasiados tropiezos.
Takao hizo una reverencia a la joven Nanako.
- Un cometido muy noble, Nanako-chan. Os deseo que las Fortunas es guarden y guién para conseguirlo y para ejercer tan justa y sabiamente como magistrada como lo hizo vuestro padre. – se despidió de ella antes de realizarle una nueva reverencia de despedida.
Luego miró a Doji Ando.
- Hay cuestiones del pasado que aún me habrían gustado preguntarle, Ando-sama, pero espero que pueda dejarlas atrás y que ahora pueda verme de una forma distinta a la primera que nos vimos. – le dedicó una nueva reverencia para despedirse. Tenía sospechas de que Caracortada estaba relacionado con el pasado de Ando, quizás el propio Doji fue quien le cortó la cara al ronin muchos años atrás, pero de momento parecía que aquel sería un secreto que no desvelaría.
Por último se despidió de los que habían sido sus compañeros los últimos dos días con reverencias, salvo para Rokamaru a quien se limitó a dedicar un escueto “adios”.
-Creo firmemente que así como hay gente que así como existen personas naturalmente aptas para hablar con los kami o para producir arte, que también la aptitud para resolver enigmas es algo de algunos. Estoy segura de que, considerando que te ingeniaste para sembrar información valiosa y seguirnos durante la noche aún y a pesar del momento oscuro que pasabas, vas por buen camino para tus ambiciones.
Nadeshiko quitó las manos de las mangas, y presentó una caja a la niña. Y no fue a la única, ya que una a una reveló pequeñas atenciones para los presentes, y con cada uno hizo la cortés danza social de ofrecer y rechazar obsequios. Para casi todos los presentes, ofreció omamoris del templo local, con una plegaria a Bishamonten por la gloria de su portador. Las pequeñas bolsas en las que estaban resguardados eran de gusto exquisito, fuera con las esperadas grullas, pasando por kois y pavos reales entre otros. Por esa tarde en una escapada al templo, había tomado la libertad de elegirlos detalladamente y prepararlos.
El de Rokumaru fue distinto, solo levemente. Este contenía una plegaria por una vida larga a Jurojin. Por supuesto, el hecho de que podrían haberle herido o en el peor caso hecho un seppuku involuntario y que estuviera demasiado impactado para moverse le disgustó y disgustaba. Pero en el final del día era alguien muy joven, y eligió de forma indirecta desearle una pronta recuperación y bastante vida, para que con suerte aprendiera de la experiencia.
Para Heihachi, sin embargo, ofreció un netsuke de piedra roja, con la forma particular de un espíritu zorro.
-No parece que seas demasiado de accesorios, pero espero que aceptes este. Quizá puedas mostrarme uno de tus tierras si nos volvemos a encontrar. Creo intuír que te caería bien algo hecho de roca. -cerró los ojos, sonriente- La tarde se hizo muy corta como para hablar de temas tan extensos como virtudes. Pero me encantaría escuchar una historia o dos de espíritus de la montaña- Aunque estaré ajetreada, me han otorgado los deberes de un magistrado, así que deberé retornar a formarme un poco más para llevar propiamente esta responsabilidad.
Finalmente reveló la causa de su mesurada alegría durante la tarde. Cuidó con esmero de no mostrarse demasiado contenta, porque entendía que fácilmente podía interpretarse como que se alegraba de que Damachi hubiese muerto, y no pretendía en absoluto bailar sobre su tumba.
Finalmente, retomó con Nanako, ofreciendo una vez más el regalo luego de algo de suspenso casi teatral, y reveló lo que le daba: otro netsuke, algo más adorable y bien detallado, de un zorro bajo un tori y algunas palabras deseando buena fortuna. Claramente ese también venía de sus tierras.
-Ah... -un corto suspiro precedió antes de que mirara el camino- Supongo que este es el adiós por ahora, señores. Estaré pendiente del tema relacionado al sótano lo que me sea posible, me gustaría ver la resolución última de aquello...pero por ahora, que el camino sea tranquilo y las intrigas pocas de regreso a sus hogares.
-Espero Nanako -chan que las cosas salgan tal y como pensáis, y que logréis vuestros objetivos. Que además de nobles, son muy necesarios para el imperio. Siempre será necesario que alguien se ocupe de hacer que las leyes se cumplan. Ha sido un placer poder ayudaros.- Dijo a la joven.
A continuación se despidió de aquellos buenos compañeros con los que había podido colaborar, y a los que echaría pronto de menos. Con la esperanza de que podrían reunirse en el futuro.
-Ha sido un verdadero honor haber podido trabajar con ustedes, y espero que en el futuro volvamos a coincidir. Hasta entonces, trataré de mantener contacto mediante correspondencia.- Y tras una cortés reverencia se dirigió tras Asako-sama, comenzando a desandar el camino de vuelta a casa.
Heihachi tuvo que ocultar su sorpresa ante los regalos. Tan compenetrado estaba en el viaje que tenía delante que había olvidado esas costumbres de la cortesía.
—Muy acertado— dijo con su ya esperada sonrisa apacible— lo llevaré con orgullo, y me aseguraré de devolver el gesto la próxima vez que nos encontremos. Que las fortunas les sonrían a todos.