Partida Rol por web

El silencio se hizo entre mi compañero y yo, hasta que este se decidió a tomar la palabra. Con gran seriedad, comenzó a reflexionar en voz alta sobre la muerte, sobre cómo no era esta lo que temía, sino la forma en la que le pudiera sorprender. Sus palabras acerca de aquello que sí podía temer, me evocaron en seguida el día que le encontré en aquel tronco hueco. Desnutrido, desvalido, completamente abandonado a su suerte…

Le miré, consternada, continuando observándole mientras seguía hablando con su mirada perdida. Negué para mis adentros cuando afirmó no ser ya un noble, estando de acuerdo con su alma, sabiendo que por mucho título que se le retirara; aquello era lo que siempre sería. Escuché con atención su anhelo, el de morir por una buena causa, cuando fuera, pero por un motivo loable. Pero entonces comenzó a mencionar algunas de sus hazañas, nombrando lo sucedido en un lugar que me era más que familiar.

Las minas Torgelhay…

No hablaba de él, estaba hablando de mí. De aquella vez en la que me adentré en estas con algunos compañeros del cuerpo de exploradores, sabiendo que en lo más profundo de las minas una pequeña colonia de esclavos era obligada a cavar apenas sin descanso. El camino fue intrincado, tanto de ida como de vuelta, pero logramos liberar a los prisioneros; aunque con tan mala suerte que poco antes de nuestra salida nos tendieron una fuerte emboscada. Recuerdo aquella lucha, con mi cuerpo agotado, pero las energías renovadas después de haber conseguido que al menos aquella gente saliera de allí. El panorama para los exploradores que nos habíamos atrevido a adentrarnos en aquel laberinto era entonces desolador, pero no tuve miedo. Si en ese preciso instante, un mal golpe hubiera acabado con mi vida, hubiera perecido con una sonrisa de satisfacción.

Aquello era a lo que Lothlouin se refería, a buen seguro, provocando que esbozara una sonrisa ante su determinación. Sin embargo, pronto fruncí el ceño, extrañada porque supiera de aquel hecho. Entonces lo dijo, él también había estado al tanto. Pensaba que se había olvidado de mí, que no habría tenido apenas noticias mías, más que por pura casualidad; o por la proximidad de mi familia a la suya por el hecho de servirles. Le miré entonces con ternura, un sentimiento que aumentó cuando le escuché nuevamente hablar de sus temores y deseos.

Hablar de sentimientos, de debilidades, no era algo propio en él; pero se había visto en la necesidad de hacerlo, descubriendo un poco más ese corazón que a veces se empeñaba en ocultar, del cual también daba cuenta su deseo de cumplir con esa misión que la druida le había encomendado.

Comenzó a levantarse con dificultad, quedando frente a mí con una rodilla postrada en el suelo. Deseé ayudarle en aquel momento, pero sentí que no debía hacerlo. Le dejé actuar, viendo cómo agarraba la manta y me cubría los hombros con ella , abrigándome del frío.

“Un sólo día, contigo a mi lado, vale más que una eternidad con tu ausencia…”

Al escuchar aquellas palabras, mientras sujetaba la manta frente a mí, me quedé completamente sorprendida; sintiendo como el latir de mi corazón se aceleraba.

- L-Lothy… - musité, sin ser casi capaz de reaccionar, sonriendo tenuemente por aquella expresión de cariño; cerrando mis ojos al sentir sus labios posarse lentamente en mi frente.

Sabía que mi amigo me tenía aprecio, pero no acostumbraba a hacer aquel tipo de demostraciones, de hecho, era la primera vez que le veía hacer algo parecido desde hacía mucho, mucho tiempo. Entonces se puso en pie, informándome con la mirada puesta en otro sitio de que ahora le tocaba cumplir con su deber. También me invitó a descansar, pidiéndome que esperara al día siguiente para informarle de mi decisión; y asentí, agazapándome contra aquella pared no muy alejada de la mesa.

Mis ojos le siguieron en todo momento, viendo como pretendía afrontar la vida con su habitual porte regio, ese que tanto le caracterizaba. Al comenzar a presentarse, mis labios dibujaron una sonrisa, sintiéndome increíblemente orgullosa de mi amigo. No sólo hacía gala de su especial educación y saber estar, sino que lo hacía aguantando aquella fea herida en su pierna. También confesaba lo hasta ahora inconfesable y se comprometía firmemente con aquella niña.

Engreído, tozudo, orgulloso… Aunque ahora la más orgullosa de aquel lugar era yo, pero orgullosa de él. Íntegro, bondadoso, valiente… Decía no haber hecho nada bien, habiéndole hecho ver que no era así, y por sus palabras, estaba convencida de que aún le quedaban muchas cosas buenas por hacer.

Agarré mis rodillas, sin borrar aquella sonrisa de mi cara, observando la escena que allí acontecía.

Puede que sea mi punto débil… Pero también es mi fortaleza.

¿Un traidor en el grupo o una broma de la druida?, todos parecían haber recibido la misma visión por parte de la anciana que encima le había señalado delante de todos, genial, ahora pensaran que soy yo y encima viajo solo....

Los individuos del grupo comenzaron a explicar sus vidas, sus idas y venidas y su deseo de proteger a la niña, -tu destino está ligado al de la niña, protegela y conseguirás casi todo lo que deseas- recordaba las palabras de la druida como el acero al rojo vivo en la piel, ¿quien es esta niña y porque es tan importante?

Pero antes de responder a las preguntar, debía hacer lo mismo que el resto de comensales o las sospechas que ya intuían que recaian sobre mis hombros, profundizarian

-Ejem- exclamo poniendome en pie al acabar de hablar Lothlouin. -Como ya os he dicho, mi nombre es Tarkas Widokowy y soy maestro de armas. -Mientras hablo introduzco la mano en mi chaqueta y extraigo unos libros colocándolos en la mesa. -Aparte de mi oficio, que por desgracia esta de capa caída, protejo mi honor y mi honra a base de duelos sobre aquellos bellacos que manchan mi buen nombre, baso mi vida en un estricto código de honor y ética por lo que no tolero que nadie mancille mi apellido.

Si vuestras mercedes observan los libros verán que uno es el código civil -digo mirando a los agentes de la justicia- donde están reflejadas todas las leyes sobre duelos, y el otro es mi cuaderno personal de duelos, en el guardo los resguardos originales de los duelos que he realizado, las copias están en posesión de las autoridades competentes. -Dicho esto miro a Lothlouin recordando algo importante -Y ahora que digo esto, recuerdo que vuestra merced me hizo el honor de ser mi padrino, dando fe del duelo, si sois tan amable de firmar aquí, donde pone "padrino"- Le pido humildemente mientras saco cálamo y tinta

-Y en mi motivo para estar aquí, bueno, digamos que aunque soy un diestro espadachín, como vuestras mercedes y el señor Ulman ya han comprobado, no gozo de la fama necesaria para atraer a jóvenes pupilos. Hace tiempo escuche que en este valle salia gente con gran fama y hace poco me entere que sus buenas gentes estaban siendo diezmadas, por lo que empaquete mi equipo, cerré mi escuela y me dirigí aquí a ayudar en todo lo que pueda a estas gentes y, la verdad sea dicha, ganar la fama para mi apellido.

Al acabar de dar todas las explicaciones sobre su persona, observo a los "justicieros"- Y ahora, ¿podriais explicarnos quien es esta niña y porque parece ser tan importante?- Dicho esto me vuelvo a sentar y me sirvo una ultima copa de vino

La niña es la ultima de una familia en estas tierras y parece que algo de poder politico reae sobre ella, su familia mas cercana son los Uziyth, en el valle de Uzherh, no es un viaje corto y como veran no sera facil, supongo no esta de mas decirles que sujeto que Tarkas mato le guiñe el ojo a Tarkas... que tarkas enfrento en el bosque venia de Baldur y a el le dieron una paga, justamente las monedas que tenia consigo y esto a cambio de matar a la bebe y a un elfo de nombre Lothlouin y estas monedas salieron de la misma bolsa de un duque de Baldur señala con su mano hacia Lothlouin Lo que me recuerda, el veneno que tienen es un poderoso veneno de contacto, nomo ya les habia mencionado me gustaria comprarcelos ya que puedo darle un mejor uso, ademas no es seguro usarlo sin la pericia necesario o podrian sufrirse accidentes muy graves, el solo destapar el frasco ya es peligroso sin el cuidado adecuado, es de esas cosas que es mejor que la familia no tengo y no confien a otros, a menos que todos sepan exactamente como usarlo o como curarlo al termino de esto baja la mano con que señalo a Lothlouin dando un golpe con sus dedos en la mesa, el ruido de la fiesta quito algo de dramatismo al opacar el sonido

lo que planeao
En cuanto pueda sujeto las ropas de la bebe para ver con mis guantes algo de como sus ropas llegaron a ella, me interesa saber el nombre de la bebe o algo mas de sus padres por poco que sea

Andes de irnos a dormir abordare a tarkas, o hay algun problema si hablo con el en mensajes solo entre 2 dos por esta escena?

Maese Tarkas, tras explicar su peculiar estilo de vida y su oficio, me recuerda mi propia palabra. Alzo mi rostro, orgulloso, rememorando los tiempos en que mi firma o mi sello entrañaban un gran valor, y acepto el libro situándolo frente a mí. Una vez el duelista dispone los utensilios de escritura, comienzo a redactar mi nombre mediante intrincados caracteres élficos.

Mientras lo hago, es esa mujer, Airel, quien toma la palabra, exponiendo la historia de la niña. Última superviviente de su familia, sobre la que recae poder político. Heredera... La voz de la anciana resuena en mi cabeza. Sea cual sea la posición de su familia, le pertenece a ella, y no a quienes la han usurpado usando la muerte como herramienta. La idea es llevarla al valle de Uzherh, donde dispone de familia que podrá procurarle cuidados y protección. ¿Será allí donde esté ese palacio? Sin embargo, una duda asalta mi mente. Si es allí donde se encontrará a salvo, ¿por qué reviste tanta importancia alguien avezado en la vida de palacio?

La pregunta queda flotando en mi cabeza, pues la voz de Airel pronuncia mi nombre. Detengo mi escritura, alzando la mirada. Ese hombre, aquel que se batió con Tarkas y pereció, había recibido un pago por la niña, pero también por mi cabeza. Un pago del mismo hombre, un duque de Baldur... Un intermediario de mi hermano, asumo.

¿Acaso ambos encargos guardarían alguna relación?

Sin embargo, tampoco dispongo de tiempo para meditar ese asunto. Ni fuerzas, tampoco. Airel vuelve a sacar a colación el asunto de ese odioso veneno, insistiendo en comprarlo. Creo... que me lo dijo antes y no le ofrecí una respuesta. Demasiado desconsiderado por mi parte, incluso en el estado en que me encontraba.

Pues, me temo, no me es posible vender aquello que no me pertenece... -Digo mientras termino mi rúbrica, concentrado en la fina escritura- Ese frasco nunca me ha pertenecido, ni he hecho uso de él. Apareció en mis aposentos, después de que Valgaler Arandunar pereciera por sus efectos. -Ultimo mi firma, comprobando el estilizado resultado, y decido incluir también debajo mi nombre en caracteres comunes, para facilitar los trámites legales llegado el caso- Mi compañera, Caelny, recuperó ese frasco con la inutil esperanza de obtener a través de ello alguna prueba de mi inocencia. -Añado con amargura, aunque eternamente agradecido por el intento. Pero ya no albergo esperanza alguna de recuperar mi antigua vida. Y, en cierto sentido, tampoco se si lo deseo- Puedo hablar con ella, si lo deseáis. -Me ofrezco, terminando mi firma y extendiendo en dirección a Tarkas su libro y los utensilios- Pero habrá de ser mañana. Hoy es ya muy tarde, y precisa reposo. Como todos, en mi opinión. De hecho... -Apoyo las manos en la mesa, haciendo un esfuerzo por ponerme en pie de nuevo a pesar del dolor de mi pierna- ...con su permiso, señorita, caballeros, creo que me retiraré a descansar.

Aparto la silla y comienzo a caminar, sacudido por el dolor a cada paso en que debo apoyar mínimamente mi pierna herida, encaminándome hacia el rincón donde descansa Caelny.

De hecho, me detengo a medio camino al comprobar que ésta continúa sentada, apoyada en la fria y dura pared. Miro a mi alrededor, descubriendo que, varios metros a mi izquierda, sobre un banco de patas cortas, descansa algo parecido a una piel de carnero. Maldiciendo el doloroso rodeo que me supone, me encamino hacia allí y la recojo, echándola sobre mis hombros y enrollándome en ella. Continúo mi camino hacia el lugar donde reposa Caelny, y sin decir palabra alguna, tomo asiento a su lado, situando mi muslo envenenado en el lado contrario a donde ella descansa.

Caelny... -Susurro sin fuerza, tirando de ella suavemente por los hombros- Recuéstate, descansarás mejor... -Le pido, disponiendo mi propia pierna para que pueda apoyar su cabeza, mientras yo apoyo la mía en la roca, erguido como los grandes reyes de antaño, como las esculturas de sus efigies, una triste pantomina, ensangrentada, sucia y sudorosa, de su brillante grandeza.

Escucha con atención a sus compañeros de equipo y cuando su compañera completa la información que este había dado con anterioridad.

- Aún no he sido capaz de intentar enlazar la conexión entre el Duque y la familia de la niña. Espero que tras poder descansar tendré la mente más clara para pensar sobre todo lo ocurrido. Lo que dudo es que el duque esté también metido en vuestra captura Lothluin. Creo que esos mercenarios habían aceptado varios contratos antes de comenzar a perseguirnos.

Continuó escuchando en silencio la conversación y tras retirarse el noble elfo, el también se escusó y se retiró primero a recoger su chaqueta y mochila que estaban en la sala anterior y se acercó a las medianas que cuidaban a la pequeña. - Podríamos prepararle una especie de camastro donde pueda dormir cómodamente esta noche? Una vez la niña comenzó a descansar sacó cu cuaderno y comenzó a escribir toda la información sobre lo ocurrido. Necesitaba anotarlo todo para no perder detalle además de dibujar tanto el símbolo del mercenario como el que llevaba la pequeña.

Al sostener a la bebe, las visiones comienzan a invadir tu mente. Elen, ese nombre te resuena una y otra vez, es el nombre de la niña, Elen Uziyth auténtica her será al trono del valle. Ves el poder que pude llegar a tener, a desarrollar, en su nacimiento un gran druida estaba con ella, le regalo la ropa que lleva ahora, y a su madre le dijo los grandes poderes arcanos y divinos que posee. Esos poderes pueden ser utilizados para el mal.... Comienzas a ver borroso... Y ahora solo ves el medallón encontrado en el cuerpo ya fallecido del camino...

Traquila XD los guantes solo muestran el pasado no el presente o futuro de ningun tipo, si caelny me da el veneno seguire investigando para ver quienes fueron los ultimos en usarlo de todas formas no duermo y tengo mi saco de dormir magico asi que bien podre examinar toda la noche los objetos :3

Caelny, parece que en tal caso la custodia de este objeto recae en ti, estoy dispuesta a comprarte el frasco y si te sirve de algo puedo mostar un metodo por el cual se podra confirmar quienes an usado este frasco y con que fines, no se si les seria de utilidad pero puede que sirva para mostrar algo de luz en su caso

por el comentario de Lothlouin parecia mejor omitir algo de la informacion que ella tenia

Fik, creeme que el mismo duque pago por Lothlouin y por la bebe, de eso no tengo duda alguna, si gustan vayan a descansar y yo are la primera guardia, mi estado no es tan deplorable y solo ocupare descansar unas pocas horas

Aprovechando cuando la mayoria se a ido a descansar, airel aborda al humano con intencion de tener una charla con el

Buenasa noches joven tarkas, me permitiria un poco de su valioso y escaso tiempo? me temo que tendria que pedirle algo un poco incomodo y bochornoso, asi que preferiria que fuera solo entre nosotros 2

Le invita a tomar haciento separados del grupo antes de retirsarse

no e tenido la oportunidad de verlo luchar asi que no estoy segura de si su potencias es por tactica o por malicia, aunque es capas de causar heridas muy efectivas, mejor ire al grano para que no malinterprete la situacion

Toma una postura un tanto mas seria

Quisiera pedirle que aga algo que va en contra de sus votos, quiero que conserve el medallon del difunto por algun tiempo, si hacerme ese favor tiene algun costo a cambio puede pedirmela y vere que se puede hacere

Estaba preparando el petate para acostarme cuando sentí en mi espalda la voz de la mujer de las vendas pidiéndome una audiencia, los demás estaban ya acostados por lo que no vi inconveniente pero el hecho de que ha esperado hasta que estuviésemos solos me hace ver que el motivo debe ser personal.

Escucho atento las palabras de la mujer, serio, ya que su contenido no me gusta, puede que no este acostumbrado a un trato tan brusco.

¿Malicia?, estábamos en un duelo, como querría esta mujer que derrotase a mi contrincante, ¿con buenas palabras?. Me disponía a responder a tal acusación cuando asomo el motivo de la improvisada reunión, el medallón. -¿Romper mis votos?, no soy un hombre de esos, mi señora, mucho me temo que eso es imposible, romperlos significaría romperme a mi mismo, arrancarme una parte de mi alma, la respuesta es no, lo entregare en cuanto lleguemos a una ciudad con autoridad competente para depositarlo- Mire un momento la bolsa colgada al cinto donde guardaba el susodicho objeto y después vuelvo a mirar a la mujer. -Pero como dije antes, ya que soy un hombre de palabra, puedes estudiarlo hasta que lo entregue, bajo mi supervisión, entenderas que no puedo permitir que desaparezca o se estravie, debe ser entregado junto con todos sus objetos.

Supongo eso no esta a discucion ni tiene algun precio cambiar tu opinion? o abra forma alguna de poder hacerme de dicho objeto? ganartelo o comprartelo? al parecer el objeto tiene sierta utilidad pero tambien cierto peligro, segun las palabras de la druida parece que tu eres el mas indicado para cargar dicho objeto sin sucumbir a su poder, aquellos que le dan caza a la niña tienen interes en ese objeto no estoy seguro de cual pero se que parece estar relacionado con un sacerdote oscuro, el objeto parece que sera util a futuro pero tambien tiene algo que no me da buena espina, pude ver un ritual donde el objeto es quemado en la piel de alguien y bañado con sangre, puede que tu mismo estes en peligro solo por llevarlo contigo

camina de forma cuidadosa y silenciona en circulos en la entrada

Crees que seria posible que entregues ese objeto a los familiares de la niña? creo que seria bueno para ellos saber quien  quiere que se extinga su sangre en estas tierras, si no es posible seria mejor que destrullas el objeto a la primera oportunidad, aunque pueda ser util prefiero quitarlo del camino si sera un problema a futuro

La noche anterior tras acabar sus anotaciones y comprobó que la niña descansaba plácidamente, miró alrededor y vió como sus nuevos compañeros descansaban, a Ariel realizando la primera guardia y a alguno de los medianos dormido con las jarras de cervezas derramadas sobre ellos. No tenían límites a la hora de beber pensó con una ligera sonrisa en sus labios.

Aún estando cansado había empezado a conectar ciertos hilos y a percibir el objetivo real de su enemigo, de aquel que le había traicionado y engañado. Apoyado contra una de las paredes cerca del camastro de la niña cerró los ojos para descansar y mientras conciliaba el sueño intentaba averiguar que era lo que buscaban de ellos y porqué aún seguían vivos. No duró mucho su intento porque el cansancio lo venció y acabó profundamente dormido.

Recojo los dos libros y contemplo la escritura de Lothlouin, siempre me gusto la escritura elfica, es muy.... ¿regia?, si, esa es la palabra. Sonriendo al elfo en señal de agradecimiento guardo los libros con cuidado.

Acto seguido me levanto y realizo una reverencia a los presentes. -Yo también me voy a dormir, que descanses vuestras mercedes.- Me dirijo esquivando medianos embriagados a una esquina cerca de la hoguera y comienzo a preparar mi petate.

La mujer volvía a insistir y no soy un hombre que repita las cosas, me levante despacio para no hacer ruido y despertar a los demás. 

-Ya os he dado mi respuesta, el amuleto no es mío, por lo que no puedo dartelo, ni vendertelo ni entregarlo a nadie que no sea su poseedor. Como el señor Ulman ha dejado este mundo sus posesiones pasan a sus familiares o a aquellos que tengan derechos sobre ellos.- Después realizó una leve inclinación de cabeza y me voy a mi petate, necesitaba descansar para el dificultoso día que parecía venir.

Parece que es la hora de dormir. Aún no sabemos quién es el traidor (si es que lo hay) pero tengo que descansar en cualquiera de los casos. Me acerco a una esquina, suficientemente cerca de la chimenea donde me dejo caer para descansar.

De entre mis pertenencias saco una piedra brillante que la coloco en mi armadura en un hueco interior que tiene. Me permitirá descansar con la armadura sin sufrir las molestias que esto acarrearía de forma normal.

Poco a poco el silencio se hace en la casa y, según este crece, también lo hace mi sueño. Mis ojos se cierran y caigo dormido.