Partida Rol por web

Vale, intentaré llegar allí, pero recuerda que solo el director, bueno, el antiguo, el viejo, sabe donde está la sala secreta, pero lo intentaré, intentaré encontrarla. - comentó y sin dar tiempo a responder, se marchó, a rastras, haciendo bastante ruido. Por otra parte, David sabía que la ventilación era un buen sitio por donde ir, sin embargo no podría subir él solo, al menos no sin ayuda o sin apilar cosas.

La situación se complica, pero no queda otra que hacer hablar al viejo. A ver si al menos lo ayuda a subir o suelta alguna palabra. Aún así me estoy inquietando, el maldito tiempo corre sin más. 

- A ver, sé que he sido un irrespetuoso y lo siento. Me toca muchísimo la moral ser el perro de alguien. Es... Humillante. Así que eso. - respondo sincero, mirando sus ojos. - Quiero salir de aquí, dame una mano para subir o al menos la ubicación del jodido libro. Algo. Por favor. 

¿Cree que si supiera donde está el libro iba a estar aquí portándome como un perro? - gruñó. - Pero sí, le ayudaré a salir de aquí, a ver si con suerte le matan por el camino y me libro de su asquerosa osadía. - el señor McWagon se puso de rodillas, ofreciéndose para aupar a David hacia la ventilación. - No me mire mal, estoy mucho más fuerte de lo que parezco. Aunque claro, una bala me mata igual.

Y habló, tenía lengua el viejito. - pienso al escuchar lo que tiene para decir y pienso que es tan inútil o más que yo. Que triste es la vida con personas como nosotros. Así que bueno, accedo y apoyo mi pie sobre el hombro del viejo. 

- Gracias, al menos suma algo en su vida: ha ayudado a este idiota. - respondo mientras espero que se incorpore y no pierda la cadera en el proceso. - Me acordaré de usted si lo logro, ya verá. - 

Ya buscando el conducto, intento abrirlo así puedo meterme en él, vamos que no debe ser difícil. 

Pero tal como había pasado antes, un guardia entró en la estancia, justo para ver a los dos hombres haciendo la maniobra de subir. El guardia no lo pensó ni un solo momento y empezó a disparar como un cosaco, fulminando al señor McWagon e hiriendo en la pierna a David, el cual logró meterse apresuradamente en el conducto, donde se pudo sentir a salvo durante un segundo, ya que era capaz de aguantar las balas.

David empezó a arrastrarse, con dolor, mucho dolor. Estaba todo muy oscuro, iba palpando el conducto hasta que llego a una bifurcación, izquierda o derecha. A no ser que quisiera volver atrás, por alguna razón.

El viejo me ayuda y mola, parece que ha accedido a darme una mano. Pero como estoy jodidamente meado por una manada de elefantes, aparece el guardia y nos dispara. Mi compañero seguro pasa a mejor vida y mierda, lo lamento un poco aunque no tanto ya que me permite subir al conducto de ventilación. Eso sí, sangrando por una herida en la pierna. 

Ya asumiendo que de Tom Cruise ni lo blanco del ojo tengo y no soy Spiderman para dar saltos esquivando los ataques, me arrastro por el conducto un tanto adolorido. Quizás moría de ganas por gritar como chiquilla herida, pese a parecer medio putona, pero no, soy hombre y me lo aguanto. Joderrr como duele. - me quejo abrumado. 

Pero antes de avanzar y hacer cualquier otra cosa, intento pillar alguna intersección para mirar la herida y ver que tan mal está. Tengo un disparo en la pierna, la sangre me impresiona y debo hacer uso de mi valentía para tratar de poner una tela así detengo la hemorragia. En las pelis funciona, imagino que aquí también. 

Me pongo a ello, pierna como puedo, herida delante de mi cara y rompo la camiseta o lo que tenga a mano. No quiero ver mucho la sangre, así que abro y cierro los ojos como luces de navidad. Después, elijo la izquierda, soy zurdo y no lo puedo evitar. 

Tras taponar la herida, la cual tenía la suerte de tener la bala dentro haciendo de tapón y por lo cual no sangraba en exceso, David pudo continuar, con bastante dolor eso sí, por el túnel. Al continuar por la izquierda, David pudo ver por una de las rejillas que daban al suelo que estaba avanzando por el pasillo, dirección al ascensor. Respiró con alivio, ya que eso significaba que el camino de la derecha llevaría a los despachos y por ende ¡donde estaba el gordo cabrón de Malcom!

Finalmente llegó otra vez a una bifurcación, pero esta vez no era izquierda y derecha, si no adelante o hacia abajo. Si continuaba hacia delante, veía como había una caída libre bastante importante, sin embargo si se las apañaba de alguna forma para bajar por allí, estaría seguro de que no habría ningún guardia. Sin embargo, la otra opción era bajar en la entrada del ascensor, aunque no veía si allí había algún guardia, por lo que si bajaba a la entrada del ascensor y decidía ir por las escaleras o por el ascensor, se arriesgaba a que le pillaran... Otra decisión de vida o muerte ¡cómo no!

Y allí estoy arrastrándome como una serpiente a punto de desovar, qué cosa más horrible por el amor del Dios Primigenio. Sólo a mi me pasan estas cosas, porque soy un idiota. Venga, lo tengo asumido. A ver como me las apaño, la bala sigue en la pierna y que asquerosa es la sangre, ya de solo pensar me pongo pálido y termino haciendo una lluvia de vómito por el conducto de ventilación. 

Sigo avanzando y toca tomar una decisión, ascensor que no veo si hay alguien o hacer un salto libre para dar a otro lugar. Pues la tengo más que jugada, así que nada, elijo el salto libre pero primero voy de culo estirando los pies, así cuando caiga serán primero los pies y luego el cuerpo. 

- Que sea lo que deba ser. Haberme quedado dormido. - pienso al tomar el riesgo. 

David se lanza con los pies por delante por el conducto, sin intentar apoyar los pies contra alguna de las paredes, ni las manos, ni nada, simplemente se lanzó en caída libre, solo le faltó gritar "YOLO" mientras lo hacía.

Como era de esperar, lanzarse a un agujero de doce pisos de altura en caída libre, sin absolutamente nada que le ayude a bajar o por lo menos, intentar hacerse un Spiderman con las manos y los pies, David acabó en la planta baja, eso sí, aplastado como una tortita.

Nunca se encontró a David, a pesar de que los guardias sabían que estaba en el conducto de ventilación, aunque el olor a muerto que produjo su cadáver se expandió por todo el edificio, lo cual estorbó en cierta medida a Malcom, el cual se compró otra empresa, más grande y con un despacho más bonito.

Por otra parte, Banes fue encontrado en la biblioteca, rebuscando como un loco entre los libros, pero obviamente, ver a un tipo tirando libros de una biblioteca de dos pisos en busca de otro libro, llamó pronto la atención y por ende a los guardias. No se sabe que pasó con Banes ni con el señor McWagon, pero nunca más se les volvió a ver...