- ¡A tomar por...! - exclamó en voz baja en cuanto dejó de sentirse encañonado - ¿Cómo demonios salgo de aquí, señor McWagon?
Examinó la habitación en busca de alguna otra vía de escape... de no ser así, tendría que encontrar la manera de engañar al guardia.
Suspiró. - Si supiera como salir, lo habría hecho ya. ¡Use su imaginación joven! - comentó con cierto enfado.
- Soy un millenial, ¡no tengo imaginación! - dijo, medio en broma, medio en serio - Está bien, déjeme pensar...
En caso de haber una ventana, podría intentar descolgarse por ella; aunque algo le decía que eso no iba a salir bien.
Por otra parte, si Malcom no les había matado, era por algún motivo: a lo mejor los guardias tenían orden de no matarles. De ser así, quizá simplemente pudieran salir y atacar al guardia, o engañarle de alguna forma. ¿Usar al señor McWagon como escudo humano, quizá? ¿Preguntarle al guardia si se llamaba J.J, por un casual?
- Piensa, David, piensa...
¿Con qué le han enrollado el cuerpo a David?
Con una manta, no se han matado mucho tampoco a la hora de enrrollarte.
- ¡Ya lo tengo! - dijo de pronto David - Si no le han matado, es porque aún quiere algo de usted.
Usted ha dicho que tiene una sala secreta: puede que Malcolm no le haya matado porque no la ha encontrado todavía.
Si se enfrenta al guarda, no disparará: tendrá órdenes de no hacerlo. Entonces, yo podré escabullirme para buscar la habitación.
Sé que es arriesgado... pero, si no lo hacemos, cuando encuentre la habitación secreta le matará de todas formas.
Está bien jóven, lo intentaré. - entonces el señor McWagon salió y David se asomó a la puerta. - ¡Déjeme salir! ¡Esas condiciones son inhumanas!
El guarda miraba extrañado al señor McWagon, como si no entendiera que demonios estaba diciendo. - ¡Me voy a ir! ¡Y no podrá impedirlo! - entonces el anciano empezó a caminar hacia el ascensor y el guarda no tardó en efectuar varios disparos, haciendo que este cayera al suelo, muerto.
El guarda de seguridad agarró de una pierna el cadáver y se lo llevó, para no dejarlo allí a la vista de todos. Alguien tendría que limpiar toda la sangre que había quedado desparramada, por lo que no tardaría en venir el servicio de limpieza.
David asintió al espectáculo estupefacto.
- ¡Joder! ¡No!... mierda
A sus pies yacía el cadáver de aquel pobre hombre, al que, con una mala decisión, había arrojado a la muerte. Pero el guarda se había ido: David aprovechó para bajar por las escaleras, en dirección a la octava planta.
David era un tipo listo y sabía que bajar por el ascensor sería un suicidio, así que decidió bajar por las escaleras, lugar por donde absolutamente nadie pasa nunca. David llegó al piso ocho, había menos vigilancia que en el piso doce, sin duda, pero aún habían un par de guardias rondando por allí... ¿Qué haría David ahora?
David subió las escaleras al piso superior programó la alarma de su teléfono para que sonara en un par de minutos a todo volumen, lo dejó allí en el suelo, y bajó al descansillo del piso inferior.
Su idea era, cuando la alarma sonase y los guardias subieran a ver qué ocurría, salir de su escondite y llegar hasta la biblioteca.
David puso su alarma y empezó a sonar, lo cual no alertó para nada a los guardias, ya que la biblioteca era enorme y el ruido no llegaba desde el piso de arriba. Ya le había dicho el señor McWagon que aquella biblioteca tenía dos pisos, por lo que oír una alarma de un móvil, a través del suelo y a dos pisos de altura, era complicado.
- Vale, esto no ha funcionado - se dijo, apagando la alarma - Voy a probar con el otro piso: a lo mejor desde el 7º hay una entrada sin guardias.
Al bajar al piso número siete, David se encontró en un lugar con varios despachos más, eran bastante más pequeños que los del piso doce, del que bajaba, pero aun así se notaba que eran de personas bastante importantes. Aquí la seguridad puesta con Malcom era aún menor que en la biblioteca, por lo que era seguro decir que mientras más abajo estuviera David, menos guardias habrían.
La pregunta ahora era ¿qué demonios haría David en el piso número siete?
- Tengo que buscar otra entrada a la biblioteca - se dijo - Si el segundo piso de la biblioteca estaba en el 8º, a lo mejor tiene una entrada por aquí; si el piso que había en el 8º era el primer piso de la biblioteca, tendría que intentar entrar desde el 9º... suponiendo que tenga una entrada.
Se dispuso a buscar la entrada a lo largo del piso.
David buscó la entrada al segundo piso de la biblioteca, desde el séptimo piso, cosa para nada lógica ya que desde un piso inferior no hay acceso a un piso superior, al igual que tampoco era lógico que fuera caminando tranquilamente por allí, a pesar de saber que habían guardias rondando por el piso. Al no ir agachado, ni cubrirse con algún objeto y básicamente no tener ningún tipo de plan, eventualmente los guardias lo pillaron.
Empezaron a hablar en ruso, le apuntaron con sus cañones, David no entendía que le decían, pero sabía que estaban de muy mala hostia.
David decidió alzar las manos, para evitar que le disparasen: ya había visto cómo mataban al señor McWagon, y no quería ser el siguiente.
¿Qué decidirían los guardias?
Le dieron un culatazo en la nuca, lo cual le dejó fuera de combate.
Cuando recuperó el conocimiento, estaba en un despacho, con Malcom delante. - David, David, David... David. No solo no has sido mi perrito, si no que te has ido por ahí ha dar una vuelta por la empresa y has conseguido que mataran a mi otro perrito. - le apuntó con una pistola a la cabeza. - Eres peligroso, David. Tendría que matarte ahora mismo. Pero soy un alma bondadosa, David. Te doy la oportunidad de ser mi perro, pero esta vez de verdad. Ir desnudo, atado a mí siempre con una correa. Es lo mejor te voy a ofrecer.
Así que elige, ¿qué eres? ¿perro o muerto?
- Sé dónde está el escondite de McWagon - dijo David, de sopetón - Guarda eso, antes de que te hagas daño, y podremos hablar.
Rió. - ¿Estás tonto? ¿Quién crees que usa la biblioteca ahora para esconder cosas? ¿O crees que mi perrito no me iba a decir donde estaba eso? Mi perrito sabía que era decirlo o morir.
- Entonces no entiendo lo que quieres. Y no sé qué es lo que te he hecho; pero está visto que te lo merecías: eres un gilipollas y un mierda. No me voy a humillar para divertirte, Malcom: que te den.
¿No ha quedado claro que lo que quiero es que sufras? - negó con la cabeza. - Pensaba que eras más listo, David. - dicho eso se giró en su silla giratoria y chasqueó los dedos. Entonces un montón de disparos llegaron a David por detrás, por parte de los guardias.
Malcom salió impune de aquello, pues compró los medios y a la policía y bueno... A todo el mundo, si quisiera, después de todo, David le otorgó el don de tener tanto dinero como quisiera en otra iteración.
De Banes nunca se supo nada tampoco, pero se puede presumir que su destino fue el mismo que el del pobre David, sobretodo al verse sin un medio de transporte.
Feedback: Por si no ha quedado lo bastante claro, hay que derrocar a Malcom, que es un hijo de la grandísima p***, para ello hace falta el libro. Igualmente en esta "vida" has conseguido algo que no había conseguido nadie, el truco para entrar a la biblioteca secreta. ¡Es información super útil! Pero recuerda que solo tienes 5 palabras para transmitírsela a tus compañeros.