veis como los pegasos sacuden sus pezuñas y mueven arriba y abajo su cabeza en gesto de orgullo y positivo al comentario de Erzid
Colwen no pudo evitar acercarse a los pegasos y acariciarles el cuello. Eran unos animales extaordinarios y el semielfo dió gracias a Erastil por permitirle verlos en carne y hueso.
-Norolim nan galat -susurró en élfico.
Sabliya no dijo absolutamente nada desde el inicio de la charla, principalmente porque ella no tenía el conocimiento que algunos de sus compañeros si tenían, además de que en esos momentos solo se la ocurrían estupideces. Estupideces que se calló debido al codigo de conducta que la enseñaron en la formación básica de la guardia a la que pertenece y una anécdota de un amigo de la sociedad en la que casi le ejecutan por gracioso.
Tras hacer inventario, calibra su ballesta y mira extrañada a esas criaturas. Ella solo recuerda aquellas que tenían algunos granjeros o las de sus compañeros y amigos de la sociedad y de su guardia
Ichio los mira fijamente y se adentra en el carruaje