Partida Rol por web

Tras lo que parece un rato prudencial, tiempo en que la maga no cesa de lanzarte veloces y controladoras miradas, esta parece decidirse por concluir su intercambio con el mago, y silencios, camina nuevamente hasta tu mesa, donde se detiene.

¿Has hecho tu elección, Shyn'tidia Seldstinira? - te pregunta, tanto con sus palabras como con su mirada, la cual cae escrutadora sobre la mesa, en busca de los pergaminos que hayas separado para llevarte.

ZZZzzzzzzzzzzzzzzzz

...A la tienda a dormir...Qué mañana nos espera un día duro.

Vamos mi amor....

ZZzzzzz

Pongo mala cara ante la actitud de la maga humana, espero no haber sido muy pesada con la elección, cojeré estos cinco y me iré inmediatamente... no quisira incomodarla. Hace un gesto con los pergaminos en el aire y se dirije a la salida de la tienda sin mayor miramiento.

Al oírte mencionar tu elección, cinco pergaminos, Asitha te lanza una furibunda mirada cargada de odio, e incluso separa los labios ligeramente dispuesta a interrumpirte y hacerte saber que su ofrecimiento habían sido cuatro y no cinco, pero algo fuera de tu entendimiento, pues sucede en su mente y no en la tuya, la invitan a contenerse, y en el ultimo instante, sencillamente asiente mientras te deja paso.

Que nuestra amada Diosa te guie de aquí en adelante. - susurra como despedida, escupiendo las palabras en apenas un siseo. - Y que mañana su fuerza esté contigo. - agrega cuando ya abandonas la tienda, y cuando la tela cae a tu espalda, está segura de que esa mujer no anhela otra cosa que tu muerte

Meditando acerca de tus breve intercambio de palabras con la líder maga del ejercito, así como su inexplicable odio hacia ti, pues es la primera vez que la veías, tus pasos te conducen directamente hacia vuestra tienda, y cuando la alcanzas, y aún antes de cruzar la lona que hace las funciones de puerta, adviertes que tus compañeros están en el interior, pues sus siluetsa y voces son claramente visibles y audibles.

Cuando estáis a punto de encaminaros cada cual a su habitación, Shyn entra por fin en la tienda, y la drow, que parece meditativa, no tarda en advertir el espadón que descansa a un lado y que no es otro que el arma que empuñara el feroz guerrero, Zenram, en el combate de hace unos días

Antes de levantarme para acompañar a Amyra aparece la drow por la puerta de la tienda; - buenas Shyn; que tal ha ido todo?; al parecer y según Ricard en el bosque hay algo mágico que te atrae o seduce; no acabo de entender muy bien el concepto.

Miro a la elfa a ver si ella puede ser algo más explícita al respecto; - ah; y también tienes esa dichosa espada; la señalo; - para que la examines; a mi parecer es un hierro poco más que inútil.

- Es algo extraño, sin duda - digo ampliando la explicación de Tyr - es como una fuerza que te intenta atraer hacia un lugar determinado, lo cual no me cabe ninguna duda que será una trampa, la cuestión es .... ¿que podemos hacer para atenuarlo?. ... a no ser que queramos ir directamente al centro del meollo.

El explorador intenta explicarse lo mejor posible, pero sin duda le es complicado transmitir lo que pasó en el bosque.

Después de oir las contundentes palabras de Ricard, le pregunto con tono preocupado:

...Y qué sugieres??, en serio crees que seamos capaces de atravesar el  bosque para llegar hasta su núcleo más agresivo?? De veras, lo único que se me ocurre, es tratar de hacerlos salir...A no ser que esa estúpida espada, no vaya a servir de algo....

Digo señalando a espadon antaño de Zenram.

Mientras escuchas las palabras del resto de elegidos, tu mirada cae sobre el arma que empuñara Zenram, y curiosa, te acercas a esta para descubrir que el espadón es sumamente pesado, y su hoja, lejos de brillar dado el poder que teóricamente atesora, aparece mate y ligeramente oscura. Su filo, que pareciera mortal hace unos días, parece, a simple vista, incapaz de cortar una rodaja de pan y cuando tu mano la toca, no sientes más que frío. Ninguna magia reside en su interior, y la que fuera una de las armas más poderosa de Azerandos, ahora no es más que un trozo inútil de acero despojado de cualquier esencia o poder.

Sin perder tiempo voy hacia la habitación Me espera una noche larga, voy a descansar.

Me dispongo a copiar los pergaminos en mi libro.

Shyn tarda apenas unos segundos en perderse en el interior de su habitación, donde tras su llegada, no tarda en aparecer la luz de una vela, que además, queda prendida por un buen rato.

El resto no tardáis en dirigiros a vuestra respectiva habitación, y pronto, cada cual queda a solas con sus pensamientos, con excepción de Amyra y Tyr, que comparten lecho...