Partida Rol por web

¡¡Por todos los Valares, Parece que la montaña se mueve bajo mis pies.!!

Nos dispusimos a ir quitando la nieve de la montaña entre todos los que podían portar una pala. Unos más y otros menos rápido íbamos colocando la nieve en el borde del camino dejando la distancia suficiente para que pudieran pasar los carros.

Se avanzaba a buena velocidad pero algo nos detuvo. Uno de los ciudadanos, Harté, comenzó a picar insistentemente en una roca que parecía no romperse hasta que lo que cedió fue su pico - Por todos los Valares... menuda roca, lo mismo la cabeza de Tritón consigue romperla a la primera.... - pensé mientras aparecía en mi rostro una sonrisa y miraba de reojo al enano.

De repente la roca comenzó a moverse y Guthrid comentó de estarnos quietos. Dejé de usar mi pala y di un paso hacia atrás para dejar al mago hacer - Bien amigo, tu dirás que hacemos con esto... porque tiene pinta de ser un Titán o algo por el estilo pero tampoco estoy seguro, lo que sí que se es que va a dar problemas seguro.... - comenté resignado a sabiendas de que el camino iba a ser muy duro, pero un ser de piedra seguro que sería algo más duro de lo normal.......... miraba y observaba esa roca por si recordara haber visto algo similar.

Guthrid identifico al ser que teníamos delante como un bebe titán, recordaba historias sobre ellos pero nunca los había visto, sin duda era impresionante.

Los distintos movimientos de tierra que note estaba claro quien o quienes los estaban produciendo.

Estamos en tierra de titanes, debemos ser precavidos.

"Lo mejor seria no molestar a estos titanes, a ser posible. Deberiamos esquivarles para evitar que se derrumbe la montaña se derrumbe sobre nosotros" Comento Guthrid. " Este es solo un bebe y seria mas o menos sencillo distraerlo. Esperemos no encontrarnos con un titan adulto"

El Crío de piedra parece que ha visto las carretas. Y se incorpora hacia sus nuevos juguetes.

Mientras la montaña entera parece moverse de nuevo.

El mago habló de no soliviantar al "bebé" que teníamos ante nuestras narices. Estaba claro que ninguno de nosotros nos pondríamos a hacer el bobo para llamar su atención pero... si que hubo cosas que llamaron la atención del bebé - Ahora se ha encariñado con los carros... eso no es buena idea, pues ahí llevamos todo lo que nos hace falta para sobrevivir durante el camino que nos queda hacia Ciudad Gris - pensé mientras acariciaba trozo de hueso de reno del colgante de mi cuello...

- ¡Eso! el colgante... - Hermanos, procurad buscar un camino para salir de aquí con los carros... voy a distraer a ese chiquillo..... - comenté mientras invocaba a la montura de mi colgante, montaba sobre ella y la utilizaba para distraer al bebé y que se centrara en mí.

Me coloqué en el camino de la mano del bebé y los carros y llamé su atención gritándole - ¡¡HOLA BEBITO!! Sigue al caballito bonito a dar un paseitooooooo... - comenté intentando que me siguiera y poder dejar el camino libre para llevar a los carros a sitio seguro.

El bebe  se quedó mirando hacia malleus y comenzó a pegar zancadas hacia el

Guthrid vio como el titan seguia el caballo de Malleus.

"Ha funcionado!! Escuchadme todos!!! Solo tenemos una oportunidad para movernos antes de que el titan nos alcance. Vamos!!!

El mago animo a los conductores de las carretas a ponerse en marcha.

El riesgo que toma el mago debe ser aprovechado por todos, así que me dispongo a ayudar en lo que pueda para sacar los carros del alcance de aquella criatura, que  aunque es un bebé de titan seguro nos saca ventaja si decide atacar a la caravana.

—¡Sigamos! —digo a todos los que puedo— tenemos que huir de aquí rápidamente.

Tras la idea de sus guías comenzaron a subir a los carros y ponerse en marcha.

Tras quitarse el bebe, el camino había quedado bastante despejado.

Mientras Guthrid pensaba como librar la situación a Malleus le salió la vena valiente, suponía que fue por no haber hecho nada la noche anterior.

No podemos desaprovechar la oportunidad. Es el momento, avanzar, nos os preocupéis por él sabe lo que se hace.

Me subí a una de las carretas y tire con ánimo para salir de aquel lugar.

Tomo las riendas de una de las carretas para seguir a Tritón y cruzar rápido el camino que se ha despejado con la corrida del bebé titán. Pero parece que el caballo está un poco nervioso pues no se mueve cuando se lo indico.

—Vamos caballito —el digo a la bestia para que me haga caso y se mueva rápido.

Los carros a lo primera la gente iba con cuidado pero conforme se alejaban del lugar iban más y más rápidos las ruedas, patinaban y amenazaban con salirse del camino.

Pero ese ser imponía y esa sensación de estar encima de algo Titanico, era desalentador, así que las prisas por salir de esa montaña crecían por momentos.