Partida Rol por web

Entre el tumulto de voces y gritos de la gente que se apelotona el camino crees oir unos llantos desconsolados que salen del interior del caseron de la fornecida del obispo.

ten cuidado joao si entras me pareció oír un llanto que salía de la casa, quizás sea sólo mi imaginaciónte susurra al oido sujetándote suavemente del brazo

Es una casa bastante señorial seguro que vale miles de maravedies y por lo poco que queda veis que estaba bien decorada, pero los monjes que se afanan en sacar baules y enseres de cocina la estan dejando vacia. Esta vez escuchais el llanto mas claramente , proviene de las cocinas o lo que queda de ellas pues los monjes ya las han vaciado completamente, en una sala anexa a esta econtrais a un hombre y una mujer mayores abrazados y llorando desconsoladamente. Sin duda los criados que debia servir en la casa a la hija del obispo o la fornecida segun las versiones de lorca.

nos han dejado sin nada que sera de nosotros se lamentan entre sollozos, se lo llevan todo por que por que continua la mujer sin poder pararse. Ambos parecen ajenos a vuestra presencia o quizas os confundan con dos monjes mas, no parece muy dispuestos a habalr con vosotros.

Me acerco a la pareja de ancianos y hablo directamente con el hombre:

Disculpe buen hombre, me llamo Joao Do Castelo, y me ha enviado aquí Su Excelencia el Obispo de Toledo, que el Señor guarde en su gloria, para proteger a una muchacha que vivía en este caserón. Esa mujer es mi hermana, y debo encontrarla y llevarla conmigo, pues puede correr peligro tras el fallecimiento de nuestro padre... Si saben su paradero deben decírmelo, y a cambio tienen mi palabra de Fráter de la Orden de Cristo de que les ayudaré a ponerse a salvo antes de que los infieles lleguen aquí.

Los ancianos os miran con escepticismo en sus ojos , y entre nuevos sollozos y lamentos comienzan a hablar con voz quebrada por la pena.

El obispo Anton Nuñez y los soldados llegaron ayer a la noche y hablaron con la niña en sus estancias, hasta que empezaron a salir gritos de la sala, se la llevaron a rastras , se la llevaron a la fuerza, y nos dijeron que ahora la casa pertenecía a la orden de los mercedarios y que teniamos un dia para recoger y marcharnos, no hay derecho,somos ancianos donde iremos, nosotros siempre hemos cuidado de la niña.

Poco más podeis sacar de ellos encerrados en su retahíla de lamentos y autoconsuelo, poco a poco van bajando las escaleras para salir del caserón.

Cuando salis a la calle observais que los monjes se alejan ya del caserón perdiéndose por el camino a punto de cruzar la puerta de entrada a la zona amurallada. Vuestra nariz es golpeada por el olor del fuego y la madera, y un perturbador silencio reina ahora en el solitario camino, esto solo puede significar una cosa el ejército nazarí está cerca muy cerca, mucho más cerca de lo que desearías.