—¿Qué voy a denunciar? Que a este le falta un hervor es evidente, bastante desgracia tiene. Es tan bobo como bellaco y se ha destrozado la vida por una mujer que ha heredado a su costa. Lo peor es que ni lo ve. Ya no vale ni la soga que van a gastar con él. ¡Anda, majo! ¡Aire!, que te lo has ganado a pulso.
Lleváis a Sansano al palacio de Altamira, donde le buscarán una celda bien oscura. Solo queda capturar a la mente que lo urdió todo: Ana María.
Fin de la escena