Partida Rol por web

Hace ya seis años que empezó todo y una a una fuiste perdiendo a todas las personas que querías. Fuiste quedándote sola, conociendo aquel nuevo mundo, aquel nuevo infierno y a la vez, conociéndote a ti misma. Nunca hubieras pensado que eras tan dura, tan fuerte en todos los sentidos. No tienes nada por lo que seguir, pero sigues, por que es la única opción si quieres vivir en el infierno.

Seis duros años sobreviviendo a esas cosas, huyendo, escondiéndote, combatiendo y volviendo a huir. Enfrentarse a esas cosas es una locura porque siempre hay más, pero no lo has hecho mal, nada mal.

Los últimos meses has sobrevivido en un enorme rascalieloos en el centro de la ciudad, volaste la escalera de entrada al mismo para que fuera inaccesible a los zombies y tras eso has ido limpiandolo poco a poco. De abajo a arriba, limpiándolo tanto de zombies como de comida, acabando con las pocas latas que quedaban en las máquinas.

Aún te faltan varias plantas hasta llevar al techo y estás durmiendo, o al menos intentándolo, encerrada en una sala de reuniones con varias salidas, para no quedarte rodeada.

Un tremendo estruendo te despierta, algo parece haberse estrellado en la azotea. Si algo tienes claro es que hacía mucho que no escuchabas un ruido semejante, pues los zombies no pilotan ni conducen. Deben de haber sido humanos...
...podrias ir a ver que pasa, dejar su relativa seguridad e internarte en las plantas superiores aún inexploradas. ADemás el edificio es muy grande de quedar alguna de esas cosas en las plantas inferiores habrá escuchado el impacto y también se dirigirá hacia la azotea.

Tu decides.

Me levanto sobresaltada por el gran ruido. Automáticamente agarro la pistola que está situada en en una de las sillas que rodean la mesa encima de la cual estaba descansando, y miro hacia todas partes apuntando con la Beretta 9mm Parabellum 92F que mi ahora ex-novio guardaba en el armario y que me ha ido acompañando casi desde el principio del holocausto...y con la que me vi obligada a dispararle cuando intentó devorarme las entrañas. Pero hace ya tanto de eso, que el dolor hace ya mucho que desapareció.

Viendo que sigo sola en la sala de reuniones, me levanto de la mesa, me guardo la pistola en la parte de atrás del pantalón, entre el pantalón y la espalda, y me acerco a una de las ventanas rápidamente. Mi corazón todavía late a mil y mis pensamientos fluyen a una velocidad sobrehumana..."¿Qué ha sido eso?¿Puede que algún ser de esos haya hecho estallar algo?venía de arriba...de la azotea seguramente", abro la ventana de la sala de conferencias me asomo. Miro hacia arriba y veo humo sobre la azotea..."Bingo".

Cierro la ventana y varias posibilades cruzan mi mente: "¿Han sido esas cosas? puede que hayan sido otros vivos...puede que haya supervivientes, y si no subo a ayudarlos pueden verse en problemas aún mayores si esas cosas los encuentran (y de seguro que lo harán)...pero aquí estoy bien, segura, al menos de momento..."

La decisión está tomada, lentamente me acerco a una de las puertas mientras saco la pistola del pantalón...apoyo la oreja en la puerta...ni un solo ruido...lentamente, voy girando el pomo y la puerta se abre, mostrandome el pasillo.

Si hay alguien arriba, tengo que intentar ayudarle...mi soledad ya ha durado mucho tiempo.

En partida cada uno escribe con su propio estilo y con el tiempo persona que le guste más. Nunca obligaré a nadie a que escriba en priemera persona/pasado, o en tercera/pasado ni de ninguna manera ;)

Caminas en silencio, observando todo a tu alrededor, en la azotea, a varias plantas sobre ti, escuchas disparos y gritos. No pinta nada bien.
Abres la puerta que da acceso a las escaleras y delante tuyo hay un abogado, su traje gris por el tiempo, su corbata es apenas un hilo despedazado. Conseerva aún las gafas aunque no tengan cristales, a través de ellas los ojos de la muerte.
Se gira hacia tí pero tu aún tienes la ventaja.

El pasillo que se abre ante mi está totalmente desierto. Guardo la pistola y me aferro con todas mis fuerzas a mi pequeña hacha de bombero..la munición es escasa y puede que me haga falta en la azotea. Camino poco a poco, escuchando...mirando...y de repente lo escucho, el inconfundible sonido de los.."Disparos. Mierda..eso es muy malo. ¿Y eso son gritos?..si, definitivamente malo". Acelero un poco, debo darme prisa si quiero ver a alguien con vida.

Sigo adelante, y ahí está...la puerta de las escaleras. Intento escuchar a través de ella y nada, silencio, aunque eso no tiene porqué ser bueno. La puerta chirría sobre sus goznes, los pelos de mi brazo se erizan, la tensión se hace patente...y ahí está, ¿cómo no?, ahí está andando con su peculiar contoneo, con su lento paseo renqueante hacia ninguna parte...¿lento?los cojones!! si quieren destriparte bien que saben como mover el culo esos traicioneros hijos de puta.

Parece un hombre, jirones de lo que antes quizá fué un traje de algún color indefinido que ahora se ha vuelto gris después de tantos años, le cuelgan del cuerpo. Un abogado quizás. Manchas marrones lo cubren casi por entero...sangre ya reseca de hecha a buscar cuando (y quién)...es curioso lo que te pasa en momentos de tensión extrema por la cabeza...dicen que cuando estás al borde de la muerte, toda tu vida pasa ante ti en un solo segundo...pero cuando llevas 6 años enfrentándote a ella, ese segundo se queda en pausa permanente y lo único que piensas es.."joder, le va a costar sacar esas manchas de sangre del traje".

Pero está en mi camino, y he de subir por esas escaleras. Podría buscar otra forma de llegar a arriba, pero este es el más directo y el tiempo se me agota.

Se gira y me ve. Me ve con esos ojos que reflejan la muerte tras las gafas de pasta, sin cristales por supuesto...pero todavía conservo ventaja, una ataque rápido y directo es mi opción para acabar con él.

Saco la pistola y le apunto a la pierna derecha. Un disparo certero en la cabeza sería la mejor opción, pero tanto tiempo usando un arma me ha enseñado que acertar de pleno en la cabeza...es casi misión imposible. "De esta forma, con suerte quizá pueda derribarlo y entonces un hachazo en la cabeza termine con todo". Con suerte.....

Con un hachazo seccionas la cabeza del zombie de su cuerpo.
En la escalera retumba el eco de la batalla en la azotea, disparos gritos. Durante un momento se oyen mucho más, como si los sonidos provinieran de una radio a la que han subido el volumen. Al momento los disparos y gritos vuelven a su intensidad original.
Subes hacia arriba cada vez con más dudas, observando cada puerta de acceso a las distintas plantas por si saliera algún no muerto, pero ninguno te ataca, al menos por ahora no hay signos de ellos.

Llegas a la última plata y te quedas sin aliento cuando ves algo que no veías hace mucho. Un superviviente.