Hace 25 años se produjo la Última Batalla de Liberación. Todo una masacre, o por lo menos, una derrota total.
Padre, tíos y abuelos de Asza participaron valientemente en esta contienda. Eran los líderes de una de las alas, con sus diferentes grupos. Todos infantería. Valientes guerreros, que habían luchado desde siempre. Su grupo hizo por dar tiempo a que se retirase el resto del ejército, ya maltrecho tras el fracaso. Sus ancestro perecieron todos. Todos menos su padre, que regresó muy mal herido, y su tío pequeño. Aszing Gorvokik, su padre, recibió suficientes heridas para que su tío, herido levemente hubiera de transportarlo en sus brazos durante 2 días. Por suerte no les persiguieron. No sabía por qué, pero el salvajismo de las tropas del Rey de Hierro se había contenido. Algo o alguien los había parado.
Su padre, tras un año de reposo empezó a andar. Su tio, tocó hacerse cargo del negocio familiar. La herrería. Era el centro neurálgico de la aldea. Además, todas las reuniones vecinales se hacían en la Casa del Pueblo, que era un edificio aledaño a la forja. La primera que recuerdas, eras pequeño, no más de 5 ó 6 años. Habían llegado unos Sacerdotes del Rey a predicar, a dar novedades, y eran acompañados por los emisarios de los líderes de su raza. En esos momentos, su padre era uno de ellos, pero no de los de máxima importancia. Las noticias no eran buenas. Eran órdenes de leva, así que la escuela en la que todos aprendían y entrenaban unas horas cada mañana, se transformaría en academias para mandar gente a la guerra y al servicio del Rey de la Corona de Hierro. La reunión fue muy acalorada, y los sacerdotes, impasibles esperaban a que todos dejasen de gritar. Los emisarios, avergonzados, miraban hacia el suelo todo el rato. En dos años empezarían a mandar gente, y todos los hombres con 16 tendrían que asistir a filas, de 4 a 5 años. Los campesinos, si tenían familia, podrían reducirlo a tres, y en cambio, los nobles, tendrían que ser al menos 5, para compensar los campesinos que marchaban. Era una sentencia. 5 años de mili. Al poco de esto tu padre, por su maltrecha salud, no puedo más, y en la cama, amaneció muerto. Tu tío pasaba a ser el siguiente en la línea, ya que no podías tomar el mando al no tener 20 años. Además, eso hacía que tus primos fueran los siguientes en la línea de sucesión. Eran todo chicas. A ver como terminaba aquello. Este, desquiciado, sin saber que sucedía, cambió de esposa en tres ocasiones. Cada vez más loco, las reunió a todas, y sin darse cuenta, en un arrebato de ira, con tu madre presente, las mató a todas. Quedaste huérfano del todo. Tu tío loco, tus primas y tú. Es todo lo que había de una estirpe que había comandando ejércitos, levas y luchado en batallas.
A ti la locura no te había afectado. El hombre estaba así, y cada vez peor desde la batalla. Su cuerpo había regresado bien, pero su alma había quedado marcada al fuego por lo visto aquella noche de la guerra. Los humanos enemigos les había molido con sus flechas, y la infantería orca había caído sobre tus congéneres, como lobos que se tirar a cazar sus presas con las fauces. Cuando aún estaban bien, tu padre y él, os contaron algunas cosas de aquellos aciagos momentos. Los orcos devoraban los hombres, más que asesinarlos con sus armas, eran con sus manos y dientes. Lo entendías, pero no sabías porque todos habían quedado tocados del coco, y tu tío el que más.
No era normal que las mujeres asistieran a las "clases" pero una de tus primas, ágil como la que más, y más fuerte que tú, también estaba allí. Era más alta que tú. Te sacaba una cabeza, y su padre le había hecho una gran arma. La portaba a dos manos. Un mandoble pesado y fuerte. A ti, una espada algo más corta y ligera, pero también grande. Las empuñaduras eran iguales. Los chicos se reían, y pensaban que era como un insulto. "Tu prima la tiene más grande que tú". Lo que no se habían dado cuenta es que tu prima, quisiera o no, necesitaba las dos manos para poder luchar con aquello. Tú podías ir cambiando de estilo. Tal vez como mandoble fuera poco poderosa, pero estaba equilibrada, pudiendo así usar una mano y portar otra cosa, como un escudo.
Eras un cabroncete, y aunque no se te daba mal, te perdías y escaqueabas cuanto podías. Tu trabajo era en la tienda, en el almacén, y ayudando, pero no te permitía tu tío herrar o forjar. Te tenía apartado. Tu cuando podías, te escaqueabas al rio, a ver las chicas. No podía ser. La que estaba más buena era tu prima Elsa. La larga.
Al final llegó el día. Un grupo de soldados de varias razas escoltaban un grupo de crío. Todos entre 15 y 20 años. Lo sabías, habían pasado durante los últimos 8 años por allí, viniendo desde el Mar de Rûhr. Unos, orientales, con sus caballos, otros, como tú, incluso campesinos. Habían dos niños más pequeños. Eran bajitos y de facciones rechonchas. Eran Hombres de los Bosques. Hombrecillos, en este caso. Era la primera vez que en una leva veías de estos. Los 4 de tu pueblo que les tocaba, se unieron a la caravana. Tu prima lo intentó. Aquellos guardias la rechazaron, pero tras ver una carta, asintieron y la metieron en un carro, como si se tratase de un jarrón delicado. No la viste más desde entonces.
El camino fue duro, pero tenías tus cosas encima. Incluso tu tio, saltándose las normas te había hecho una armadura. Era una placa burda, pero cómoda. Aún te faltaba acomodarte a ella.
Os alimentaban, pero tú tenías algunas "cosillas" traídas de casa. Un mes de viaje, y llegasteis a la capital. Era por la noche, y en ese momento la guardia eran orcos. Os habían advertido de ello, y os ordenaron no asustarse. No era fácil.
Tu tío, sabiendo que podía perder más familia, cuando ya dio por sentado que su hija Elsa y tendríais que partir hacia el ejercito del Rey de Hierro, se puso a trabajar en equipo específico para vosotros. Trabajó duro y trató con otros. Por un lado prendas que os protegieran del frio. Resistentes pantalones y chaquetas de cuero. Esta última tratada y reforzada. Él mismo, en la forja dio muchos martillazos para que ambos portasen armas del mejor acero. Una reserva de acero enano, que se tenía guardada desde que llegó la prohibición de tratar con ellos. Tu espada y la de tu prima, así como las armaduras y cascos, hechas especialmente para vosotros, se sacó de aquella reserva especial. Trabajó durante semanas, a escondidas, o en ratos libres, para terminarlas a tiempo. Estaban tan a medida, que os costó a ambos haceros a ellas. Lo más gracioso es que tenía el logo de la familia, que era un ojo, que de la forma que estaba pintado, parecía plateado. Ya de por si, vuestros ojos, de todos, eran grises, así que era el logo de la familia ganado por la sangre de alguna manera. Os representaba, y estaba claro para todos los de vuestra raza.
Pero no era lo único que tenías. Tu padre, cuando empezó a caminar te dio un colgante. Este, sin saberlo tú, tenía propiedades, pero para ti era algo de la familia. Era un simple cordón, pero había en el colgados unos huesos. Lo más gracioso es que cada uno era de un color. Para tí es un recuerdo de él, ya que todas sus cosas personales se quedaron atrás, en la batalla. Era o portar las cosas y arriesgarse a morir, o escapar ... y no tener tampoco seguro. Unos sacrificaron sus cosas. Otros, intentaron rescatar algo ... y nunca más se supo de ellos. Tu tio recuerda a aquellos que regresaron al campamento, y luego añade que sus alaridos de dolor se escuchaban entre las tinieblas de la noche. Añade que menos mal que tu padre no lo pudo escuchar al estar desmayado (Mejor para su alma, ya que la de tu tio, igual, se perdió por eso ... y por más cosas de aquella batalla).
El colgante tiene para ti un fuerte significado emocional, y lo portas puesto, pero oculto entre las ropas. Siempre que te hacías daño, un corte o algo, lo apretabas fuetemente, y en poco tiempo estabas como nuevo.
La chaqueta reforzada es CA9 BD+10
La coraza es CA17 BD+10
casco BD+10
Colgante de huesos de colores
BD +10
Puedes usar 2 veces al día uno de estos hechizos: (Organizados o mezclados, en el orden que sea)
Coagulación I Pág 128 Concentración por asaltos. (Solo lo puedes usar sobre ti)
Curación I Pág 129 Concentración de un turno entero, para que funcione. (Sólo lo puedes usar sobre ti)
Todos los hechizos de unión, como una sola comunión, para reinjertar un miembro amputado. (Pag 128-129-130 de curandero) Concentración de 5 minutos, y no puede estar el miembro amputado más de 5 minutos antes de iniciar este proceso. (Lo puedes usar sobre ti, o sobre otros, pero aún no sabes que puede hacer esto último)
Me tienes que dar los rasgos de carácter con los que vas a jugar.
CONDUCTA
PERSONALIDAD
MOTIVACIÓN.
Puedes intentar modificarlo.
CONDUCTA: Abierto/amigable
PERSONALIDAD: Superviviente, lo importante es vivir otro día.
MOTIVACIÓN: Un día era heredero de algo, no era mucho pero iba a ser mío. Debo recuperar mi posición en el mundo que me toca vivir.
ANOTADO.
Olle, no se si te habrás dado cuenta, pero no te lo dije.
Puedes empezar a jugar cuando quieras.