Partida Rol por web

x. Ciudadela del rey draconido

5. Trasfondo de personajes

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27/04/2020, 14:35
G2/ Bren Hojacaida (Fonso2020)

Nombre y Apellido: Bren Hojacaida.
Edad: 30
Altura: 1 m
Peso: 20 kg

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La personalidad de Bren no tiene nada que ver con su comportamiento de juventud, cuando formaba parte del gremio.

Ahora es una persona paciente, sería y tranquila, que ha dejado atrás su vida alocada para seguir los caminos de la meditación y la sabiduría.

Tras años de entrenamiento con el maestro, sigue un código de conducta:

Obedece las leyes y cree en la justicia, sobre todo en la que deriva de sus actos.
Actúa con valor, sin miedo, pero si con respeto y precaución.
Muestra compasión y ayuda a tus compañeros siempre que sea preciso.
Se respetuoso, incluso con el enemigo. La crueldad no te hace mejor que los animales.
Se honesto y cumple tu palabra si la das.
Se honorable. Actúa rectamente, cumple tu deber y tu moral.
Cuida de todas las personas que estén a tu cargo.

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Nací en el seno de una comunidad Halfing que, varias generaciones atrás, se alejó de la tranquila vida en el campo. ¿Cuál fue el motivo? Las urbes humanas.

Los humanos y sus ciudades ofrecían multitud de oportunidades. Había muchos trabajos diferentes y muchas posibilidades de salir adelante, lejos de la sacrificada vida rural. Lejos del trabajo de sol a sol, aunque la tierra fuera fértil.

Mis antepasados cambiaron la relativa tranquilidad de las granjas por la urbe y al principio les fue bien. No amasaron ninguna fortuna, pero podían vivir como ciudadanos respetables.

¿Qué podía salir mal?
Algunos pensarán que se vieron atrapados en alguna crisis, que les obligó a cruzar la delgada línea de la ley. No fue así. Fue la avaricia. El dinero fácil. Comprendieron que sus cuerpos pequeños y ágiles les hacía idóneos para ciertas labores que debían desempeñarse bajo el amparo de la oscuridad.
Aprendieron habilidades que no se desarrollan cultivando y cuidando ganado. Fueron sigilosos, como sombras, invisibles y en muy escasas ocasiones, letales.
Se convirtieron en maestros del latrocinio.

Me críe entre ladrones. Cuando uno es un niño, le parece que el comportamiento de su familia es el adecuado y quiere imitar a sus mayores. Mis parientes me enseñaron, poco a poco, como si fuese un juego.
Primero te enseñan a ser vigía y alertar a los demás cuando se acercan problemas, en forma de guardias o gente peligrosa. Pronto aprendes a correr, a esconderte, a disfrazarte. A mentir y a hacerte pasar por un niño humano desvalido. A timar, a robar bolsas y a matar como último recurso si es necesario.

La gran mayoría de las veces ganas y te llevas el botín con una sonrisa burlona. Pero a veces pierdes, recibes golpes, pasas la noche en el calabozo y algún amigo o familiar pasa una larga temporada en una sucia celda. Si la fortuna te abandona por completo, alguien a quien quieres muere.
Los enfrentamientos con la guardia, con otros ladrones o intentar robar a quien no debes, suele acabar con la sangre regándolo todo.

Cuando fui algo más mayor, pero aún joven, decidí que aquella vida no era para mí. No podía dormir tranquilo con un cuchillo bajo la almohada y con un ojo abierto, esperando que algún enemigo viniese a degollarme. Al fin y al cabo no hay honor entre ladrones.

A pesar de que mi padre insistió en que me quedase, pues mi lugar estaba en el gremio, abandoné todo lo que tenía en busca de algo mejor. A pesar de todo, aún se alegraron de verme cuando años después les hice alguna visita.

Recuerdo que al principio mendigué por las calles y salvó algún contratiempo, del que tuve que huir corriendo y escondiéndome, no me fue del todo mal.
Después le conocí.
Conocí a un hombre anciano y a su escaso séquito de discípulos. Se detuvo ante mí y me dijo que podía ayudarme a cambiar mi vida, si de verdad lo deseaba. Me habló del camino de la Sabiduría y me convenció.
Aprendí las artes del Ki y de la lucha desarmada, tan sólo cuando comprendí mi lugar en el mundo a través de la meditación.

Tras años de aprendizaje, que al principio me parecieron toda una vida - a causa de la rutina y monotonía - y que luego pasaron con tanta rapidez como el vuelo de una libélula, salí a recorrer el mundo.
Aún lo hago.

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27/04/2020, 15:56
G2/ (candymanba)

Lionel es un elfo gris, una variedad de la raza élfica algo mas reservada que la original y centrada en usos no ofensivos de la magia.

Durante su juventud, desarrollo un hastío por el tranquilo y contemplativo estilo de vida de su comunidad, poco interesada en el exterior y sus historias... con la idea de salir de allí cuanto antes nuestro joven desarrollo sus ya de por si considerables habilidades mágicas, sobre todo las relacionadas con el sigilo y el engaño. sus mentores estaban orgulloso, aunque no tardaron en arrepentirse.

En cuanto una caravana comercial itinerante paso por su pueblo, Lionel pidió poder viajar con ellos, no si antes aligerar un poco la carga de las arcas de sus congéneres, con sus ilusiones consiguió que sus congéneres se dieran cuenta demasiado tarde de lo ocurrido.

Poco tardo el dotado elfo en hacerse un hueco en el mundillo criminal, pero nada relacionado con sangre, más bien robos y timos elaborados, tan comentada era su habilidad como su falta de interés en relacionarse más de lo necesario con el resto de bribones, bueno eso nunca es un problema mientras uno mantenga sus tratos claro...

Notas de juego

Llego un día tarde, pero es que el finde son días muy familiares.