- Vivirás con nosotras, comerás con nosotras, serás una de nosotras. Pero no tendrás armas, y cada noche dormirás aquí con la puerta cerrada por fuera. Para que confiemos en ti primero debes confiar en nosotras. ¿Estás de acuerdo?
Luana te mira fijamente, con una medio sonrisa, acercándote su mano para estrechar la tuya y cerrar el trato.
-Acataré vuestras normas y no llevaré armas, pero no quiero ser un prisionero de nadie- me niego a que me cierren la puerta, qué temen tanto!...
- Me parece justo. Pero haz algo contra nosotras y yo misma te cortaré el cuello.
Seguimos en 02 Como una más.