Partida Rol por web

En torno a las cuatro de la madrugada llegáis a las puertas del convento de San José. Sentís reparos a la hora de alarmar a la comunidad, pero el caso es urgente y cuanto más se demore la obtención de evidencias más se alejará la solución de vuestras manos. Tras las presentaciones, hacen levantar a fray Bertomeu que os recibe somnoliento en una sala fría y de mobiliario sencillo. Ver unos hombres armados a esas horas le inspira los peores augurios.

—Buenas noches, ¿en qué puedo ayudarles esta fría noche?

- Muy buenas noches hermano, venimos a hablarle de sus sobrinos, han tenido algunos roces últimamente y nos gustaría que nos puede decir de cada unó de ellos. Manuel sabemos que es más solitario, pero Francisco si que consiguió formar una familia, aunque sin hijos. ¿Como ve usted su futuro hermano Bertomeu? Pensamos que pueden andar en algún pequeño lio y nos gustaría ayudarles. 

Fray Bertomeu agita la cabeza sorprendido por la cuestión que se le plantea a estas horas intempestivas, como tratando de discernir si está soñando o completamente despierto.

—Grande debe ser el lío para que vuestras mercedes tengan la imperiosa necesidad de transmitirme esa inquietud tan de madrugada. Dios mío, ¿han tenido otra pelea, están bien? Su futuro será el que sepan labrarse ambos con la ayuda de Dios, oscuro como no encuentren el modo de perdonarse los agravios.

Hermano Bertomeu, al igual que Satanás en forma de serpiente metio "cizaña" y tentó a Eva para comer del fruto prohibido, le consta a usted que hubiera alguien cercano a sus sobrinos, que malmetiera entre ellos?

Aunque le parezcan preguntan impropias dada la hora de la madrugada en que nos hallamos, le aseguro que es de vital importancia. Sus respuestas igual pueden ayudarnos a esclarecer ciertos misterios acaecidos esta misma noche, y siendo miembros dela Ronda, nos corresponde a nos, clarificar los sucesos.

Su sobrino además nos nombró la palabra "Frare", que es lo que nos ha hecho venir aquí, buscando relaciones al respecto...

—Si hay algo que siembra la cizaña entre ellos es el innecesario apego hacia lo material y el olvido de que no hay un vínculo más sagrado que el amor entre hermanos, pues quien no ama ni perdona a su hermano no puede amar a Dios. No obstante, me extraña que después de tanto tiempo sin mantener el contacto haya vuelto a aflorar la animadversión y precisamente hoy.

Entiendo que quien me ha mencionado es mi sobrino Francisco, pues acude a menudo a este convento en busca de guía, consejo y consuelo. Si está en mi mano arrojar luz sobre cualquier misterio estoy a su disposición. No obstante, agradecería que fuesen más concretos porque me inquieta sobremanera lo que pueda haber sucedido.

Me adelanto y tomo la palabra.

- Buen señor, si buscaba consejo en usted... ¿podría decirnos si su familia política o su mujer le causaban pena alguna? A su sobrino le ha sucedido algo esta noche así es, y nos gustaría saber cualquier cosa sobre ellos pues podría ayudarnos mucho a averiguar quién y por qué han provocado esta situación.

Entendía que aún no quisieran decirle que el hombre había fallecido, pero poco más podríamos mantener el misterio.

El fraile se muestra aún más preocupado ante tanto secretismo. Medita unos instantes antes de compartir información que pertenece al ámbito privado de su familia y ofrece una solución de compromiso sin entrar en detalles.

—Mi sobrino, como muchos hombres, necesita guía espiritual para lograr mantener la felicidad y el equilibrio en su hogar. Tras faltar su primera esposa, Dios lo ha puesto a prueba a menudo en su nuevo matrimonio.

- Bona nit hermano Bertomeu. ¿Pero Javalones era su segunda esposa? ¿Qué desgracia aconteció para quedarse viudo?!....si me permite una pregunta tan directa...pero a estas horas la sutileza no es mi mejor cualidad, perdone frare.

Intento aparentar que he hecho la pregunta saltándome el filtro de la prudencia, y me siento un poco culpable.

Es cierto que la vida nos impone innumerables obstáculos, no me imagino que problemas habrá tenido que superar Francisco durante su matrimonio, si su familia política parece que lo quería bien.

–Doña Jacinta, mi sobrina, enfermó. Sufrió fiebres durante varios días y Dios quiso llevársela. Fue muy triste, todos la queríamos, pues era una señora buena, discreta, devota y trabajadora. Casó más tarde mi sobrino con Ana María, cuya juventud ha dificultado en no pocas ocasiones el esplendor de esa unión. Es el precio a pagar por la vanidad de escoger la belleza frente a la experiencia. Su familia política lo quiere tan bien como se puede amar a un postizo. En cualquier caso, el amor es algo que ha de trabajarse sobre la base del tiempo.

-Entiendo por sus palabras que en ese matrimonio no había amor hermano. He de asumir por tanto que era un enlace de conveniencia en la que ambas partes buscaban algo en beneficio, su sobrino una joven junto a él y ella quizá regalos y una mejor vida así como heredar los bienes patrimoniales de su sobrino. ¿Es así como debo entender ese matrimonio frare?

—En cierto modo. Fue un matrimonio acordado entre mi sobrino y quien sería su suegro por un asunto privado. No se contó con los deseos o intereses de la muchacha, una chiquilla por entonces, lo cual tampoco es infrecuente. En estos casos, para que el amor fructifique debe haber voluntad, tesón y mucha paciencia por ambas partes. Sin embargo, la juventud no hace habitualmente de la resignación algo vocacional y ha habido tentaciones, lo cual ha complicado mucho las cosas.

Frare, se que la pregunta que haré, puede tener varias respuestas.

A)- No teneis ni idea ni os consta

B)- Sepáis lo que sepáis, revelarlo pondría en entredicho a vuestro sobrino, y obviamente evitaréis que eso ocurra, callando, pero no mentiréis porqué eso sería pecar...

C)- Afirmativo, existen antecedentes y rumores que algo dejan intuir...

D)- Alguna otra que no seme ocurre ahora mismo.

Y la pregunta es:

Sabe usted de algún rumor o cotilleo, malsano, evidenciado o no, de que la esposa de vuestro sobrino, tenga algún romance con otro hombre?

Pues como bien es sabido, la mujer fue entregada cual mercancía a cambio de ciertos acuerdos, y eso siendo joven como era, no ha de ser fácil de llevar... 

Además, recordemos el dicho popular, que reza "Donde las dan, las toman". Pudiera ser que la joven  mujer tuviera resquemores y necesidades, o incluso un amor secreto. Algo con que lidiar día a día, pero que puede colmar el vaso de la paciencia de un hombre...

Le puedo asegurar que su respuesta no perjudicará a su sobrino, todo lo contrario. 

Fray Bertomeu mira hacia abajo y suspira con pesadumbre, luego observa a José Manuel sin decir nada, haciéndole ver que ha hecho una pregunta indiscreta. No obstante, su silencio, su gesto incómodo y que no corrija lo que ha sido dicho indican que está familiarizado con la vida íntima de la mujer de su sobrino al margen del matrimonio. Al fin y al cabo, era quien escuchaba los males de Francisco Urbán.

Viendo que el padre con esa última pregunta se viene abajo le voy a contar la verdad antes de que decida marcharse. 

Le pongo la mano en el hombro y le digo - Padre, hemos de serles sinceros, si vinimos hasta aquí no fueron por buen así noticias y estas preguntas eran por algo. Su sobrino ha sido asesinado en el lecho conyugal, la última palabra que dijo fue Frare, en honor a usted y de ahí nuestra visita. Quizás tenga respuesta para ayudarnos a dar con el causante de todo esto. 

El mazazo de la noticia hace palidecer al hombre, que se echa las manos a la cabeza y llora desconsoladamente por la muerte de su querido sobrino. Pasa un buen rato hasta que logra serenarse.

—Les ruego que me disculpen —dice temblando—, pero no he podido evitar el sentimiento. No podría haber imaginado este horror. Ahora comprendo la urgencia de la visita y todas las preguntas, están buscando al perpetrador de semejante crimen atroz.

Sé por mi sobrino que su mujer era pretendida por otros hombres que lo volvían loco de celos. Hubo un estanquero de nombre Francisco Comeres que salió muy mal parado después del enfrentamiento que tuvieron. Todavía cojea por la paliza que recibió. Luego hubo un oficial de barbero que estuvo a punto de correr la misma suerte, pero por recomendación mía Francisco siguió la vía legal y lo denunció ante el alcalde barrio, que le impuso una orden de alejamiento de la casa y de la señora, bajo pena de cárcel si se le ocurría acercarse. Su nombre es Ginés Sansano. Desconozco si esos hombres están relacionados con este asunto.

Tomáis la decisión de no importunar más al fraile y la de respetar su duelo, por lo tanto os despedís. Fray Bertomeu os agradecería que le transmitieseis cualquier información que obtengáis sobre el paradero del asesino de su sobrino. Rogará a Dios para que os ilumine en la búsqueda de la verdad y la justicia. Tras cerrarse la puerta del convento os dirigís hacia la barbería de Ginés Sansano, sin demasiados reparos por amargarle la noche o no.