Partida Rol por web

Luego de hendir a la mitad a la bestia del Caos, Syagro intentó hacer explotar aquella condenada piedra, pero su manejo de explosivos no pasaba por un buen momento, y finalmente su granada pasó lejos del objetivo.

- ¡Maldición, Isabella, Merrek, usen sus grranadas!

Arrojais varias granadas y os alejais lo suficiente como para el area de explosion no os afecte mientras resistis con gran fortaleza de voluntad los embites de la piedra.

Las explosiones producen un resquebrajo en ella hasta que esta se rompe en multitud de fragmentos que poco a poco pierden la luz e intensidad, terminando por convertirse en piedra.

Un estallido psiquico os hace agacharos y sujetaros la cabeza durante unos minutos y luego... la calma...

La absoluta calma.

Habeis tenido exito en vuestra mision

Sentí un gran alivio ante lo que sucedió, y comencé a respirar, mientras oraba al Emperador, por la gracia que nos dio al enfrentar aquellos duros demonios y abominaciones, de las cuales, compañeros míos dieron su alma por el Emperador. Me levanté. Tenía muchas cosas que informar, desde el raro aparato que encontramos, los restos de la granada de plasma y el raro actuar de nuestro compañero santo, que mató a un civil sin piedad, y sin necesidad alguna. Miré a mis compañeros ayudando a levantar a los que pude, y les dije;

-Vamos, es hora de que terminen de purgar este lugar. -Dije, con determinación, mientras me preparaba para salir del lugar.

El ascenso hasta el puesto armado es lento y tedioso pese a no encontrar resistencia enemiga. Aun sentis sobre vosotros la presencia del Caos, como un recordatorio de que esta no sera la ultima vez que os enfrenteis a él.

Por el camino recogeis al pobre minero que os recibe en un sinfin de agradecimientos y llanto.

Cuando llegais a la puerta os espera un peloton de soldados de asalto blindado armados con fusiles infierno. Por inercia os apuntan con ellos y os nubla la vision un enorme proyector de luz.

¡QUIETOS! grita una voz autoritaria que reconoceis como el Comisario Nihilus. ¿Sois...sois los agentes de la inquisicion? ¿¡Increible!? ¡MEDICAAEEE! grita para que valoren vuestra heridas con presteza.

Vayamos al puesto de mando... teneis mucho que explicar... ¿habeis terminado con ... eso? ¿podemos sellar esta seccion de la Mina?

El hombre asiente con la cabeza tras escuchar vuestro informe y una extraña mueca de ¿satisfaccion? aparece en su cara. Se quita la gorra y muestra la parte superior de su cabeza, totalmente deformada por algun fuego extraño.

Cosas que pasan cuando uno lucha del lado del Sagrado Emperador... no tardaran en sufrir daños similares creanme. Tienen futuro junto a su señor, ya se lo digo yo. Y... y tienen ordenes. Esto ha llegado esta mañana. Por respeto no lo hemos abierto dice mientras os entrega un Vox sellado por palpacion.

Nosotros abandonaremos esta area y la someteremos a Exterminatus. No quedara nada ni nadie... por si acaso. De todas formas este era el yacimiento mas pobre del planeta... gracias por vuestros servicios.

Encendeis el Vox y escuchais la voz de vuestro señor inquisidor. No parece contento. Algo esta pasando en otro planeta cercano. Debeis ir de inmediato. El deber no espera....

Una cañonera Thunderhawk con los emblemas de la Sagrada Inquisicion desciende de los cielos y se posa gracilmente en el espacio aeroportuario.

El Comisario se despide mientras os montais y... se escucha un sonoro relampago.

Un haz de luz rojo oscuro desciende desde el cielo hasta la montaña donde se encuentra la mina que acabais de abandonar. El haz golpea la misma y esta se abre por la mitad. Escuchais una tremenda explosion proveniente del interior y ... un enorme brazo tentaculado sale de la montaña ... y otro.

La cañonera toma altura con vosotros ya dentro. Gira hacia el espacio.

No podemos hacer nada por ellos... tenemos trabajo que hacer. dice el piloto tomando velocidad de ascenso.

Todas las armas que visteis apostadas de la guardia disparan sin cesar contra la montaña sin descanso, llenando de humo que os impide ver lo que sea que fuese a salir de alli.

SIENTENSE EN SUS ASIENTOS Y ASEGUREN SUS POSICIONES. ATAQUE ORBITAL EN PROCESO.

Llegais al espacio para comprobar como varios acorazados y decenas de destructores que no estaban cuando llegasteis cercan el planeta.  De entre ellos sobre salen varios Acorazados Apocalipsis que apuntan sus cañones Nova hacia la Mina... y... abren fuego.

La energia que despiden os ciega parcialmente pero el resultado es el mismo. Nada ni nadie sobrevive a un ataque de esos cañones. Nada.

Viajais hasta la Nave de Flota de vuestro señor, donde sois bien recibidos, vuestras heridas son sanadas y vuestros equipos preparados. Pronto debereis partir...