Pesadilla:
http://marvel.com/universe/Nightmare
Doc Extraño:
http://marvel.com/universe/Doctor_Strange
http://es.wikipedia.org/wiki/Doctor_Strange
Sanctum Sanctorum:
http://es.wikipedia.org/wiki/Sanctum_Sanctorum_(Marvel_Comics)
Fear lords:
http://marvel.com/universe/Fear_Lords
Motivo: Ini Dawn
Tirada: 1d20
Resultado: 18
Motivo: Ini Vulcan
Tirada: 1d20
Resultado: 13
Motivo: Ini Inciniration
Tirada: 1d20
Resultado: 13
Vulcan está Dazed (sólo 1 acción estándar), y ya lleva -2
Motivo: Resis Vulcan
Tirada: 1d20
Dificultad: 21+
Resultado: 4(+14)=18 (Fracaso)
Motivo: Ataque Dawn
Tirada: 1d20
Dificultad: 18+
Resultado: 4(+8)=12 (Fracaso)
Motivo: Resis Vulcan
Tirada: 1d20
Dificultad: 28+
Resultado: 7(+14)=21 (Fracaso)
Motivo: Ataque Vulcan
Tirada: 1d20
Dificultad: 18+
Resultado: 20(+8)=28 (Exito)
Motivo: Ataque Incineration
Tirada: 1d20
Dificultad: 18+
Resultado: 19(+8)=27 (Exito)
Motivo: Resis Dawn
Tirada: 1d20
Dificultad: 27+
Resultado: 18(+12)=30 (Exito)
Dawn, Vulcan y Tornado están dazed.
Vulcan -4
Tornado -2
Dawn -1
Motivo: Resis vulcan
Tirada: 1d20
Dificultad: 19+
Resultado: 6(+10)=16 (Fracaso)
Motivo: Ataque Dawn
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 14(+8)=22 (Exito)
Motivo: Resis Vulcan
Tirada: 1d20
Dificultad: 27+
Resultado: 9(+9)=18 (Fracaso)
Motivo: Ataque Vulcan
Tirada: 1d20
Dificultad: 19+
Resultado: 13(+6)=19 (Exito)
Motivo: Ataque Incineration
Tirada: 1d20
Dificultad: 18+
Resultado: 18(+8)=26 (Exito)
Motivo: Resis Dawn
Tirada: 1d20
Dificultad: 25+
Resultado: 6(+12)=18 (Fracaso)
Vulcan Out
Tornado -2
Dawn -2
Motivo: Resis Vulcan
Tirada: 1d20
Dificultad: 30+
Resultado: 14(+12)=26 (Fracaso)
Batía las alas desde lo alto, recordando la conversación con la carpa. Aquél pez no era la simple criatura que parecía. A través de él había hablado algo más sabio. El Rojo, quizás. Pero Elijah era aún poco experimentado como para conocer el verdadero alcance de todo aquello. Simplemente sabía que le necesitaban y que en uno de esos almacenes habían unas cajas de metal donde seguramente fabricaban droga, o bien la carpa se refería a camiones que llegaban. No lo tenía claro.
No era una noche tranquila. Aquello era un caos y eso jugaba en su contra. El fuego y la violencia haría a la gente abandonar el almacén que buscaba y eso le impediría cogerlos con las manos en la masa.
- Colton, necesito tu asistencia. Quiero que patrulles el aire y luego me digas de qué almacenes sale gente. Informa de las cosas que veas.
Quizá era precísamente ese cuarto edificio su objetivo, el que estaba siendo asaltado. Una docena de hombres amenazaba a los del interior. Guerra de bandas. Miserables contra miserables. Pero qué importaba aquello a la naturaleza. Los problemas de la sociedad no le interesaban. El Rojo y el Verde eran muy dispares, y debía complacer a ambos. El Rojo era violento, el verde, apacible, generoso. Si él se alienaba con una de esas formas de ser, perdería el favor de la otra. Su deber era guardar el equilibrio.
Era un guardián del equilibrio.
No estaba a favor, ni en contra, de la humanidad, pero necesitaba que coexistiera con el resto del planeta. Y aquí sucedía algo que no era correcto en absoluto. Fabricaban tóxicos, cuyos desperdicios eran aún más tóxicos. Tendría que dejarse llevar por el Rojo y acabar con ellos. Pero no. La carpa no dejaba de ser un animal ingenuo. Detener a esta gente no pararía sus actividades. Había alguien por encima de ellos patrocinando, organizando. Aprovechándose de la miseria de la gente del Bronx.
Era ese sujeto el que merecía el mayor castigo. Estos de aquí eran igual de víctimas que verdugos.
Lo importante era que sabía que necesitaba más información. Si esos hombres se disparaban y se mataban, se terminaría abruptamente esa misión y aunque la naturaleza estuviera tranquila, no habría hecho bien su trabajo.
Observó el lugar, desde el cielo. Camuflado contra el cielo negro. Demasiado alto como para que pudieran alcanzarlo con sus armas. Demasiado lejos para que él usara algunos de sus poderes. Pero había otros que sí le servían.
- Desde aquí puedo atrapar una furgoneta, voltearla y plantarla delante de la puerta del almacén. Así podré separarlos y quitarles un medio de huida. Una vez bloqueada la puerta, podré intentar detener a los de fuera. Los de dentro tendrán que esperar.
Todo aquello lo tenía que hacer apresuradamente, pues había fuego en las otras tres naves. El fuego le ponía nervioso. No llegaba a atemorizarlo, pero él no podía detener las llamas. Eran un punto débil.
- No puedo hacer nada contra el fuego directamente, pero quizá podría transportar agua hasta él.
Ahora eso no era importante. No podía perder tiempo, así que se concentró. Sus ojos se iluminaron, permitiendo ver dos luces verdes en el cielo. Se fijó en una de las furgonetas y la naturaleza hizo el resto: bajo el vehículo se levantaron varios troncos, primero frágiles, verdes, después, marrones y recios. La maraña de plantas rodeó la furgoneta y le dio la vuelta, arrastrándola hasta la puerta del almacén. Iba a separar así los dos grupos y desde lo alto, a salvo de sus disparos, los apresaría a todos.