Partida Rol por web

Era interesante ver trabajar a Nehifile. ¡Cómo metía la ganzúa en el ojo de la cerradura y la movía una y otra vez!. Alé sujetaba la antorcha con gran seriedad y aplomo. Cuando la elvariel dejó las ganzúas y cogió la palanqueta, la Pitonisa ya apoyaba una mano en la cadera, cansada  de estar medio agachada.  Cambiaba el peso de un pie al otro, iluminando  la estancia para que continuara el trabajo. Cuando ya optó por la sierra Alétheia ya estaba de rodillas, lamentándose del dolor de sus articulaciones. Pero por fin se abrió la maldita cerradura.

- Un trabajo muy...fino.- Sonrió a su amiga, sabiendo que no siempre uno podía tener  éxito en lo que se proponía. Tendió un perfumado pañuelo a Nehifile para que se limpiara la mugre y el sudor y se introdujo en la celda a examinar el símbolo.

- ¿Qué opinas Thessaly?- Obvió preguntar a la elvariel antes de que le soltara otra historia sobre putas.- Hablas de un culto a un dios demoníaco, quizás un dios arácnido.- Mientras esperaba respuesta de la bruja, pasó la mano por el símbolo. Se quedó con los ojos cerrados , tratando de recopilar toda la información que el Débil le había proporcionado  gotita a gotita.

¿Qué es lo que quieres de mi , oh, mi alabada Debilidad?

Sí, Oráculo, hay claros signos de adoración aquí y basado en nuestra experiencia, seguramente sea algún culto a un Dios Araña. Sería interesante hablar con un experto en esto.

La bruja se quedó mirando fijamente el centro de la figura mientras su familiar, la pequeña zorra inquieta (NdJ: Que mal suena, copón :P), jugaba sin cesar entre sus piernas.

Voy a intentar hacer una cosa. No espero que resulte en nada pero me encanta probar cosas nuevas.

Thessaly sacó de sus bolsillos los componentes necesarios para efectuar un conjuro y procedió a realizar los gestos arcanos

Al lanzar el conjuro, el centro del símbolo se ilumina con una luz verdosa durante un instante antes de volver a su color habitual.

Alé observa a la bruja actuar y se queda con la boca abierta cuando el símbolo reacciona ante los movimientos y palabras arcanas que realiza. Después de un rato recupera el habla.

- Pero si es un culto maligno...- Alé es lo que realmente pensaba por lo que había permitido ver el Débil.-...debería haber detectado algo cuando recé al Débil. Bueno, podría tener sentido pues algo sí que percibí, aunque sólo fuera el olor del hollín en las paredes.- Se quedó pensativa pensando es si la araña albina podría haberse considerado algo maligno, o simplemente una bestia de la naturaleza.- Ahora bien. ¿Quién realizó este símbolo? ¿Los kobolds? ¿Quién estaba encerrado en esta celda?- El misterio era grande, demasiado complicado para una simple humana como ella. Se había decidido y , con determinación, lo prepararía todo para consultarlo con el Débil. Se puso a examinar la celda y comprobar si podría pasar allí la noche ya que estaba segura de que eso ayudaría en el complejo proceso de canalizar la magia del Dios.- Esta noche la pasaré durmiendo aquí.  Si queréis podéis ayudarme con los preparativos.- En el templo del Débil siempre había acólitos que se ocupaban de todo y de que a Alé no le faltara de nada. ¡Cómo echaba de menos eso!- Habéis encontrado ya dos símbolos como este. En mis sueños he visto a un demonio poderoso confinado en  un lugar por una puerta. Me atrevería a decir, y espero no pecar de soberbia, que hay otros seis símbolos como estos repartidos por ahí, formando un círculo. No sé bien que significa. Aparecía también una llave , o el concepto de una llave. Podríamos suponer que haya un culto demoníaco tratando de abrir esa puerta y la clave sean los puntos marcados con este símbolo.

Nehifile se quedó maravillada de que el símbolo se iluminase brevemente ante una especie de orden mágica de Thessaly. 

Rápidamente empezaron Alé y ella a especular con cosas raras que la elvariel no acababa de comprender. Lo que estaba claro es que el símbolo se podía pulsar, golpear o tocar y que eso tenía algún efecto. Agarró una piedra pequeña o algún objeto duro y de similar tamaño y lo lanzó con su estupenda puntería justo en el centro. Tanto bla bla bla no era lo suyo. Prefería la acción. 

Bieeen... Jijiji! Le he dao en to el medio!

Que se encienda, que se encienda...   Deseaba en su mente con una tonadilla infantil.

Si adoran a las arañas, buenos no deben de ser esos cultosos (quería decir cultistas). 

Por lo visto la pelirroja iba a velar en el calabozo aquella noche. Nehifile no pudo más que esbozar una sonrisa. 

Cuanto tardarás en subir con una excusa? Jijiji. O gritar en medio del silencio por ver tu sombra reflejada? Jejeje. 

Buenas noches, Alé. 

La mujer pelirroja no pudo evitar devolverle la sonrisa a la elvariel. Como si se tratase de una competición entre la bruja y la deslenguada para complacerla, Alé emitió su juicio. El hechizo o la piedra.

- Reconozco que me ha impresionado más Thessaly, esta vez, jijiji.- Guiñó un ojo a Nehifile. Se quedó pensando en las palabras de Thessaly, que la llamaba Pitonisa. Esta noche vería si se merecía ese nombre.

Aletheia se queda sola en la celda esperando tener una de sus visiones del futuro. Se concentra hasta que las paredes empiezan a difuminarse y empieza a caer por el vacio mientras la imagen de la sala se vuelve borrosa.

Una figura saca algo guardado y lo acerca al centro, el símbolo entero se desliza hacia un lateral dejando paso a una pequeña habitación.

Un gran destello borra la imagen y aparece otra a la derecha de Aletheia, en otra habitación, desde la ventana un gran pilar se levanta con una bola de cristal enorme en su cima, un rayo de luz se pierde horizontal por algún sitio.

Otro gran destello y de nuevo en la gran puerta, detrás de ella una risa malvada se oye, Aletheia tiembla ante la imagen pues no quiere que la puerta se abra, pero esta se abre de nuevo y los ojos llenos de odio se clavan en su alma consumiendola.

La imagen desaparece de golpe y Aletheia se despierta de manera brusca sin poder controlar su cuerpo, sobre fuertes convulsiones además de estar empapada de sudor.

La piedra rebotó sin más. Alé aprovechó para destacar su fracaso. 

Ña ña ña, ña ña ña...! Dijo con gesto hosco exagerado, sin poder evitar sonreír justo después. Le había dao un corte con todas las de la ley. Y, además, había sido graciosa. Nehifile podía ser muchas cosas, pero tenía sentido del humor.