Partida Rol por web

No he tenido mucho tiempo para descansar que debo regresar para buscar a mi unidad y darle las nuevas. Sin más dilación regreso al trote seguido por Hans hasta la iglesia. Luego de cruzar el umbral de la entrada principal busco a mi superior. – Sargento. Un tal comandante Lorenz (si, ese que huele a brandy de cerezas y usa gafas “culo de botella”) lo busca a usted y al resto de la unidad. Quiere que regresemos inmediatamente.  – para recuperar el aliento me siento un momento sobre una pila de maderos que antes formaban los bancos de la iglesia. – parece que toda la jodida wehrmacht va a cruzar el pueblo y por eso nos quieren de regreso. - 

Sven saluda a Paul con un gesto.

- Bueno -contesta poniéndose de pie y recogiendo sus cosas- Eso soluciona nuestra disyuntiva. Si hemos terminado en este maldito pueblo, podemos regresar con la mujer y dejarla en algún lugar seguro. Si tanta es la prisa, será mejor no demorarse.

-Joder Rainer... ¿y porque razón iban a meterla en un campo de concentración?... no es una prisionera, ni una combatiente.... ¿te crees que cada persona que nos cruzamos la mandan a un campo de concentración?... Yo paso también de cargar con ella, pero no tengo intención de meterle un tiro en la cabeza...

Llega Paul y nos informa de nuestras nuevas ordenes....- bueno, Sargento... ¿Qué hacemos entonces?.

¿Porque no le encasquetamos el problema a Lorenz?
Le decimos que estaba aquí y que siempre existe la posibilidad de que sepa algo, pero que necesita cuidados antes de que sea capaz de hablar...-- dice encogiendose de hombros

Mientras discuten que hacer con la mujer, finalmente vuelve Paul y les comunica las nuevas.

-Gracias Paul. Así que el comandante Lorenz eh? Algunos le llamaban “la flor” por ese olor tan dulzón que desprendía. -Esta bien chicos, ya habéis oído, recojamos los bártulos, volvemos a “casa”.

-Sobre, la mujer, nos la llevaremos con nosotros. Le pongo al cargo de ella, doctor. No vamos a matar a un civil mira de reojo a Rainer, además, si consiguiésemos que volviese en si, quizá nos podría explicar algo sobre lo que ha pasado aquí, o porqué unos supuestos aliados nos disparaban...

-Si el regimiento no quiere hacerse cargo, pues le daremos algo de comida y la dejaremos en alguna casa... Quizá Rainer tenia razón sobre el futuro de la pobre chica si se quedaba sola, pero ya habían matado a demasiadas personas en esa estúpida guerra, estaría bien poder salvar alguna de tanto en tanto...

Recogéis vuestras cosas y salís de la iglesia llevando a la mujer con vosotros. Según avanzáis hacía la entrada el pueblo podéis ver algunos soldados que están batiendo la zona por los alrededores en busca de trampas explosivas o minas. Sin embargo la parte central que cruza el pueblo parece que esta limpia, vosotros la habéis cruzado sin que hubiera explosivos.

Al salir del poblado veis la hilera de vehículos acercándose, transportan carros de combate y camiones con soldados. La columna avanza despacio, al ritmo que marcan los carros de combate. Pero esta claro que van a avanzar cruzando el pueblo.
No os habíais percatado aún pero estas tropas están retrocediendo del frente, están huyendo. Os observáis los unos a los otros hasta que paul bauer os lleva junto al comandante Christian Lorenz.

En una mesa podéis ver a varios altos cargos dialogando sobre la ruta a seguir, intentando convencer a los demás de cual es la mejor opción. Uno de esas personas se os acerca con pasos largos y firmes. Podéis ver como se mete la mano en el bolsillo y saca un paquete de tabaco alemán nuevo, aún sin abrir. Le hace un gesto a un hombre que estaba sentado en una silla, y este se os aproxima y se lleva a la mujer. Después de eso os lanza el paquete de tabaco a vosotros. y os pide que le sigáis.

A unos cuantos metros alejados de todos los demás estáis a solas con él. Nadie más os acompaña aunque podéis ver a un par de soldados de uniforme que se han situado a unos 50 metros de vuestra posición, aunque no os vigilan a vosotros sino a quien se os quiera acercar. Al parecer lo que va a deciros podría ser importante.

- Mis felicitaciones, han logrado ustedes eliminar el peligro del francotirador sin bajas. Esta gente pueden ser muy peligrosos, y además provocan que se paralicen nuestros desplazamientos. Su éxito en esta misión nos garantizará poder seguir avanzando la columna con celeridad.

El comandante saca una petaca y le da un sorbo, después la guarda. Pero os llega a todos el aroma del Kirschwasser del que os hablo antes paul.

- Bien, lo que voy a contarles ahora es alto secreto. No debe salir de aquí, ¿Entendido? - el comandante hace una pausa para observaros antes de continuar, a la espera de que asintáis. Es una misión arriesgada, pero si sale bien me aseguraré de limpiar sus expedientes militares. Acabarán ustedes esta guerra como héroes y no como miembros de un pelotón de castigo. Ahora bien, están a tiempo ahora de retirarse. Será arriesgado, pero creo que les merecerá la pena participar.

Tras llegar Paul e informarles de que se les requería en la columna, todos cogieron sus cosas y marcharon. Zsigmond cogió a la aterrada mujer de la mano y la hizo caminar a su lado. Seguía alterada pero un poco más tranquila, por lo que se dejaba llevar, pero no cesaba de mirar a todos lados como si sufriese alguna paranoia.

Cuando llegaron a la zona de mando, un soldado se llevó a la mujer. Zsigmond le dejó hacer, esperando que la llevasen al hospital para atenderla. Aún pensando en el bienestar futuro de la rumana, el comandante Lorenz empezó a contarles algo de importancia.

¿Alto secreto? Qué carajo tendremos nosotros que ver en esto... Expediente limpio... Héroes de guerra. Suena muy bien pero huele muy mal. -pensó Zsigmond mientras el comandante hablaba. Pero si el resto de sus compañeros aceptaban, no le quedaría otra, pues no iba a dejar que les cosieran a balazos y dejarles sin asistencia médica... al final se les cogía cariño.

Verner se limito a cruzarse de brazos mientras escuchaba al comandante sin mas gesto que un leve asentimiento.
Curiosamente Verner no parecía especialmente sorprendido por las noticias, o eso, o que estaba tan acostumbrado a los requiebros de la guerra que ya nada la sorprendía.

Finalmente se impuso a cordura y entregamos a la chica a a gente del batallón, se la llevaron y quedamos solos esperando alguna orden, fué entonces cuando se nos acercó el comandante Lorenz y nos llevó a un ugar apartado. Allí nos informó de una nueva misión... pero esta era especia, si aceptabamos y salía bien se nos perdonaría y seríamos héroes.... Las palabras sonaban muy bonitas, pero para nosotros que ya llevabamos bastante guerra a las espaldas sonaba a "milonga", esa clase de misiones significaban una sola cosa, las posibilidades de diñarla serían muy, pero que muy altas.... típica misión suicida, pero lo malo es que no teníamos muchas más opciones, Negarse no serviría de nada, solo enfadaría a nuestros superiores, ellos ya habían decidido que debíamos ser nosotros y eso no iba a cambiar. Así que mejor quedar bien y al menos tendríamos la palmadita del comandante.
 

Carl coge el paquete de tabaco que lanza el comandante Gracias, flor. Mientras se mueven hacia un lugar más apartado, lo abre y se sirve uno, para luego ofrecer a los chicos si alguien quiere, mientras se dispone a escuchar al comandante.

Mientras les felicita, saca la petaca y le da un sorbo, a su nariz le llega el dulce olor. De eso no ofrecerás, no...

Alto secreto, Carl escucha atentamente. Cuando finaliza el discurso, el sargento le da una larga calada al cigarro mientras observa a su superior atentamente. Claro, a la escoria del batallón nos dan una misión que nos borrara el expediente y nos volverá héroes... solo le ha faltado decir que si conseguimos la misión, ganaremos la guerra... Sus labios vuelven a buscar el cigarro esta misión, a lo único que nos conducirá es a la muerte segura... se queda observando a sus soldados uno a uno...moriremos todos... pero que otra opción hay? Renunciar? Seguro que nos dejan si. Nos han escogido “voluntarios” y aquí los voluntarios siempre dicen si.

Una sonrisa aflora a su cara Sera un placer, comandante. Habéis oído chicos!?! seremos héroes! Yo creo que nos lo hemos ganado no? No podía mostrarles lo que sentía, tenia que ser positivo con ellos, que pensasen que había opciones...aunque seguramente la mayoría sabían a que nos enfrentamos.

Volveremos a nuestras casas siendo jodidos héroes! Esto hay que celebrarlo, hoy la primera ronda la pago yo! Intenta mostrar su mejor sonrisa hacia sus soldados, luego se gira hacia el comandante.

Señor...un par de cosas antes que creo que debe saber. Los dos chicos que estaban de francotiradores, no eran rusos, eran rumanos. Porqué nos atacaron si en teoría somos aliados? Luego toda la iglesia olía a fertilizante y gasolina, como si en ultima instancia quisieran quemarla. Y se habían ensayado con todos los símbolos religiosos. Por ultimo la chica que estaba atada, solo repetía Stri...Strigüi? Strigoi? Mira al doctor que viene a ser algo así como fantasma...

Verner escucha las palabras del sargento atentamente, con interés y cierta curiosidad, aunque esta bastante seguro de que el comandante tendra pocos respuestas.

Si no estamos retirando de Rumanía no es de extrañar que las alianzas queden igualmente atras...-- murmura.

Todos regresamos ante el comandante Lorenz que de inmediato nos ofrece un trato increíble con un premio todavía mas inverosímil. Una misión que nos permitirá limpiar nuestro historial militar y nos envestirá como héroes de guerra. ¿a nosotros, un batallón de castigo? Somos la peor basura del ejercito. ¡Sin dudas sera algo suicida!.

Carl acepta en nombre de todos nosotros ademas de afirmar que nuestros aliados se han vuelto en nuestra contra pero lo mas extraño es la noticia de la mujer atormentada por fantasmas. Seguramente la pobre mujer ha perdido la cordura luego de ser castigada por ayudar al ejercito alemán. Es una posibilidad.

Tampoco puedo culpar al sargento por su decisión ya que existe la posibilidad de terminar en buenas condiciones. En momentos como estos añoro las mañanas donde salia a cabalgar y disfrutar del amanecer pampeano.

¿Heroes? menuda mentira, la guerra la iban a perder si o si, ¿Que mas da si eran héroes? pasarían miserias igualmente, si sobrevivían.

-Venga, acepto, claro que si-

Sven no se fiaba mucho de la oferta de su superior. Una misión nada más y su expediente quedaría limpio. Sonaba a una promesa hecha a quien sabes que no va a volver. Como si la misión a la que los fuesen a mandar fuese una misión suicida. Posiblemente, un señuelo para dar cobertura a otro grupo o algo por el estilo. Cosas así habían sucedido cientos de veces a lo largo de la guerra y seguirían sucediendo. Con todo, lo cierto es que para eso estaban los batallones de castigo. Sea como fuere, esto iba a pasar en un momento u otro, pero aquí al menos, tenían una recompensa si finalmente lograban superar la misión.

La verdad es que esta guerra en sí misma se estaba volviendo una guerra suicida sin razón. ¿Cuánta gente más tendría que morir antes de llegar al irremediable final?¿Cuánto tiempo más podría aguantar Alemania la carga que estaba siendo esta guerra? Y si no podría aguantarla, ¿para qué seguir luchando? Lo lógico sería negociar la paz ahora que aún estaban en posición de negociar algo. Cada mes que tardasen en hacerlo, sería peor.

Respecto al suceso de la iglesia, la exposición del sargento planteaba las dudas que todos tenían en mente, pero para Sven, eso ya había quedado atrás. Si a alguien le interesaba investigar qué había pasado, ya se ocuparían. Por su parte, se obligaba a sí mismo a aceptarlo como uno de tantos misterios sin resolver que dejaría esta guerra. La desesperación a la que la guerra sometía al ser humano le podía llevar a comportarse de un modo muy extraño. 

-Acepto, por supuesto.

Tal y como Zsigmond había predicho, todos parecían dispuestos. Suspiró.

Que remedio... contad conmigo.

El comandante sonríe ante vuestra intención de aceptar el difícil encargo.

- ¡Glücklich! - responde con efusividad. Me alegra comprobar que se animan a participar en esta peligrosa misión. Correran riesgos pero el premio bien lo merece, acabaran la guerra con el expediente limpio. ¡Más su parte de los beneficios!

Lorenz observa a vuestro alrededor, como si estuviera comprobando si hay alguien observandoos.

- Bien, escuchen atentamente - dice mientras baja la voz y os hace un gesto para que os acerquéis. Esta guerra no esta yendo bien, las tropas alemanas se retiran de rumania. Inteligencia ha descubierto que el ejército rumano plantea cambiar de bando. No solo hay que estar atentos a las tropas aliadas, sino que ahora también a las tropas rumanas.

- Ahora viene la parte fea de esta misión. Veréis, al tener que retirarnos precipitadamente he dejado atrás algo muy importante. En la localidad de Dragalina, en el banco, hay algo que necesito recuperar. No os voy a engañar, es mejor ser sinceros antes de cagarla. Vais a recuperarme unos lingotes de oro que se han quedado allí. Yo me quedaré el 70% de su valor, vosotros os repartís el 30% restante. Os necesitaré para sacarlo del país, no tengo intención de jugarosla y confío en que vosotros tampoco lo hagáis. Eso sería una muy mala idea - os dice señalando los papeles con el membrete del estado alemán como dando a entender que igual que puede limpiar vuestros expedientes podría hacer lo contario.
Bien, os facilitaré un tanque para que podáis viajar con seguridad. Una vez que tengáis el oro lo trasladareis hasta un bunker abandonado localizado en la zona boscosas de Bueşti. Pero hay que actuar pronto, las tropas aliadas aún no han avanzado ya que están negociando con rumania. ¡Es ahora o nunca!

Robar lingotes de oro, llevarlos a un bunker secreto...De esta mierda de guerra se podría esperar cualquier cosa. Para dejar su expediente limpio, habían de hacer de ladrones...no dejaba de ser curioso.

Podría intentar regatear, decir que no lo veía adecuado, pero de que serviría? Al menos tendrían un tanque.

Lo importante era volver a casa, y si volvían con algo de oro...mejor que mejor.

Aunque esta vez, no iba a hablar por sus chicos, prefería que cada uno diese su opinión.

Por mi no hay ningún problema señor, pero mis chicos... mejor que decidan ellos.

Se gira hacia los muchachos. Que opináis?

Seguro que la idea del oro atraía a más de uno, al menos tenia a uno en mente que apostaría lo que fuera a que no se iba a negar. 

La enorme apertura de ojos de Verner solo era comparable a la de su boca que boqueaba cual pez fuera del agua.

Era evidente que si algo no esperana era aquello...

Cuando se recompuso finalmente solo dijo insinuanteme --Solo el 30%...-- quizás para disimular su estupor, quizas a causa de este, o quizás quien sabe porque...

- Me tranquliza, la verdad-dice Sven sonriendo-Pensaba que nos iba a mandar a una misión suicida por el bien del III Reich, probablemente como señuelo para que otros "héroes" pudieran hacer su importante misión. Pero viendo que solo busca el beneficio personal, estoy seguro de que contaremos con su bendición para que la misión llegue a buen puerto. Acepto, por supuesto-.