Subís al elevador y seguís conversando. -Screw...entiendo que eres joven, pero espero que seas el aporte lógico en el grupo, así que espero mayor raciocinio por tu parte en el futuro. Ahora reflexiona en esto: Yo soy un inquisidor con décadas de experiencia en variedad de situaciones comprometidas, te he recogido de tu mundo natal y te he subido a una nave que viaja por el Immaterium. ¿Enserio crees que no conozco los peligros que conlleva, al menos en general? ¿Y eso quita que bromee al respecto? Recuerda mi consejo y no lo olvides, aunque no pueda obligarte a seguirlo. -al abrirse la puerta te encuentras con pasillos blancos impecables y puertas cerradas de madera pulida con nombres y números en las puertas para indicar a quién pertenecen. Deduces que es una sección de habitáculos, posiblemente de invitados por la calidad del lugar. Te lleva por el pasillo que tenéis enfrente y para en una puerta, con número 12. La abre moviendo el pomo y te invita a entrar con un gesto. La habitación tiene una cómoda cama, un amplio escritorio, un armario y una mesa de noche. Comodidad y calidad, te sientes afortunado por el buen trato aunque no estás acostumbrado a sistemas de vida y organización tan poco eficientes. Quita la llave que estaba en la cerradura por dentro y te la da, diciendo: -Ésta será tu habitación a partir de ahora. Si quieres deja tus pertenencias, más tarde te acomodarás como es debido. Ahora acompáñame por favor.
Disculpe inquisidor, no era mi intención cuestionarle… mas la confianza es la madre del descuido… no se preocupe, no lo olvidaré… digo mientras tecleo en mi placa de datos… ¿me permite preguntar señor? ¿En cuantos mundos ha estado? ¿Cómo son en realidad? ¿Cuál es mi cometido en esta empresa?... comienzo a preguntar, mientras me lleva a mi habitación, presa de la curiosidad, el inquisidor es una buena fuente de información…
La habitación era… cómoda… pero desaprovechaba el espacio… aunque reconozco que podría ser útil ese espacio extra… Dejo mis pertenencias tal y como me indica el inquisidor… claro, le sigo… la vida es dirigida por el movimiento… ¿Dónde me llevará? ¿a hablar con un navegante?
Marcus te muestra varias zonas de la nave en particular: el comedor, la capilla más cercana a tu zona de habitáculos, las salas de entrenamiento...y algunas de las salas de máquinas: planta de reciclaje, planta de soporte vital y la sala de campo gravitatorio. Durante la primera parte del viaje te responde a tus preguntas: -¿No crees que preguntar si te permito preguntar es un poco redundante? -dice sarcásticamente antes de soltar una pequeña risilla. Está claro que era un simple comentario humorístico, no una amonestación. -He estado en bastantes mundos la verdad, y en más que voy a estar, como tú a partir de ahora. ¿Que cómo son en realidad? ¿Y cómo se suponen que son? Pues son mundos, similares, distintos...más y menos peligrosos. De todo hay, y tardaría demasiado tiempo en contarte solo la mitad de mis anécdotas. -no pierde su sonrisa. -También debo decir que he trabajado duro para llegar donde estoy, no siempre he viajado tanto, al principio mis destinos eran duraderos, así como mi labor en ellos. Pero el Emperador recompensa la dedicación. Y tu cometido en esta empresa...por parte de tu superior ya lo sabes, conseguir PCEs y compartir con la Inquisición lo menos posible, seguro. -y otra risilla. -Por mi parte, ser el tecnosacerdote del equipo. Aportar frialdad, lógica, raciocinio...y dominio con cogitadores y máquinas en general. -amplía su sonrisa al decir esto último. Entonces empieza la visita a las salas de máquinas, y mientras te muestra te dice: -Por ahora deberás ayudar en esta nave, colaborarás en el mantenimiento del soporte de vida y de la planta de reciclaje. No tendrás un horario extenso, solo quiero que colabores en la medida de lo posible. Aunque en tu mundo tú solo fueses uno más, por estos lares eres toda una adquisición. -y vuelve a ampliar su sonrisa, esperando tu aprobación.
Tu prólogo ya ha acabado, pero hasta que podamos iniciar el prólogo conjunto puedes seguir hablando con el inquisidor.
El inquisidor me fue haciendo una visita guiada por la nave, mostrándome los diferentes departamentos y compartimentos… era interesante ver toda la tecnología empleada en tal majestuosa nave… escuchaba con atención cada palabra del inquisidor, tratando de capturar cada minúscula información que me facilitara… sin embargo no me ofrecía detalles… nada… solo generalidades…
Entonces comenzó a hablar de mi cometido… era agudo, adivinaba que me había dicho el magos… sin embargo eso ya lo sabía… me importaba que esperaba él… frialdad, raciocinio y conocimiento de la tecnología… creo que podría cumplir con ello… Entonces me “ordenó” que ayudara en el mantenimiento de la nave… Como usted desee inquisidor, ayudaré en todo lo que esté en mi mano… supongo que podrán proporcionarme instrumental… no he podido traer mucho conmigo…
Agradezco sus palabras inquisidor, pero no soy más que una pequeña pieza en todo el engranaje… le sonreiría pero es físicamente imposible… ¿puede hablarme de sus labores como inquisidor? La información de primera mano es siempre mucho más valiosa… le pregunto llevado por la curiosidad
pues mientras que empieza o no... seguiré hablando con el inquisidor, a ver si me cuenta algo xDDDDD
-Claro, te presentaré al tecnoingeniero jefe. -dice empezando la búsqueda de dicho individuo. -Muy bien, te pondré ejemplos. -dice, centrándose en la conversación mientras os movéis por la sección de máquinas. -Cuando se conoce un caso de extrañas desapariciones en alguna comunidad imperial, se sospecha de actividades heréticas y se solicita la presencia de la Inquisición, labor la cual se vasa mayormente en una tarea de investigación, con su posterior erradicación de la secta en cuestión claro está. Cuando la economía planetaria de un mundo agrícola sumerge repentinamente de una terrible crisis se sospecha de influencia herética o alienígena, y se envía a la Inquisición. Dados los peligros que enfrentamos nuestro número se haya continuamente en peligro, de ahí que trabajemos normalmente en reducido número, y de ahí la gran relevancia de reclutar sangre nueva, ya me entiendes. En cuanto a mí...bueno, fui acólito una vez, y trabajé duro para ganarme el nombramiento oficial como inquisidor, corriendo grandes peligros en más de una ocasión. La mayor parte de mi vida la he pasado en diferentes sectores del denominado Segmentum Obscurus, segmentum al cual nos dirigimos y al cual pertenezco. Mi último destino de larga duración fue en un importante mundo colmena, persiguiendo a los líderes de una secta herética que se mantenían en un eficaz anonimato. Vuestras primeras misiones no serán tan arduas, o al menos eso espero. -sonríe y te presenta al tecnoingeniero jefe, otro miembro del Adeptus Mechanicus por su apariencia, al parecer destinado a servir en esta nave de por vida. -Te dejo en buenas manos. -dice el inquisidor sonriendo, te da un comunicador y añade: -Mantén la configuración actual, y úsalo cuando necesites algo de mí. Estaremos en contacto. -y se va. El tecnoingeniero te enseña las primeras labores que tendrás que desarrollar, una sala donde hay algunas herramientas y recambios, y te indica un servidor al que estarás autorizado a mandar. Y os ponéis manos a la obra durante un par de horas para que vayas cogiendo el tranquillo, tras lo cual te ayuda a conocer el camino hacia el elevador más cercano, para que sepas cómo moverte desde tu habitación hasta aquí.
Muy bien que lo veo ^^
EDITO: He quitado el último párrafo porque vamos a empezar el prólogo conjunto :D De todos modos si quisieras postear aquí por lo último que he puesto podrías, no hay problema.