Partida Rol por web

El asunto parece más complicado de lo que uno podría pensar. De haber seguido en el Crucero, probablemente ya serían comida para peces. Kim se echó cuerpo a tierra cuando comenzó la descarga de ametralladora. A pesar del sentimiento de "secuestro", el hecho de estar en esta embarcación les ha salvado la vida. De momento... Se mueve rápido en el agua, y con un poco de suerte se habrán librado del ataque. La oscuridad en el mar es el mejor aliado...

¿Quizás una oportunidad?
De momento, no muevo ni un músculo mientras permanezco tumbado boca abajo. Pero una idea me ronda por la cabeza.
Si nuestros captores estan ocupados sufriendo un ataque, quizá seria un buen momento para tratar de escapar.
Y a juzgar por los sonidos que nos llegan desde el exterior, mas nos vale.
Pues no parece que esos "rescatadores" se muestren parcos a la hora de gastar munición.
Por tanto, desde el suelo sin alzar la cabeza, digo.
Es hora de empezar a preocuparnos de nosotros mismos. Pues no creo que lo vaya a hacer nadie mas.
Arrastrandome por el suelo, pues no quiero tentar a la suerte, examino la cerradura de la puerta que nos mantiene cautivos.

Miro atónito la escena desde uno de los ojos de buey con mis compañeros antes de tirarme al suelo al ver la ráfaga de disparos que se dirige hacia nuestra embarcación, la que nos mantiene cautivos y cubriéndome la cabeza en un frágil e inútil intento por protegerme espero que las cosas se tranquilicen un poco cuando oigo como uno de mis acompañantes quiere simplemente tratar de escapar... - Pues ya nos dirás como... Están armados... Nosotros encerrados... Y estamos en mitad del océano... 

Estaba empezando a decir "Yo era compradora en ventanilla. Atendía a todo el que me traía ciberbasura recicl..." cuando el barco empezó a dar sacudidas por los disparos.

Esto rozaba lo surrealista. Los captores pedirán cosas a cambio de no matarnos. ¿Aguien de nosotros vale algo? Lo dudo mucho. Joder... se negarán, y nos matarán. ¿Que podemos hacer? ... piensa...

Hay que salir de aquí. No digo que lo hagamos a la fuerza (sería una locura), pero si hay que aprovechar la mínima oportunidad. Busquemos cualquier cosa que buenamente nos pueda servir de arma.... ... ... Mmmm... ¿Por casualidad alguno de vosotros es netrunner?
Mientras hablaba, examiné la escotilla en busca de cerradura, o algo similar. Pero no se porqué sospechaba que no se podía abrir desde dentro.

Todo se vuelve oscuro y silencioso. Los disparos ya no se oyen, de echo, dejaron de oírse hace unas horas cuando el crucero no era mas que una mota en el horizonte y la embarcación que os ha secuestrado se alejaba cada vez mas...hacia vete tu a saber donde. Tras horas en la bodega y siendo ya de noche, la luz se enciende permitiéndoos ver.

El océano es tremendamente tranquilo.

No hay escapatoria. La cerradura es de llave normal, pero sin siquiera una horquilla es imposible abrirla. La escotilla del techo solo se abre desde fuera. Estáis a su merced.

Un chirrido procedente de la puerta hace que se os tensen los nervios. La puerta se abre revelando a una mujer pelirroja vestida de un cuero ajustado negro con un chaleco antibalas de donde cuelgan dos pistolas en las sobaqueras. Su brazo izquierdo cibernético sujeta una bandeja y un enano aparece detrás de ella con una escopeta de dos cañones a su medida. 

La mujer le da una patada a una caja de cartón y unos botellines de agua salen rodando mientras sus manos dejan en el suelo una bandeja con latas humeantes de carne en conserva.-Vaya palo, de unas felices vacaciones a esta mierda.-

-Y que lo digas. Supusimos que tendríais hambre,-el enano se encoge de hombros sin dejar de apuntaros.-Ella es Alex y yo Chuck. No tenemos otra cosa....Bueno si, cerveza.-El enano se rasca la espalda con el cañón de la recortada mientras la mujer se enciende un cigarrillo.
-¿Sois estadounidenses?.-

 Miré fijamente al enano antes de responder:

 - ¿Eso importa?.

El enano soltó una carcajada.-Vale tío, tranquilo. Yo soy de Chicago solo era por daros conversación.-

Yo soy informático como os dije y algo se pero... - No puedo terminar la frase ya que escucho la puerta chirriar y me cayo de golpe antes de decir algo de lo que arrepentirme y veo a la chica peliroja y detrás al enano, viendo que lo que pasó en el barco no fue una ilusión ya que fue él, el que me tiró al barco... O el que me salvo de la masacre... Ya no sabía que pensar así que manteniendo mi halo de desconfianza me mantengo en la postura de mis compañeros de cautiverio esperando ver que respondía al enano. Cuando lo oigo, respondo con un escueto - Massachusetts - Sin saber muy bien si quería intentar entablar algún lazo que me permitiera un ápice de seguridad...

Chuck mira primero al informático.-¿De Massachusetts? Vaya, esa roca que cayó del cielo os jodió bien jodidos. Lo siento por vosotros. Esos malditos orbitales consiguieron lo que querían a base de masacrar civiles y...el enano de repente se fija en el tipo de antes (Gabriel Kerrigan)¡¡OH DIOS, ¿QUE TE HA PASADO EN LA CARA??!!

 No entiendo su pregunta, mientras me llevo la mano a la cara y observó que está llena de sangre. No noto dolor, como si estuviera adormecida... O los nervios estuvieran destrozados...

 Entonces, por vez primera, noto que mi cuerpo está lleno de quemaduras y tengo dificultades para mover mi otro brazo... Seguramente no me dí cuenta hasta ahora por la adrenalina y todo lo ocurrido:

 - ¿Que me pasa?. - Pregunté confuso...

-¿Que, qué te pasa?- La mercenaria exhaló el humo del cigarro formando una O.-Eso es tu cara ahora mismo. Joder tío, ¿como aguantas sin desmayarte del dolor?.-

Todos os fijais en el rostro del hombre. Antes no lo habíais notado entre las sombras y la sangre sucia que le cubre la cara, pero casi no tiene rostro. Solo una deformidad en carne viva que parece una boca, unos ojos y poco mas. 

-Te traeré un poco de alcohol y una venda.-La mujer sale de la bodega dejando una estela de humo.

-¿No tenéis hambre?.-Dice el enano señalando los botes humeantes de la bandeja.

 - Mi cara... ¿Que le pasa a mi cara?... - Pregunté, cada vez teniendo más difícil mantener la consciencia...

 De repente empiezo a marearme, mientras el dolor, antes adormecido, empieza a venir con ganas... Trato de mover mi brazo izquierdo sin éxito y entonces me fijo que el otro está en carne viva.

Dos personas entran en nuestra particular celda ofreciendonos víveres y agua.
Se muestran amistosos, lo cual no es que me afecte demasiado.
Me fijo con apenas un parpadeo en las armas de la pelirroja. Resulta tentador pensar en lanzarse sobre ella y volarle la tapa de los sesos de un tiro.
Si. Seria una excelente manera de devolverle la atención prestada.
No obstante, no hago ni un gesto amenazador pues soy consciente de que posiblemente no podria competir con la velocidad de su brazo implantado.
Por lo tanto, una vez que mis compañeros cautivos han hablado, es mi turno de decir.

¿Para que estamos aqui encerrados en realidad?. Dudo mucho de que sea para pedir rescate por nosotros. No somos lo bastante importantes. Y tampoco para servir de escudos por esa misma razón. Creo que nos vendría bien a todos, aclarar la situación.

-La verdad es que no deberíais estar aquí, eso es cierto. Tendríais que ser comida para peces pero, por una casualidad del destino, habéis acabado aquí.- 

La pelirroja entra con un par de vendas y una botella de desinfectante.-No te hagas ilusiones. No te habríamos secuestrado ni aunque nos hubieran pagado por ello.-Lanza la botella y los vendajes a vuestro compañero de reclusión mientras continúa.-Por cierto…creemos que os interesaría escuchar esta conversación.-Su mano cibernética lleva el cigarro a sus labios, mientras se apoya en la pared con la vista perdida en el infinito. 

El altavoz de se enciende y enseguida reconoceis la voz que habla. Es Ishino Joshima Jefe del departamento de personal. Es, básicamente, quién contrata y despide en Linktech, por lo que todos le tienen un gran respeto a este japonés de cincuenta años.

-…con la prensa en los talones, pero la situación a sido controlada y el ataque de unos sanguinarios piratas que no han dejado supervivientes a nuestro crucero se extiende por el mundo. Espero que la noticia no haya afectado a su reputación capitán.-

La otra voz es profunda pero esta rota por los vicios.
-Como si me importara lo que piensen de mi, ¿Y sus familias? Querrán una respuesta.-

-Ya han sido notificadas del desastre y serán generosamente recompensadas. Mañana se celebrará el funeral en la sede central de Berlín por todos los empleados muertos. Una gran pérdida para Linktech.-

-Es muy pronto para tener arreglado un funeral de tanta envergadura, ¿no cree?.-Un momento de silencio, o tal vez duda, os llama la atención.

-Seamos realistas capitán. Usted fue contratado para recuperar unos archivos de datos robados a la compañía y nosotros le pagamos por ello. El resto del incidente no tiene nada que ver. Sentimos mucho la pérdida del personal, pero siempre hay inevitables bajas colaterales en nuestro mundo capitán. Sobre todo si unos sanguinarios piratas no dejan supervivientes. Le sugiero que no se meta en asuntos que no le conciernen.-

-Maldito bastardo.-Se oye murmurar entre dientes.-Hágame un favor y no vuelva a llamarme. Mantendré la boca cerrada si usted hace lo propio.-

El altavoz se desconecta y el ambiente se queda en un silencio sepulcral.

Escucho la conversación sin saber muy bien que pensar, tan pronto parecían "preocuparse" por nosotros alimentándonos y dándonos vendas y utensilios médicos, como decían que no les importábamos una mierda y que era una simple coincidencia haber acabado ahí. ¿Que coño estaba pasando y que nos iba a pasar? Demasiadas preguntas agolpaban mi mente cuando escucho a la pelirroja que llama nuestra atención – El que? – Pregunto sin saber a que se refiere y empezando a temer por mi maltrecho oído cuando empiezo a escuchar el altavoz. Solo puedo que enfadarme con la conversación, como siempre los malditos empresarios actuando a sus anchas sin preocuparse por la gente de a pie, habían masacrado a cientos de personas, dejado hecho polvo seguramente a sus familias, y sin un maldito cargo de conciencia… Sin poder evitarlo doy un puñetazo en el suelo maldiciendo entre dientes - ¿Qué demonios, ha pasado? ¿Estaba todo planeado? – Pregunto en voz alta intentando darle un poco de sentido a todo lo ocurrido.

El silencio de después cayó como un jarro de agua fría. Vuestra…Linktech, donde trabajabais, había montado todo ese viaje como tapadera de una masacre.
-Comprar ese billete, fue comprar vuestra sentencia de muerte. Que cabrones, ellos lo sabían, incluso tenían preparado vuestro funeral.-La mujer le da una calada al cigarro.-Tú estabas en la sala de reuniones-dice señalando al que habló antes. (Peter Rodney).-Qué sabes de la reunión ¿A quién le cogí la memoria de datos?.-