Finalmente Ishaq consigue esquivar a la gente et agarrar del brazo al viejo médico para sacarle de allí, mientras con la otra mano arrastra también al joven Zacarías.
Una vez todos juntos (y con el doctor y el joven aprendiz a salvo en medio de vuestro particular círculo), retrocedéis poco a poco frente al humeante mesón (o lo que hasta hace unos instantes fuera el mesón), abriéndoos paso por un estrecho callejón et obligando a la enfurecida masa a dispersarse, teniendo que pasar en grupos reducidos debido a la estrechez.
Continuamos en la siguiente escena.