Partida Rol por web

Hacia las 11 de la mañana y por orden del director del hospital, el doctor Harris, habíais empezado a evacuar mediante simulacro de incendio el hospital. Pero no había fuego, aún así algunos médicos insistían en que os quedárais fuera con los pacientes, la policía no tardó ni veinte minutos en llegar, los familiares acudieron a estar con sus seres queridos que tanto estrés estaban pasando y entonces llegó el ejército acordonando un amplio perímetro en la parte frontal del hospital.

Montaron unas unidades de campaña y alojaron a los pacientes en ellas. Era todo una locura ¿Había estallado la guerra acaso? ¿Para qué necesitaban el hospital? Dada tu constitución, te encontrabas en una tienda de campaña más pequeña que el resto, destinada a los pacientes de la unidad de salud mental, estaba contigo otra enfermera y no había ni un médico por ningún lado, aún así todo parecía estar controlado.

Teníais dieciseis pacientes que por ahora y debido al estrés estaban bastante tranquilos con excepción de Tim, un alcoholico de 45 años que estaba a punto de caer en Delirium Tremens debido al proceso de desintoxicación que estaba llevando a cabo en la planta. Nadie de su familia había venido y miraba de un lado a otro en busca de algo que beber con un nivel de nerviosismo bastante elevado.

El día había empezado como el resto de la semana, el madrugón de todos los días, el atascazo de todos los días y el supervisor dando por saco, nos dejábamos los cuernos con los pacientes todos los días pero no parece suficiente.

La alerta nos pilló por sorpresa, otras veces se nos había avisado del simulacro con antelación pero esta vez no fue así.

El desalojo fue bien, pero al ver al ejército acordonando el hospital no me costó mucho darme cuenta de que algo no iba bien.

Cuando montaron las unidades de campaña y me asignaron una de las minúsculas tiendas, no podía dejar de preguntarme qué coño estaba pasando, pero tenía gente que cuidar, Tim, no estaba precisamente bien.

-Vamos Tim, amigo, tranquilo, ya hemos llamado a tu familia y ya viene de camino-le digo al hombre poniéndole una mano en el hombro con gesto amable.

Tim no se lo piensa dos veces y trata de soltar un derechazo al enfermero- ¡Quiero irme de aquí! - Tiene unos sudores fríos y una voz apremiante. Es conocido el sindrome de abstinencia de los alcoholicos, así que no es una respuesta inesperada y no coge por sorpresa al hábil enfermero que se echa hacia atrás sin dificultad esquivando el golpe

Tu guapa y joven compañera enfermera deja estar una medicación que estaba administrando y acude a ayudarte pasando antes por un botiquín que habeis traído de la unidad en la que llevais algunos sedantes inyectables

- ¡Sujétalo!

La reacción de Tim no es rara, está en un punto crítico, así que intento sujetarle hasta que llegue la enfermera y le inyecte el tranquilizante.

El tipo se pone en pie y comienza un forcejeo. Con tus compañeros de unidad esto nunca pasaba, cuando un paciente se agitaba acudís todos, le sujetais y lo inmovilizais rapidisimamente, pero esta vez andais cortos de personal, y aquí solo estás tú. Tu compañera tiene una inyección preparada pero no puede colocarla si no inmovilizas al paciente enloquecido.

Por el rabillo del ojo ves como uno de los pacientes aprovecha para levantarse con su ropa y salir de la tienda de campaña mientras que otro se enciende un cigarro observando el espectáculo que formais.

La situación no pinta bien, el hombre se encabezona y resiste con fuerza, intento mantenerle inmóvil pero el maldito se resiste. Mientras lucho con él veo como otro paciente sale corriendo.

-¡maldita sea!-mascullo entre dientes-más vale que el jefe no se entere de esto, si no me la cargo, pero bien-digo mientras lucho con el hombre.

Max inmobiliza sin problemas al paciente y la enfermera se apresura a inyectar un sedante, aún tarda unos largos minutos en hacer efecto. El paciente queda en la cama murmurando algo y arropándose él mismo. Los pacientes restantes están bastante calmados, dos de ellos acompañados por algun familiar. Todo parece en calma salvo el paciente que salió aprovechando el alboroto. Te asomas un momento al exterior de la tienda, pero no le ves a priori, sí ves que los soldados se están moviendo, algo está pasando.

No hay médicos a la vista

Después de dejar al paciente ko por la inyección y tras ver el revuelo que se ha montado fuera la curiosidad me puede y me dirijo hacia el barullo, quizás halla algún herido y necesite ayuda.

Hay un par de soldados, una mujer anciana y un hombre bien curtido cruzado de brazos muy enfadado, una mujer de mediana edad y un par de reporteras hablando con una de las soldados. Te acercas junto a una paciente en bata blanca, la soldado coge el objetivo de la cámara y lo baja, la reportera de la cámara mantiene ésta baja mientras la reportera de raza negra da algunas explicaciones a la soldado